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Vaya por delante que lo único que se mantiene de la Scrambler original es el nombre. La nueva Ducati Scrambler recupera una denominación comercial que la marca italiana puso de moda en los 60 y 70 para lanzar un concepto que tiene realmente poco que ver con el resto de la gama. Si cualquier otra Ducati no puede ocultar su carácter deportivo, la Scrambler en cambio lo que no puede negar es que ha nacido para ser una moto dócil y siempre dispuesta a darse una vuelta. Puedes hacerlo deprisa o despacio, a tu bola; porque no hablamos de batirse con nadie sino de disfrutar sobre la moto… y dejarse ver en ella."La Scrambler está siempre ahí para darte una vuelta. Deprisa, despacio... a tu bola"
Si tuviera una moto tan guapa no tardaría un instante en empezar a elucubrar accesorios y modificaciones para personalizarla. Exactamente lo mismo que han hecho los diseñadores de la Scrambler, que además de un modelo base (Icon) ofrecen de entrada otras tres refinadas versiones con estilos muy diferentes: Full Throttle (Café Racer), Classic y Urban Enduro. Todos sus elementos distintivos y muchos otros están disponibles en el catálogo de la marca, para que los propietarios puedan hacer su moto a medida.Pero hablemos de la moto y no de lo que la rodea, que estamos para eso. La Ducati Scrambler cuenta con unos acabados de primera. Tanto la decoración como todos los accesorios y componentes no admiten reproche por más minuciosamente que intentemos encontrar un detalle criticable. Las piñas de luces son las comunes al resto de las motos de la marca -fetén-, dispone de toma USB para cargar el móvil bajo el asiento, el piloto trasero es LED y el faro delantero cuenta con su propia “huella luminosa” (no es mío… lo leí en algún dosier de prensa) gracias una vez más a los LEDs. Queda claro que no estamos ante una moto “retro”, para nada. El estilo es urbano y moderno; “casual” si hablásemos de una chaqueta.
El motor es lo único que hereda de una hermana mayor, pues se trata del procedente de la Monster 796 pero con 12 caballos menos de potencia máxima.
"El motor de la Ducati Scrambler, además de un estupendo aspecto, ofrece una briosa respuesta"
El rendimiento que se sacrifica a fondo con respecto a esta se gana en forma de una poderosa respuesta a bajo y medio régimen. El primer golpe de gas sorprende por lo repentino de su empuje y la respuesta no pierde nada de brío a cualquier régimen. El bicilíndrico en L -con dos válvulas por cilindro, inyección electrónica y refrigerado por aire mas un radiador de aceite oculto bajo unas tapas de plástico negro sobre la culata frontal- colmará las necesidades de potencia para cualquier ocurrencia. Sube de vueltas con alegría y al mismo tiempo tiene un poderoso empuje para tirar del carro si rodamos en marchas largas.Su bastidor, un entramado de tubos de acero como manda la tradición, se apoya en el motor para reducir peso y tamaño, lo mismo que el basculante trasero de aluminio tipo “banana”. Para detenerla confía en un gran disco delantero con pinza radial Brembo apoyado por otro disco trasero y ABS de serie. Esa es toda la asistencia electrónica a la conducción de que dispone la Scrambler, en consonancia con su estilo esencial. Quizá tan esencial que se han olvidado de incluir una escala para el nivel de gasolina en su minimalista instrumentación de una sola esfera.
En marcha se muestra muy fácil de llevar, con una distancia entre ejes tirando a larga y una geometría que la hace ágil pero al mismo tiempo noble y predecible. Durante el recorrido de pruebas, por carreteras más viradas y a un ritmo bastante más alto del que será habitual en la vida de la gran mayoría de Scrambler, pudimos comprobar que no le faltan agallas para al menos tocar las narices a auténticas deportivas si las circunstancias lo requieren, contando con el comodín de que resulta muy maniobrable gracias al ancho manillar y permite corregir en plena curva y sin tensiones en caso de coladura. Los neumáticos trail (Pirelli MT 60 RS) en medidas 110/80-18 y 180/55-17 dan un más que confiable agarre en carretera, y si sólo un disco frontal puede parecer justo a juzgar “de oídas” nada más lejos de la realidad apurando la maneta una y otra vez. De hecho, cuenta con un poco habitual diámetro de 330 mm., tamaño “XL” que en las motos deportivas no se usa simplemente porque no cabe en las llantas de 17”. Por último las suspensiones son firmes, pero no duras.
Una Ducati para dejarse ver
Tras esta toma de contacto me he quedado con ganas de catarla en su otra salsa. Callejeando por la zona más céntrica y tortuosa de la ciudad, disfrutando de su estilo en el ambiente urbano y porqué no, mirarla aparcada llamando la atención de la gente… y dejarme ver sobre ella sonriendo con descaro a las niñas guapas, que por feo que uno sea esta moto eleva un par de puntos la nota de cualquiera frente a una terraza al sol.
FOTOS DUCATI SCRAMBLER
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