DATOS TÉCNICOS >

 

En positivo

  • Motor potente y refinado
  • Calidad y equipamiento
  • Agilidad y comportamiento general

En negativo

  • Hueco bajo el asiento, donde no cabe casi ningún casco
  • Protección escasa de la pequeña pantalla
  • Puesto alto para el pasajero

El Geostyle 300 se caracteriza por su elaborado aspecto plagado de detallitos pero su mejor cara la muestra cuando pulsamos su botón de arranque. Aunque antes de comenzar el trepidante paseo a lomos de este elegante francés, vamos a explicar cuáles son las claves que hacen su conducción una agradable tarea. Lo primero es todo el planteamiento del conjunto formado por el bastidor, las suspensiones y los frenos, perfectamente puesto a punto y que forma un buen equipo con el alegre motor que lo impulsa. El monocilíndrico es de origen Piaggio, aunque luce el logotipo Peugeot, y hace gala de las mismas cualidades de suavidad y empuje, pero parece ir incluso mejor.

peugeot-geostyle-300-banda

Desde el primer golpe de gas sentimos un empuje progresivo, sin fisuras que nos hace alcanzar altas velocidades en un santiamén. Tan bien va y tanta confianza infunde que olvidamos a menudo el hecho de ir a bastante más velocidad de la permitida y recomendable, en ciudad, por supuesto. De hecho, al ser un motor de 278 cc no tiene una gran estirada cuando observamos la velocidad punta cuya cifra máxima real está en unos 130 km/h. Más que suficiente para un vehículo cuyo hábitat ideal es la ciudad y en ella aprovecha, como pocos scooters, la ligereza y agilidad de la que hace gala. Es sorprendente la sensación de poco peso y la facilidad con que se mueve, ejecutando los quiebros entre coches de forma fácil y casi adictiva porque lo hace de forma muy intuitiva. Su comportamiento está realmente logrado.

 

Las líneas del Geostyle son angulosas, presentando una estampa general muy personal. Dinámicamente es ejemplar porque el equipo que forma su motor de origen Piaggio con toda la parte ciclo es un cúmulo de buenas sensaciones. En la imagen podemos ver cómo el asiento sitúa muy alto al acompañante, quedando muy expuesto a la corriente de aire.

Las llantas de 16” tienen sus pros y su contra. Y es que la única pega es que debido a este gran diámetro el hueco bajo el asiento no permite que alojemos un casco integral y casi ninguno jet. Aunque es cierto que el espacio es grande pero con formas poco aprovechables. Con un baúl solucionaríamos fácilmente el problema, convirtiendo un inconveniente en una amplia solución. Ya dispone en la parte trasera una estructura portabultos que también sirve para colocar uno. En el haber de las llantas de 16” está el hecho de pisar con una contundencia casi de moto que además combina con una agilidad casi felina, alcanzando un difícil equilibrio entre estas dos variables. También es beneficioso en lo que a rendimiento de suspensión y frenos se refiere.

El tacto de los frenos es otro de sus puntos fuertes pues su único disco mordido por una pinza de doble pistón Nissin, detiene el vehículo con contundencia y precisión. Una bendición, sin duda contar con unos frenos así.

 

La pequeña pantalla tintada lo favorece pero no logra ofrecer la protección necesaria. En la zaga destaca el singular diseño del grupo óptico. También la útil estructura portabultos. La instrumentación es sencilla y clara, de corte un poco clásico debido al cerco cromado de las esferas que contrasta con la pequeña pantalla digital.

La posición de conducción es confortable gracias a un asiento amplio con buen mullido y a una ergonomía que permite adoptar una posición natural. La pantalla es pequeña y específica de esta versión, proporcionando una protección mejorable porque apenas resguarda de la corriente frontal de aire. El pasajero cuenta con un buen espacio pero el diseño del asiento partido, que proporciona un buen apoyo lumbar al piloto, sitúa al acompañante en una posición elevada que lo expone mucho al viento.

La parte de atrás del escudo frontal ha sido diseñada para que podamos alojar pequeños objetos en esta guantera con llave, e incluso también permite enganchar el móvil en la toma de corriente y acceder al líquido refrigerante y a los fusibles. Justo encima también tiene un gancho donde podemos colgar las bolsas, así que va bien armado para echarnos un cable con los bultos que solemos llevar a diario.

 

El hueco cuenta con la particuaridad de que se puede abrir con el motor en marcha, y eso es útil en muchas ocasiones. Hay espacio para meter bastantes objetos pero no para meter un casco integral, ni siquiera para la mayoría de los jet. Urbanita consumado. Así es el Gesotyle 300 que pasea por la ciudad con una soltura tremenda por su agilidad, aceleración y ligereza. Es la imagen de la guantera, con muy poco espacio que podamos aprovechar. Tiene llave y toma de corriente para el móvil.

El Geostyle es un scooter muy bien parido en todos los aspectos, donde la calidad se percibe en cada detalle, tanto por los materiales utilizados como por los ajustes de los mismos. Esta versión en concreto se puede adquirir por 4.065 €, un precio muy interesante teniendo en cuenta que rivales de calidad, y a los que no tiene mucho que envidiar, como el Piaggio Beverly 300 (4.466 €) o el Honda Scoopy 300 Sport (5.499 € ), están muy por encima en precio. En defintiva, se trata de una buena compra con un estilo único y unas aptitudes que enganchan desde el primer momento.