Fotos: Carolina F. Varela

La marca taiwanesa tiene en su catálogo este modelo que apuesta por una estética ultra-vanguardista y un concepto que encarna todo lo contrario a un scooter GT, dando la oportunidad a los usuarios más dinámicos de poder disfrutar de unas sensaciones diferentes a la mayoría de los maxiscooters del mercado pero aprovechando muchos de los beneficios prácticos de estos vehículos.

Su mayor gancho reside en el diseño, un diseño que cuando se lanzó en 2013 causó un gran impacto por su originalidad y audacia, y que por supuesto hoy continúa tan vigente como el primer día gracias a esas formas afiladas y unas decoraciones mate (azul, blanca y gris) muy singulares que le dan a la carrocería unos matices interesantes. Además, Kymco introdujo un color especial un año después para celebrar la llegada de la versión con ABS que con este rojo volcano mate, trasmite una agradable sensación de sofisticación y calidad. Y es que el K-XCT es un modelo impecable en lo referente a materiales y acabados.

 

Seguro de frenada

Ahora ha pasado por nuestras manos no sólo para disfrutar nuevamente de su excitante cóctel dinámico sino también para comprobar cómo su ABS trabaja realmente bien y viene a sumarse a un sistema ya de por sí muy eficaz sin la ayuda del dispositivo antibloqueo, por lo que Kymco busca la perfección en lo que a frenada se refiere con esta versión ABS que cuesta 400 € más que la estándar.

Por eso Kymco ha apostado nuevamente por Bosch, su marca de confianza a la hora de dotar de sistemas ABS a sus scooters y maxiscooters. Se trata de una unidad muy compacta cuyo peso es de solo 700 gramos bautizada como 9M. Y en esta versión de 300 cc ha dotado al sistema de un tercer pistón delantero para poder transmitir más fuerza de frenada para garantizar el rendimiento a pesar de sus vigorosos 28 CV y las alegres prestaciones que lo acompañan.

› Datos técnicos, video y galería Kymco K-XCT 300 ABS

En la práctica tenemos un scooter sin tacha a la hora de retenerlo; frena con mucha potencia y buen tacto en todo momento y no permite entrar en acción al ABS hasta que el sistema detecta una pérdida de adherencia inminente, momento en el que comienza a actuar pero sin transmitir mucha trepidación a la maneta, evidenciando su sofisticación y eficacia.

Esto inspira una gran confianza en los frenos, sobre todo en el delantero porque como suele pasar, el ABS trasero entra en juego mucho antes debido al desigual reparto de pesos que hace querer derrapar a la rueda trasera casi a la más mínima insinuación.

Con las manetas regulables para adaptarse con precisión a las manos de piloto, Kymco pone la guinda a un sistema de frenado que incide muy positivamente en la seguridad activa del K-XCT-300 ABS.

 

Energía y dinamismo

Son dos palabras que el K-XCT 300 ABS transmite desde el primer momento porque a la alegre respuesta del acelerador le acompaña un conjunto cuya agilidad es el sello principal de su propuesta dinámica, pero no la única. Se trata de un vehículo que no sólo es capaz de driblar en ciudad y hacer quiebros con una naturalidad absoluta sino que en carretera o autovía es muy estable e invita a explorar al máximo las buenas capacidades de su motor capaz de impulsarlo a una velocidad máxima de unos 140 km/h reales a pesar de que el velocímetro sea bastante optimista y pueda superar los 150 km/h. Recordemos que es exactamente el mismo que usa el Kymco Super Dink 300 pero adaptado a la diferente transmisión del K-XCT 300. El consumo de combustible rondó los 4l./100 km durante los días de prueba en los que combinamos ciudad y carretera a ritmos más bien elevados en todo momento.

Podemos decir sin miedo a equivocarnos que Kymco propone un maxiscooter deportivo de verdad, potente, ágil, estable y seguro que cuenta con unas suspensiones taradas para cumplir con esta filosofía a rajatabla. ¿Y esto que quiere decir? Pues que el K-XCT es duro, muy firme tanto de delante como de detrás y esto condiciona su comportamiento haciéndolo eficaz sobre el asfalto pero también afecta a la vida de sus ocupantes, cuyas espaldas sufren en los baches más de lo que sería deseable, al menos para nosotros. Y no es por falta de calidad sino parece una cuestión de concepto: scooter deportivo-suspensiones duras. Así lo ha entendido Kymco y así lo ha plasmado en el K.XCT, para lo bueno y para lo malo.

 

También podemos apreciar esto en su puesto de conducción que trata de compactar al máximo el triángulo ergonómico asiento-manillar-plataforma para lograr una centralización de las masas que incida positivamente en su comportamiento como así lo hace. La contrapartida es que los más altos tendrán las rodillas muy cerca del manillar y el contraescudo debido a que la plataforma para los pies está bastante elevada, garantizando así una buena distancia al suelo para evitar que rocen los bajo con facilidad pero limitando a la vez su habitabilidad para las personas con más envergadura. Además el espacio para los pies es algo justo debido a la anchura del túnel central y tampoco permite estirar las piernas para trata de buscar una posición más confortable.

Son pequeños y necesarios sacrificios para poder conducir un scooter deportivo que verdaderamente se pueda catalogar como tal pero no son los únicos; la pantalla parabrisas negra es parte fundamental de su lograda estética pero su singular perfil recortado hace que no sea muy protectora con nosotros, haciendo incómodos los desplazamientos fuera de la ciudad y especialmente cuando la meteorología es adversa.

Tampoco bajo el asiento encontramos el generoso espacio de un maxiscooter GT pero sería injusto decir que es pequeño. De hecho 40 litros no es una cifra desdeñable pues permite albergar en su interior un casco integral que es lo mínimo que se le debe exigir a un scooter. Lo bueno es que su diseño cuadrado más ancho que alto permite guardar muchas cosas cuando no llevamos un casco dentro. Es necesario apuntar que no todos los cascos integrales caben con facilidad y que no cuenta con ballestas hidráulicas para mantenerlo abierto, aunque por contra, sí ofrece una luz de cortesía que opera gracias a una célula fotoeléctrica.

La instrumentación aunque sencilla en cuanto al nivel de información, ofrece un aspecto acorde con el resto del maxiscooter, deportivo y vanguardista, algo que expresa muy bien su diseño completamente digital protagonizado por dos esferas.

Como epílogo destacar la fuerte personalidad e indudable talante deportivo del K-XCT 300 ABS cuyo precio asciende a 4.699 €, una cifra razonable para un 300 cc dotado de un buen sistema antibloqueo firmado por Bosch al que impulsa un potente motor que permite explotar las buenas cualidades de su juguetona parte ciclo. Y para rematar cuenta con una imagen y calidad general, tanto de materiales como de acabados, perfecta para los que buscan impacto visual sin renunciar a un producto eficiente en todos los sentidos, e incluso sobresaliente en algunos detalles, respaldado por una marca importante como es en estos momentos Kymco.