Llega la hora de las cilindradas razonables y cada vez hay más motoristas que apuestan por modelos lógicos pero sin renunciar a la emoción de montar en moto, como la nueva Benelli BN302. Con un motor “twin” de
dos cilindros en línea que hereda la tecnología empleada en su hermana grande, la BN600 de cuatro cilindros, esta naked es capaz de poner a disposición del piloto
38 caballos de potencia máxima a 12.000 revoluciones y 27 Nm de par a 9.000. Unas
cifras que permiten ya prestaciones interesantes, pero al mismo tiempo asequibles para cualquiera con un mínimo de experiencia. Sobre el papel su rendimiento está al nivel de las mejores motos con similar tipo de motor y no es casualidad, porque puede presumir de toda la tecnología que cabe esperar de una naked moderna y sofisticada: cuatro válvulas por cilindro en su culata, construcción compacta y ligera del bloque de cilindros, inyección electrónica y por supuesto refrigeración líquida. Nadie da más.
Las prestaciones de la Benelli BN302 están por encima de lo que sugiere su precio
Por otro lado la dotación de componentes para complementar su bastidor, realizado con un entramado de tubos de acero de excelente aspecto, anuncia unas posibilidades deportivas que esperamos explorar en una próxima prueba a fondo:
horquilla invertida con barras de 41 mm., amortiguador lateral con regulación de muelle y
dos frenos de disco lobulados delanteros de 260 mm. de diámetro con pinzas de cuatro pistones complementados detrás por un tercer disco de 240 mm. Todo ello se sustenta sobre unos fiables neumáticos Pirelli Angel ST.
En el apartado de las frías cifras lo único que parece mejorable es su peso: de sus 180 kilos en seco
se agradecería que adelgazase una decena de ellos puestos a estar en línea con la competencia sobre la báscula.
Estéticamente se inspira en las tendencias de moda, con un faro poliédrico de doble óptica vertical enmarcado por una escueta coraza que protege la instrumentación con una pequeña visera negra. Una
instrumentación completa y de fácil lectura, que combina una escala tradicional para el cuentarevoluciones y una pantalla LCD con el velocímetro, cuentakilómetros total y parcial, temperatura y nivel de combustible. El afilado depósito deja paso a un asiento cómodo y con espacio
amplio para el pasajero, que cuenta además con grandes asideros laterales.
En definitiva
tiene todo lo que puede tener una moto ligera y atractiva, tanto para servir a diario como para ofrecer sensaciones y experiencias en carretera. Si tuviéramos que echar algo en falta sería el ABS, pero esta Benelli está más disculpada que cualquier otra por ello dado que su precio está bastante por debajo de lo
habitual en la categoría. Por ejemplo la
Kawasaki Z300 (> Ficha técnica, fotos y precio), por poner como referencia un modelo de última hornada, cuesta 1.1000 euros más con argumentos por lo demás muy similares,
un detalle este del precio que hace ganar un definitivo atractivo a la Benelli BN302 si el presupuesto de compra va justo, que por si fuera poco es realmente más favorable porque como promoción de lanzamiento Benelli ofrece el seguro del primer año de regalo para mayores de 25 años y al menos dos de carnet.
¿Cómo va la Benelli BN302?
No pude hacer más de una veintena de kilómetros con una BN302 recién estrenada, que tenía el motor todavía “muy tierno” de rodaje y por las inmediaciones de una zona industrial bastante transitada, con carreteras repletas de rotondas
de asfalto gastado y bacheado. Así pues las sensaciones que obtuve han sido bastante superficiales, pero sirvieron para hacerme una idea de cómo se maneja esta Benelli bicilíndrica pensando en un uso cotidiano.
La
posición de conducción es bastante natural, las estriberas un poco altas y retrasadas para permitir hacer pinitos deportivos y el manillar ancho para un buen control de la rueda delantera. Nada más poner en marcha el motor el sonido es poderoso y se advierte el típico petardeo de un bicilíndrico. El volumen no obstante es moderado a bajas vueltas, pero cobra intensidad a medida que el propulsor se revoluciona. Lo mismo sucede con las vibraciones, que ganan intensidad a medida que incrementamos el régimen.
Para entonces ya estábamos rodando a buen ritmo, aprovechando una
fuerza destacable a bajo y medio régimen para enlazar relaciones, subirlas o bajarlas con suavidad y precisión haciendo uso de un
embrague con buen tacto y una palanca selectora de recorridos cortos. Lo cierto es que la fuerza en la zona de trabajo más habitual del propulsor me pareció en esta toma de contacto francamente buena para su cilindrada. Sobre la estirada en la zona de máximo rendimiento, allá por las 11.000 revoluciones nada menos, no puedo opinar por falta material de carretera, enredado como estuve en un tráfico denso entre coches sin prisas, camiones y rotondas.
No obstante tengo la impresión de que tampoco sería muy indicativo de sus posibilidades reales, dado que como he dicho mi BN302 estaba todavía en sus primeros kilómetros.
Por el mismo motivo es difícil sacar alguna conclusión del trabajo de
las suspensiones aunque intuyo que son tirando a firmes para beneficio del comportamiento dinámico. En cuanto a los
frenos su tacto me pareció bastante inmediato (equipa latiguillos metálicos de serie) y su
potencia muy buena.
Así las cosas
no me importaría usar una Benelli BN302 a diario. Parece una moto
ágil y con suficiente motor para ofrecer una respuesta briosa en ciudad y carretera, por encima de lo que sugiere su precio en cuanto a prestaciones. Pero mejor os emplazo a una próxima prueba más a fondo para entrar en detalles.
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Fotos Benelli BN032
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