Fotos: Carolina F.Varela

Triumph ha acertado de lleno con el lanzamiento de la serie Bonneville Street, una gama compuesto por tres modelos muy particulares y que, aunque comparten motor y parte ciclo, son muy diferentes entre sí. La Street Twin, la primera en llegar, es la más clásica, la que sigue la línea de las primera Bonneville. Después apareció la Street Scrambler, toda llena de detalles que la hacen inconfundible. Y la última en llegar es la Street Cup, una Cafe Racer con mucha personalidad cuya imagen es difícil que deje indiferente a nadie.

La Street Cup toma de base la Sreet Twin, empezando por su motor de 900cc de dos cilindros y su acelerador electrónico, el control de tracción y el embrague antirrebote, como principales características. También son iguales las suspensiones, frenos y chasis, pero con unos “simples” cambios estéticos parecen dos motos completamente distintas.

Esencia café racer

triumph bonneville street cup prueba perfilLo de “simples” con comillas no es gratuito, realmente son pocos pero muy acertados y hace que la nueva Bonneville llame mucho la atención. El primero, el asiento tipo bala, con una tapa de colín a juego con los colores del depósito. Una tapa fácilmente desmontable pero que sin ella se rompería el encanto. Luce igualmente su pequeña cúpula deflectora, que resulta efectiva en marcha, no es un adorno sin más. Los semimanillares, con los retrovisores en los extremos, las estriberas retrasadas y los dos escapes tipo megáfono completan la preparación.

Esta estética tan marcada hace que resulte complicado apartar la vista de ella. Perdí la cuenta de cuántas personas me han preguntado por ella en la calle o en los semáforos, tanto motoristas como conductores de coche. La mayoría de ellos terminaban la conversación con un “es muy bonita”. Sí que lo es.

triumph bonneville street cup prueba instrumentacionTras pasar un rato mirándola, llega la hora de subirse a ella. Antes de poner el culo en su suave asiento de piel alcántara es fácil pensar que la postura de conducción no va a ser la más cómoda del mundo debido a los semimanillares tipo Ace y las estriberas retrasadas. Pero una vez encima te das cuenta de que la posición de conducción es más erguida de lo que cabría esperar, aunque sí que es cierto que las muñecas sufren más que en una naked más convencional, pero es el tributo que hay que pagar por pilotar una auténtica café racer y no creo que coja de sorpresa a nadie. Por otro lado, la baja altura del asiento permite llegar al suelo con mucha facilidad.

Sus retrovisores ofrecen una buena visión, pero si dejas la moto en la calle acuérdate de revisar su colocación. Su posición en el extremo del manillar llama demasiado la atención y son muchas las veces que me los han movido.

Otro aspecto cuidado es el cuadro de instrumentos, compuesto de un panel de doble esfera con velocímetro y tacómetro. Cada uno de ellos alberga don pequeñas pantallas digitales a las que se accede mediante un botón situado en el manillar izquierdo. La información ofrecida es la de marcha engranada, dos parciales, nivel de combustible, autonomía, consumos medio e instantáneo y reloj. También permite desconectar el control de tracción.

Motor suave y con mucho par

Arrancar el motor, siempre con el embrague accionado, es otro de los grandes atractivos de la Street Cup. El grave aunque no exagerado sonido que emiten sus dos escapes recortados es evocador. Invita a dar un pequeño toque de gas en vacío para sentirlo bien y, sobre todo, a insertar la primera para lanzarse a la calle.

triumph bonneville street cup prueba accion calleSu funcionamiento general destaca por la suavidad, desde la propia arrancada, destacando el suave cambio y la precisión del embrague. Su entrega de potencia en bajos y medios permite conducir sin estrés, sin necesidad de jugar con el cambio ni con el embrague. De hecho, al principio no parece que estemos hablando de una moto de sólo 55 CV, pues es muy lineal la entrega desde el bajo régimen. En territorio urbano esta potencia es más que suficiente y se puede llevar la Triumph como si fuese un coche diésel, entre 2.000 y 4.500 rpm (corta a algo más de 6.000 rpm). Otra cosa es al salir a la carretera, en donde se echa de menos una sexta marcha que permitiera estirar un poco más. A 120 km/h en autopista, aunque las vibraciones no son exageradas, sí que se dejan notar, más que el viento, por cierto, gracias a su pantalla deflectora. Ahora bien, no deja de ser una naked, por lo que el viento no llega al pecho pero sí al casco.

Las curvas, su territorio favorito

Mejor que en vías rápidas, donde se disfruta con la Street Cup es en las carreteras de curvas, lugar donde resulta más fácil sacar partido a un propulsor con tanto par en medio régimen. El control de tracción, que es desconectable, ayuda a disfrutar incluso cuando el asfalto no se encuentra en el mejor estado. Su acelerador electrónico permite controlar con mayor precisión, mientras que el ABS ofrece un funcionamiento óptimo en las frenadas, tanto el delantero como el trasero. Y eso que sólo monta un disco delantero. También resulta de gran utilidad su embrague antirrebote, elementos todos ellos que no se ven en todas las motos de su categoría.

triumph bonneville street cup prueba curvasEsa ergonomía de la que hablaba anteriormente, más vertical de lo que pudiera parecer en un principio, permite afrontar los giros con confianza, sobre todo al principio mientras se va conociendo la moto. Pero después, sin darte cuenta, vas encorvando la espalda, abriendo los codos y pegando las piernas al depósito. Es entonces cuando te sientes un auténtico piloto saliendo del café intentando bajar tu mejor tiempo camino de la siguiente cafetería. Hasta cambia el sonido de la moto, las retenciones son más bruscas y por los escapes se escuchan las detonaciones que si no estás acostumbrado pueden llegar incluso a ser molestas.

Las suspensiones responden correctamente, aunque sus dos amortiguadores traseros ofrecen un tacto un tanto seco, transmitiendo demasiada “información” en la espalda. La horquilla, en cambio, sí que cuenta con un tarado más confortable. En ciudad es donde más se aprecian más lo defectos, una vez en carretera abierta el comportamiento no desentona con el resto del conjunto.

De todas formas no es una moto para hacer muchos kilómetros de continuo, empezando por la capacidad de su depósito, de 12 litros, aunque sus consumos están bastante ajustados –entre 3,8 y 4.1 litros a los 100 kilómetros hemos sacado, dependiendo del tipo de uso-. Pero está claro que es su posición de conducción la que te obligará a parar de vez en cuando a parar. Es el momento ideal para aprovechar a poner a cargar el móvil en la toma USB colocada bajo el asiento y, sobre todo, para tomarse un café en una terracita y disfrutar de las vistas.

Conclusión

triumph bonneville street cup prueba opinionMoto idónea para quien busca algo diferente, con una estética rompedora y que además permita desfogarse en carreteras reviradas los fines de semana. No es todo fachada en la Street Cup, su funcionamiento se encuentra incluso por encima de su imagen, con una suavidad de funcionamiento propia de motos superiores en cuanto a prestaciones, que no en precio, que es de 10.500 euros. Además, se pude limitar para ser conducida con el carnet A2 de moto.

Equipamiento piloto:

Accesorios originales Street Cup

Cientos de personalizaciones
 triumph bonneville street cup prueba accesoriosTriumph ha puesto en el mercado más de 120 accesorios originales para conseguir una mayor personalización de su Bonneville Street Cup. Algunos de estos accesorios son puramente estéticos, como las manetas de aluminio macizo, el portamatrículas o los intermitentes de LED, pero otros afectan al funcionamiento del motor, como los silenciosos Vance & Hines, y de la parte ciclo, como los amortiguadores Fox regulables. Es un modelo de estética minimalista con todas las papeletas para convertirse en un modelo fetiche para preparadores. 

Rivales Triumph Street Cup

Son muchas las motos retro que hay hoy en día, aunque el listado de las puramente café racer es algo inferior, sobre todo si tenemos en cuenta las que realmente son rivales por prestaciones. Dentro de las de mayor cilindrada encontramos varios modelos como la Triumph Thruxton y Thruxton R, o la Yamaha XJR1300 Racer, pero no se pueden considerar rivales al 100%. Por tanto, sus dos principales contendientes son la Moto Guzzi V7 III Racer y la Ducati Scrambler Café Racer.

moto guzzi v7 ducati scrambler cafe racer

Ducati Scrambler Café Racer. 75 CV. 11.190 euros.
Sobre la base de la Scrambler Icon, Ducati ha preparado una preciosa montura con todos los elementos propios de las motos de su estilo, incluidos los semimanillares, las placas portanúmeros, el asiento monoplaza o la pequeña cúpula. La italiana cuesta casi 700 euros más, pero a cambio ofrece mayor potencia.

Moto Guzzi V7 III Racer. 54 CV. Precio no disponible
De las cuatro versiones de la Moto Guzzi V7 III, la Racer es la más parecida a la Street Cup. Su equipamiento es excepcional, con amortiguadores Öhlins regulables y asiento deportivo para dos personas. Su motor en V es su principal seña de identidad.

Fotos Triumph Bonneville Street Cup