Fotos: Carolina F.varela

Hacía varios años que esperábamos su llegada y por fin Quadro lo ha lanzado, dándonos además la oportunidad de subirnos a él en Madrid, donde la marca suiza ha abierto su primera tienda en España. Aunque pronto habrá más tratando de dar cobertuar a todo el territorio nacional.

Quadro4 es una propuesta de movilidad diferente basada en su modelo de tres ruedas que al recibir una cuarta en el eje trasero, se adentra en un terreno hasta ahora desconocido; un perfecto híbrido coche-moto que no es ninguna de las dos cosas pero supone una alternativa a ambas.

Aún así, por su comportamiento está más cerca de un scooter que de un turismo por una sencilla razón: tiene la capacidad de tumbar. Y es además una capacidad extremadamente desarrollada pues alcanza una inclinación de hasta 45º. Ese es el límite hasta donde podemos tumbar con total seguridad, ya que las cuatro ruedas garantizan una adherencia total en cualquier tipo de superficie. 

Quadro4: más moto que coche

Pero veamos cómo Quadro ha planteado este revolucionario concepto desde todos los puntos de vista para lograr que sea un práctico vehículo de uso cotidiano y recreativo.

Por eso es fundamental en su filosofía poder conducirlo con el carnet B de coche (no hacen falta tres años de experiencia) y de moto, algo que facilita el acceso a cualquier tipo de usuario en busca de una alternativa de movilidad innovadora, segura y divertida.

En la parte frontal todo es muy normal pues a nadie le extraña ya ver un maxiscooter con dos ruedas delanteras: primero fue elPiaggio  MP3, más tarde Quadro3 y se unieron al club Peugeot con el Metropolis y Yamaha con el Tricity.

Pero las dos ruedas traseras es algo que llama poderosamente la atención. Lo cierto es que la trasera en un primer momento es hasta desconcertante con un diseño audaz en cuanto a su vanguardista apariencia, con el escape entre ambas ruedas, dándole una armoniosa geometría a la vista trasera impropia de una moto.

Ya vemos que la transmisión final es mediante una correa pero su gran secreto que no oculta es la suspensión hidroneumática, un elemento patentado (Hydraulic Tilting System) que funciona gracias a un circuito de aceite ya que los amortiguadores en realidad son émbolos neumáticos con aceite. Este ingenioso sistema es el responsable tanto de la capacidad de inclinación como de la tendencia a mantener la verticalidad en parado. 

Para poder articular el movimiento, delante hay un trapecio inferior de fundición con unas bieletas superiores mientras que detrás son dos basculantes los encargados de formas el eje con las dos ruedas. Decir que los cuatro neumáticos son de la misma medida y son intercambiables con lo cuall se puede alargar la vida de las gomas que al tener cuatro puntos de apoyo, sufren menos desgaste que una moto o scooter convecional.

› Datos técnicos, precio y vídeo Quadro4

Lo mejor del sistema es que no tiene la complejidad técnica de un MP3, contando con las mismas ventajas, y esto contribuye a que su peso no sea de gran tonelaje a pesar de poner sobre la báscula una rueda más: 256 kg. También suponemos que será una ventaja en caso de que el sistema se dañe por algún accidente.

El motor es totalmente nuevo y ha sido desarrollado por Quadro pero lo fabrica Aeon, igual que el resto del vehículo. Se trata de un moderno bloque de 346 cc alimentado mediante inyección electrónica cuya potencia declarada es de 30 CV y el consumo anunciado de 4 l/100 km.

La mayor novedad es que cuenta con un diferencial para poder transmitir la potencia a las dos rueda motrices posteriores y no hace funciones basculantes como en los scooters convencionales. Su ubicación central ha sido clave para lograr un buen repartos de pesos así como un bajo centro de gravedad.

En cuanto a la normativa anti contaminación, es un motor Euro 3 pero la legislación no exige la Euro 4 como a los vehículos convencionales de de dos ruedas por cuestiones de homologación.

Estas mismas obligan a otras cosas como tener un freno combinado que se pueda accionar con un pedal con el pie derecho. Esto resta espacio para la ubicación del pie pero en el caso del Quadro4 ha dejado un espacio generoso para incomodar a usuario por la presencia del pedal.

En el Quadro hay dos elementos clave: la palanca lateral que bloquea la rueda trasera y la grande roja tras el escudo que desbloquea el sistema de suspensión para poder arrancar y que tenga la capacidad de bascular lateralmente.

La primera está integrada en la carrocería cuando estamos en marcha y levantada cuando estamos parados y no deseamos que el Quadro4 pueda desplazarse adelante/atrás. Se desbloquea desde el clausor, girando la llave hacia la izquierda y debemos tener cuidado de acompañar suavemente con la mano al desbloquear porque sino dará un viento golpe en la carrocería.

Una vez que hemos hecho esto, si intentamos arrancar sin haber tirado de la palanca roja, el motor corta encendido y no permite comenzar la marcha hasta que no lo hayamos hecho permitiendo así entrar en acción al sistema de suspensión.

Quadro4: una dinámica desconocida

Es cuando aceleramos y salimos por fin a probar nuestro llamativo vehículo de cuatro ruedas, atrapando miradas desde el mismo arranque.  Al principio la sensación es extraña porque no se comporta con la naturalidad de un maxiscooter convencional. La primera sensación a baja velocidad es de pereza y poca precisión al girar pero tampoco ayuda nuestro desconocimiento del vehículo.

Aunque rápidamente no damos cuenta de que esto no es así sino que tenemos que habituar nuestra cabeza a la especial dinámica que propone el Quadro4. Efectivamente, en solo unos centenares de metros ya estamos haciendo un eslalon de prueba muy revelador; es mucho más ágil de lo que nos imaginábamos.

Igualmente, cuando alcanzamos una calle con bastante tráfico al principio nos cuesta meternos entre los coches porque no hemos establecido plena confianza con sus medidas y los movimientos a baja velocidad. Pero poco después estamos ya perfectamente preparados para zigzaguear con mucha más soltura, percibiendo mucha más precisión en los movimientos.

Al llegar a un semáforo solo tenemos que apretar las dos manetas de freno para conservar la verticalidad y no tener la necesidad de bajar los pies de las plataformas. Pero de todos modos el sistema siempre tiende a mantenerse rígido en parado, lo que es una ventaja en este sentido.

Desde los primeros metros, el motor también demuestra que es un buen complemento, ofreciendo una inesperada buena aceleración que mantiene a medio régimen. Además cuenta con dos ejes de equilibrado para minimizar las vibraciones y efectivamente se nota su presencia ya que es muy discreto en este sentido.

El Quadro4 hace valer sus 30 CV aunque su rendimiento óptimo no se encuentra en la zona más alta del tacómetro, donde se muestra mucho más tibio y no permite tener una gran estirada final. Aún así no tiene problemas para mantener cruceros en torno a los 125 km/h, una cifra suficiente para moverse con soltura por la ciudad y alrededores.

Divertido como una moto, seguro como un coche

Lo mejor comienza cuando ya hemos tomado el pulso al sistema y comenzamos a explorar sus límites que están muy claros: 45º máximos de inclinación. Hasta ahí podemos forzarlo todo lo que deseemos porque no muestra la más mínima duda, infundiéndonos una confianza que nos invita a disfrutar de una tumbadas radicales cada vez que tenemos la ocasión.

El sistema tiene un carácter subvirador que nos obliga a adecuarnos a estas característica pero una vez que sabemos anticiparnos, ya que hay que comenzar antes la trazada, hacemos cada vez con mayor precisión las curvas.

La ausencia de caballete y pata de cabra hacen que sea muy complicado arrastrar los bajos y esto hace que disfrutemos de unas inclinadas de escándalo, dejando boquiabiertos a todos los incrédulos espectadores de nuestras espectaculares plegadas.

Otro gran beneficio del sistema es la facilidad para subir y bajar bordillos, donde las cuatro ruedas hacen que todo sea muy sencillo pues suavizan enormemente la transición de la altura gracias al doble de apoyos. Y por supuesto pasar por encima de resbaladizos pasos de cebra o cualquier otra señal pintada, incluso sobre las inquietantes rejillas metálicas no altera lo más mínimo la adherencia al contar con cuatro puntos de apoyo.

En general el confort es otra de sus señas de identidad tanto por la posición de conducción como por el comportamiento de las suspensiones aunque se muestran secas en los baches más pronunciados. Las llantas de 14 pulgadas son un buen compromiso entre estabilidad, agilidad y capacidad para gestionar baches junto a las suspensiones.

La pantalla negra de diseño muy deportivo cuenta con el tamaño apropiado para no echar de menos otra más alta aunque Quadro la ofrece como opción. Entre la lista de accesorios originales también destacan el antirrobo, los deflectores de manos y piernas, el baúl trasero de 48 litros o la manta térmica específica.

Es importante recalcar que su capacidad bajo el asiento poco tiene que ver con su voluminosa carrocería, ya que la ubicación central del motor ha hecho que no se pueda diseñar un gran hueco para dos cascos integrales. El Quadro4 tiene espacio para un casco integral que se aloja al revés. El hueco cuenta tanto con luz de cortesía como con toma de corriente, algo que también encontramos en la pequeña guantera (sin llave) bajo la palanca de desbloqueo de la suspensión y la otra guantera que tampoco tiene llave.

El original diseño es otro de los puntos claves del Quadro4 aunque la calidad de los acabados no tiene la exquisitez que se espera de un vehículo de 10.000 €. En este sentido, puede que la empresa Aeon, encargada de su ensamblaje, no cuente con el suficiente nivel de detalle para ofrecer unos remates equiparables a Piaggio o Peugeot, por nombrar dos rivales de tres ruedas, lo más parecido en el mercado.

Pero desde luego no es suficiente para que esto empañe el gran trabajo hecho en cuando a la parte ciclo y todo el original sistema de suspensión para las cuatro ruedas. El Quadro4 nos ha sorprendido muy gratamente y merece una oportunidad por la audacia de la propuesta cuyo precio tampoco nos parece desorbitado teniendo en cuenta, no sólo lo que cuesta un tres ruedas sino un maxiscooter premium de gran cilindrada.