Fotos: Carolina F. Varela

SYM es una de las marcas con más éxito en el mercado del scooter en España y este es su producto estrella en el ránking de los más vendidos, la mejor prueba de que es posible hacer un buen scooter a un precio competitivo.

La versión ST es un escalón más en la exitosa gama Symphony, un rueda alta de corte económico y dimensiones compactas que pone a tu servicio un formato muy funcional para moverte en la ciudad gracias a tu carnet B de coche.

Cuenta con sólidos argumentos para posicionarse como una opción realmente interesante para los que buscan un rueda alta clásico con llantas de 16 “ y plataforma plana que además pueda alogar un casco integral bajo su asiento.

Sin duda el sentido práctico es uno de sus mayores reclamos amén de una estética muy trabajada y un equipamiento muy completo entre el que se cuenta una toma USB, iluminación LED, contrapesos, doble caballete central y lateral, cortacorrientes o doble apertura del asiento.

Ágil y rápido

Y quizás lo mejor se encuentra entre la estructura de su bastidor tubular ya que su motor cuenta con una potencia de 10 CV y la misión de mover sus 122 kg más nuestro peso, revelándose como una mecánica muy capaz para el entorno urbano.

El bloque está refrigerado por aire y alimentado mediante carburador, manteniendo además la útil palanca de arranque auxiliar. Se trata de un propulsor cuyo pistón tiene una carrera más larga que del modelo precedente, el Symphony SR, para ganar así en aceleración.

› Datos técnicos SYM Symphony ST 125

Y efectivamente es un motor de respuesta bastante alegre y buen tacto en lo que vibraciones y sonido se refiere. Es discreto y enérgico, incluso con dos ocupantes mueve el Sym Symphony ST con mucha dignidad.

Por eso moverse en ciudad con el Symphony ST es una tarea agradable y hasta amena ya que su motor siempre ofrece una aceleración buena y la estrecha carrocería colabora a una buena movilidad entre coches. Además, los movimientos son fluidos gracias a su ligereza y acertadas geometrías de dirección. Se mueve bien y deprisa en su entorno predilecto, el corazón de la ciudad. Y sin incurrir en un consumo alto de combustible pues aunque traga más de los 3 litros anunciados en su presentación se sitúa en torno a los 4l/100 km, una cifra bastante razonable para una mecánica de carburador.

Su velocidad punta que ronda los 100 km/h no es lo más indicado para abandonar el casco urbano salvo de forma esporádica y siempre que podamos evitando circular por autovía, donde además no disfrutamos en absoluto porque tampoco está preparado preparado para brindarnos protección frontal necesaria.

Los frenos cuentan con una dotación muy solvente gracias sus discos bien dimensionados en ambos ejes. Ofrecen la potencia necesaria para detener el Symphony ST con total suficiencia incluso en las frenadas más apuradas, donde demuestra un buen mordiente, sobre todo de delante.

Las suspensiones son sencillas pero no pecan ni de duras ni de excesivamente blandas o rebotonas. Gestionan los baches sin descomponerse, contando con la suficiente consistencia para hacer del Symphony ST un scooter confortable y dinámicamente muy efectivo..

Compacto y habitable

Para el conductor el puesto de conducción es cómodo, con bastante sitio para las piernas y el apoyo de los pies, independientemente de la talla, contando además con un escudo de cierta anchura que proporciona buena protección para las piernas. La postura es natural, sin forzar las rodillas y con los brazos descansando cómodamente en el manillar con contrapesos, un detalle de calidad.

En cambio, el espacio no es uno de sus puntos fuertes cuando vamos acompañados ya que penalizan sus recogidas dimensiones en un detalle; los pies del pasajero bien anclados en sus estriberas retráctiles tocan habitualmente los del piloto cuando para en los semáforos, aún habiendo un espacio suficiente para ambos en el asiento de diseño corrido.

Su ligereza hace que las maniobras en parado sean muy sencillas y eso es un dato importante para el público femenino que también verá en su accesible asiento a 792 mm otro argumento a favor. Pero sin duda, la facilidad de conducción es uno de los principales reclamos para ellas.

Generoso hueco bajo el asiento

El asiento cuenta con doble apertura desde el clausor y también desde la piña izquierda donde hay un pulsador de “seat open”. Al abrirlo encontramos el tapón de acceso al depósito de gasolina de 7,5 litros y el hueco donde guardar el casco. Es un espacio muy amplio para tratarse de un scooter con llantas de 16 “ ya que acoge sin ningún tipo de problema cualquier caso integral, por grande que sea la calota.

En esto de poder guardar un casco integral en un rueda alta, SYM fue pionera hace unos años y continúa ofreciendo uno de los huecos más generosos bajo el asiento entre los scooters de su especie. Ahí también encontramos el típico cortacorrientes amarillo que tradicionalmente SYM instala en muchos de sus scooters. Y no le falta el gancho portabolsas como apoyo indispensable para sacarle el mejor partido a la plataforma plana.

Buena presencia

Sacamos mucho parovecho de él como vehículo cotidiano que ha sido ataviado con una carrocería que le da muy buena presencia gracias a un diseño original y elaborado: cuenta con un generoso faro frontal de elegante diseño apoyado por una matriz de 8 diosos LED para la luz de posición integrada en el intermitente. Y detrás equipa también una grupo óptico en el que dispone de LED's para la luz de posición y la de freno, con los intermitentes flanqueando en el mismo conjunto. Estos toques de vanguardia contrastan con una elegancia de líneas bastante personales, realzando la sensación de calidad del producto.

En cuanto a equipamiento, como ya hemos dicho, no tiene nada que envidiar a scooters más caros, incluso ofrece auténticos detalles premium, como la toma USB situada en su guantera frontal con llave, donde a la izquierda podemos guardar los papeles y a la derecha enchufar directamente el móvil, pues hay espacio suficiente pero tampoco pretendas guardar un iPhone 6 plus.

La instrumentación ofrece una imagen más sofisticada y completa de lo normal en un rueda alta pero peca de aportar una visibilidad mala con luz de día por los reflejos que provoca su carcasa y los colores elegidos. Aún así ofrece buenas dosis de información con hora, nivel de gasolina y de la batería, así como dos contadores parciales. Además permite intercambiar el tacómetro con el velocímetro en la esfera grande y la pantalla inferior, una funcionalidad chula aunque poco útil.

Hay un detalle que nos resultó un poco molesto y es que la llave a pesar de ser contar con un acertado diseño articulado para no clavárnosla en la pierna o golpearla, tiene un espacio que la deja muy encajada y entorpece las labores de bloqueo/desbloqueo.

Pero en líneas generales el SYM Symphony ST es un scooter de rueda alta repleto de buenos detalles con un elaborado diseño y de una calidad general que se corresponde muy bien con su precio, a pesar de montar un motor alimentado por carburador.

El SYM Symphony ST 125 se comercializa en tres colores: banco, negro y bronce. A su competitivo precio de 2.199 € tenemos que sumar la garantía de cinco años que SYM ofrece en toda su gama de scooters, un argumento de peso que evidencia la confianza que la marca taiwanesa tiene en la calidad y fiabilidad de sus scooters.