Para aquellos que buscan una forma barata de moverse por la ciudad, la marca asiática ofrece el Cityblade, un scooter 100% urbano que ya pudimos conocer brevemente hace unos meses cuando desembarcó en España y fue presentado a la prensa.

Ahora tras una prueba más a fondo, nos ha desvelado todos los secretos que esconde bajo su pequeña carrocería de elaborado diseño que proyecta un look actual y de personalidad propia, aportando además unas llantas de 14”. El concepto nos recuerda mucho al Honda PCX, uno de los scooters más populares de nuestro país, pero casi 1.000 € más caro que nuestro protagonista, aunque la tecnología empleada es mucho más avanzada.

Y es que tomar nota de los mejores es siempre un ejercicio sano, lo importante es hacerlo de forma acertada y desde un punto de vista personal, algo que Keeway ha logrado con el Cityblade.
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Vive la ciudad

Es un producto que por propia concepción no está pensado para ir mucho más allá de los límites de la ciudad. Primero porque su carrocería sacrifica dimensiones y con ello protección en busca de un tamaño lo más reducido posible para lidiar con el tráfico. Y segundo porque su motor cuenta con un desarrollo perfecto para este entorno, priorizando la aceleración sobre la velocidad punta.

La mecánica es sencilla, de ciclo 4T, refrigerada por aire y alimentada mediante carburador. Su funcionamiento destaca por ser suave, sin transmitir vibraciones ni ruido excesivo. Las aceleraciones son dignas; con una potencia de 9,4 CV poco más se puede pedir y como decíamos penaliza en la velocidad punta que está en torno a los 90 km/h de velocidad real.
Es muy fácil de llevar y esto es bueno para los principantes que se harán con él rápido a pesar de no tener experiencia

Su consumo habla bien de él porque durante la prueba estuvo en torno a los 3,5 l/100 km, una cifra razonable que posibilita hacer algo más de 200 km con su depósito de 7 litros.

Gracias a su ligereza (123 kg) y un excepcional ángulo de giro, se mueve con tremenda soltura en ciudad gracias a que su dirección ha sido muy bien planteada. Es muy fácil, natural y para los principiantes esto es bueno pues resulta bastante sencillo hacerse con él aunque uno no tenga experiencia alguna.

› Datos técnicos y galería Keeway Cityblade 125

Por supuesto las suspensiones y los frenos son básicos, pero efectivos. La horquilla ofrece una amortiguación consistente, absorbiendo relativamente bien los baches y detrás cuenta con dos amortiguadores de paso variable regulables en precarga que rinden también de forma muy aceptable; no olvidemos que estamos ante un vehículo de 1.699 € y todo está simplificado al máximo pero intentando no comprometer su rendimiento. Aún así el equipo de frenos del Cityblade cuenta con un disco delante y otro detrás, prescindiendo del típico tambor que usan otros scooters económicos. Su tacto no es lo más fino del mundo pero potencia hay para detener el conjunto sin problemas.

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Equipado y aparente

Este Keeway luce buen aspecto, desde sus angulosas líneas hasta el uso de iluminación LED en la parte posterior, un detalle que siempre da buena impresión y mejora la seguridad porque es más visible que las bombillas convencionales bajo cualquier circunstancia. Su pequeña pantalla es más estética que funcional debido a su escasa altura pero está muy bien integrada en el diseño puntiagudo de toda la parte frontal, con ópticas afiladas y un manillar carrozado y elevado que tiene contrapesos en los extremos.

En positivo

  • Precio
  • Agilidad y ligereza
  • Equipamiento y diseño

En negativo

  • Velocidad punta
  • Hueco casco
  • Protección frontal

Tampoco le faltan argumentos prácticos, como una amplia plataforma, plana y dotada de gancho portabolsas, o el hueco bajo el asiento con espacio para guardar un casco jet o abierto. Aquí la llanta de 14 “ que tan bien rinde dinámicamente en cuanto a estabilidad y agilidad, condiciona el hueco disponible para el casco, impidiendo diseñarlo para un integral. No se puede tener todo...

Pero lo cierto es que revisando el equipamiento tiene algunos detalles destacables como la existencia tanto de pata de cabra como de caballete central, o una instrumentación sencilla pero vistosa que combina analógico-digital.
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La ergonomía es otro aspecto que juega a su favor porque la postura es cómoda y aunque el Cityblade es un scooter pequeño, puede acoger sin problemas a conductores de cualquier talla. De hecho el piloto de las fotos que estáis viendo en este reportaje mide 1,86 metros y se puede ver cómo sus piernas todavía tienen margen con el escudo. Su sillín a baja altura lo hace accesible a gente de cuañquier estatura.

Además, el eventual pasajero cuenta con un amplio asiento dotado de unas asideras de buen tamaño integradas en el portabultos para viajar con comodidad, aunque los reposapiés integrados en la carrocería como los que lleva, siempre son algo menos cómodos que las estriberas desplegables, por otra parte menos estéticas.

En general, el tacto de todo está cuidado y más para ser un scooter de la gama económica y la imagen que ofrece va en la misma línea, con un diseño moderno, muy aparente, y un precio de 1.699 € sin duda interesante porque además incluye un año de seguro gratis. Y Keeway pone todas las facilidades del mundo al financiarlo al 0% de interés.

Está claro que uno puede buscar otros scooters también económicos de marcas más conocidas. Un excelente ejemplo es el Suzuki Address, presentado también esta primavera y que cuenta con un precio de 1.990 € y el mismo diámetro de rueda que el Cityblade. También Yamaha cuenta con el D'Elight de 2.049 € pero de otro estilo. Kymco ofrece el Agility City pero con llantas de 16" a 1.849 €. Incluso Honda, tiene en catálogo el Vision también de llanta de 14” a un precio de 2.049 €. Pero todos ellos son más caros de salida y si lo que realmente buscas es precio, por 1.699€ el Cityblade es un buen candidato.