Fotos: Lluís Llurba
BMW tiene en sus dos megascooters, C 650 Sport y C 650 GT, una apuesta fuerte para exportar su filosofía al segmento más elitista del mercado del scooter. Y si en su primera versión, ambos modelos tuvieron pequeñas lagunas debido principalmente a su juventud, en 2016 se han presentado con las mejoras precisas para hacer valer los buenos mimbres con los que irrumpieron en 2012.
Estrechando el cerco al Yamaha T-Max
De hecho, las listas de modelos más vendidos mes a mes reflejan un incremento paulatino pero constante de las ventas de ambos modelos. Pero es la versión deportiva C 650 Sport, la que más furor hace entre los usuarios y se han convertido en una tentadora opción al Yamaha T-Max, un modelo que domina con una autoridad insultante el segmento desde que él mismo lo inauguró en 2001. Las causas de que esté comenzando a ser un serio rival para el Yamaha T-Max son principamente dos:
Más potencia: son 60 CV del BMW frente a 46 CV del Yamaha. Y más capacidad de carga gracias al sistema Flex Case que convierte al C650 Sport en el único megascooter de corte deportivo capaz de guardar dos cascos integrales bajo el asiento.
Y los precios son prácticamente idénticos, por eso cada detalle cuenta y el C 650 Sport está lleno de buenos destellos.
Pero aún así, de momento el BMW no ha sido capaz de replicar el tacto casi eléctrico y la respuesta del T-Max que a pesar de tener meno caballos, ofrece un tacto de motor todavía no igualado por ningún otro megascooter, salvo el Suzuki Burgman 650 que realmente se orienta a un público sensiblemente diferente.
Novedades BMW C 650 Sport 2016
Centrémonos en nuestro aspirante. BMW ha incorporado pequeñas pero numerosas mejoras en la versión 2016 que han hecho un producto más redondo sin marcar un antes y un después.
Por eso se ha revisado tanto el tarado de las suspensiones como el ajuste de la transmisión, dos elementos cruciales en la conducción que colaboran en unas mejores sensaciones generales.
También se ha mejorado la cinemática tanto del caballete como de la pata lateral. Ahora ambos se arman con mucho menos esfuerzo y esto es algo que se disfruta todos los días. Recordemos que la pata integraba e integra el freno de estacionamiento y esto endurecía notablemente sus movimientos pero BMW lo ha solucionado, tal y como hemos podido corroborar durante la prueba.
Además, esta nueva generación integra en el ABS un control de tracción ASC, un elemento que no ofrece su rival japonés.
Y también se ha trabajado el tema estético con nuevos colores, otra instrumentación y sobre todo un nuevo escape cuyo diseño va mucho más acorde con el espíritu deportivo del nuevo C650 Sport y aporta un mejor sonido.
Reencuentro con el C 650 Sport
Al no haber cambiado su estética da la impresión de estar ante el mismo scooter pero es solo a simple vista porque los cambios se notan desde el mismo momento del arranque.
La mecánica de origen Kymco sigue sin emitir un sonido bonito pero ha evolucionado sensiblemente, ya que parece ser menos rumorosa. Lo que si se nota es el tacto al acelerador, más preciso, algo esencial para una conducción agradable.
El puesto para los ocupantes es básicamente el mismo pero BMW da la opción de regular (manualmente) la pantalla en dos posiciones. La diferencia entre ambas es tanta que la protección cambia de forma radical.
La máxima altura ofrece una cobertura estilo Gran Turismo y la mínima desprotege notablemente a los ocupantes pero a cambio proyecta una imagen más deportiva. Lo bueno es que la operación de subir y bajar la pantalla se hace fácil y rápidamente mediante unas ruletillas.
El confort es una de sus carecterísticas distintivas ya que la posición no fuerza las extremidades, ofrece apoyo lumbar para el piloto, y además, permite variar la postura al poder estirar las piernas provechando la prolongación de la plataforma.
Motor Euro 4 C 650 Sport
La motorización bicilíndrica de 647 cc no ha sido retocada en esencia, salvo para adaptarla a la normativa Euro 4, lo que ha supuesto una pérdida de 3 Nm respecto a la versión precedente. Es una mecánica que no destaca especialmente por su reprís y poder de recuperación, sino que se muestra algo perezosa al subir de vueltas. El hecho de que la cifra de par máximo de 66 Nm sea a 6.000 rpm influye aunque no debemos olvidar que debe arrastrar 249 kg de peso.
Sin embargo, esta aceleración lineal, no presenta fisuras y con el puño derecho enroscado a fondo, en pocos segundos en C 650 Sport comienza a ganar velocidad con rapidez, exhibiendo un medio régimen bastante más satisfactorio y una gran capacidad para desarrollar una buena punta final.
La velocidad máxima está auto limitada a 180 km/h y el consumo medio durante la prueba se mantuvo en unos márgenes muy razonables para tratarse de una mecánica con dos cilindros; 4,8 l/100 km.
Megascooter ágil y deportivo
Si hay algo en lo que destaca muy positivamente es el comportamiento ya sea en ciudad o en carretera. En un uso urbano, un megascooter de sus dimensiones necesita un buen planteamiento en lo que a geometrías de dirección y centro de gravedad se refiere para poder manejarse con soltura y mostrar agilidad. Y BMW acierta con ambas variables porque el C 650 Sport se muestra muy apto para un intensivo uso urbano ya que se mueve bien, de forma bastante intutitiva. Desde luego en marcha no se notan sus 249 kg.
Pero es en carretera y autovía donde cualquier megascooter tiene que demostrar su verdadera valía a todos los niveles, y si de motor va muy bien armado, la parte ciclo también se muestra solvente. Las sensaciones procedentes de la rueda delantera son de aplomo total sin menoscabar en absoluto la fluidez de movimientos cuando encaramos las curvas. La horquilla invertida y su acertado tarado tienen mucho que decir en esta efectividad dinámica.
De hecho, resulta cómodo en todo momento pero ambas suspensiones cuentan con la suficiente consistencia para digerir un uso más al límite, sin descomponerse en absoluto.
Precisión es otra de los calificativos que perfectamente encajan en las sensaciones de conducción del C 650 Sport, cuyo dinamismo no tiene nada que envidiar a ningún otro rival, y nos referimos principalmente al Yamaha T-Max.
En cuanto a los frenos, no le hace falta recurrir a la pinza de anclaje radial que también se están popularizando en el mundo del scooter. Las pinzas Nissin de doble pistón unidas a un eficaz sistema ABS, son suficientes para frenar el ímpetu del C 650 Sport a pesar de su tamaño. Y en todo momento contamos con potencia y un buen tacto para dosificarla
Dos cascos integrales, clave del BMW C 650 Sport
Si hay algo en lo que ningún megascooter deportivo puede rivalizar con el C 650 Sport es en el hueco bajo el asiento. Ni Yamaha T-Max, ni Aprilia SRV 850, ni el Kymco AK 550 que llegará en 2017, son capaces de alojar un par de cascos bajo el asiento y esto es un dato muy importante a favor del megascooter alemán.
La clave se llama Flex-Case y básicamente es un sistema que da la posibilidad de expandir la parte posterior del hueco hacia abajo para poder guardar un segundo casco. Como se puede ver en la imagen, la trampilla despliega una malla de alta resistencia hasta prácticamente la rueda. Esto condiciona su uso únicamente a cuando está parado, pues en marcha sería imposible rodar. Pero por si acaso lo olvidamos, cuando está desplegado el Flex-Case, el motor tiene cortado en encendido.
Datos técnicos BMW C 650 Sport >
Si alguien tiene dudas sobre la seguridad del casco guardado, debemos apuntar que es imposible que salga, no solo porque la malla está preparada para aguantar un ataque de un objeto cortante, sino porque además el hueco que deja no sería suficiente para poder extraerlo. Es un sistema realmente bien pensado y le da un interesante plus de carga frente a su competencia.
En cuanto a las guanteras, tiene dos pero su utilidad es limitada no por el tamaño que es generoso, sino porque ninguna de ellas cuenta con cierre. Se puede aprovechar la izquierda para recargar el móvil ya que cuenta con una toma de corriente de 12 V.
Equipamiento BMW C 650 Sport
Aparte de la nueva instrumentación, con ordenador a de abordo, y la gran calidad de tacto materiales empleados en su fabricación, ofrece poco más sin pasar por caja. Y la lista de accesorios es muy amplia. Nuestra unidad contaba con puños y asientos calefactables, dos elementos de gran interés, sobre todo si donde vives llueve y hace frío en invierno. Esto te ayuda mucho a aliviar las bajas temperaturas y es parte del equipamiento incluido en el paquete opcional que montaba, denominado “Alta Gama”. Cuesta 1.060 € pero además también incluye luz diurna LED, intermitentes LED y RDC que es el control de presión de los neumáticos.
BMW no ha modificado el sistema de llenado del depósito de gasolina que la tapa se despliega hacia adelante y eso la hace peligrar, ya que si la abrimos antes de bajar, algo habitual, podemos golpearla al pasar la pierna hacia cualquiera de los dos lados. Un pequeño detalle a mejorar en un megascooter con grandes virtudes generales que va ganando de forma merecida cuota de mercado a base de calidad, buen comportamiento e ingenioso sentido práctico.
Fotografías prueba BMW C 650 Sport
