Fotos: Carolina F. Varela

Con tanta discusión actual sobre movilidad urbana, no es de extrañar que los ciudadanos busquen vehículos logicos para moverse de manera rápida, eficaz y económica. De ahí, que el segmento de los scooter de 125 sea tan importante, pues éstos reúnen todas esas características, además de poderse conducir con el carnet de coche.

Dentro de este segmento los hay de todo tipo, tamaño y precio, incluso los hay de primera clase, o premium, que es como más les gusta a las marcas hablar de ellos. Así es como la propia Honda define al Forza 125, el scooter que pelea por ser la referencia del mercado.

Equipamiento premium y gran capacidad  

El catálogo de scooter 125 de Honda cuenta con varios modelos, pero es el Forza el más selecto, algo que se nota desde el primer momento. Está muy bien equipado, con sus luces de LED delanteras y traseras que ofrecen una estética singular y una gran visibilidad. Otro elemento diferenciador son los intermitentes ubicados en los retrovisores que han elevado su ubicación en 2017 para mejorar la visibilidad, ofreciendo ese plus de seguridad al verse mejor por el resto de usuarios de la vía.

Bajo su asiento aparece un enorme hueco para dos cascos, con un útil separador para diferenciar distintos espacios y que puede colocarse de distintas maneras, dependiendo de las necesidades de cada uno. Los cascos entran sin problemas, sin necesidad de comerse la cabeza para encontrar la manera de cerrar luego el asiento pues entran de sobra. Eso sí, no hay luz de cortesía pasa iluminarlo ni amortiguador para evitar que el asiento se cierre, pero el muelle de la bisagra no permite que esto ocurra. En la parte delantera hay una guantera adicional, de gran tamaño y sin cerradura, con una toma de 12V en su interior para cargar dispositivos electrónicos.

En el caso de llegarse a cerrar sin querer y se quedara la llave dentro, no hay que preocuparse, el Forza 125 dispone de llave inteligente o de proximidad -smart key-, por lo que se terminaron los sudores de dejarse la llave en el hueco. Este dispositivo es cada vez más frecuente y resulta realmente cómodo, basta con llevarlo dentro de un bolsillo para poder realizar las operaciones de bloqueo de la dirección, puesta en marcha y apagado del motor, y apertura del maletero y del acceso al depósito de combustible. El “llavero” tiene un botón para encender los intermitentes a distancia, algo que al principio no le di mucho valor hasta que lo dejé aparcado en un garaje público con muchas motos y no recordaba el sitio exacto. Empecé a apretar el botón hasta que vi las luces naranjas que me indicaron su ubicación.

Silenciosa y suave  

Todos estos detalles están muy bien, pero está claro que igualmente importante o más es saber qué ocurre cuando se pone en marcha. Pues bien, lo primero de todo es que al arrancar, si ya se está con el casco puesto, apenas se oye el motor. Creo que es el scooter más silencioso que he probado en mucho tiempo, si exceptuamos el BMW C-Evolution eléctrico, obviamente. Es un gran acierto éste, teniendo en cuenta el problemas de contaminación acústica en las ciudades y donde cada vez habrá más restricciones en este sentido.

También son muy fáciles las maniobras en parado gracias a peso reducido del Forza -159 kg-, y eso que su asiento no es especialmente bajo. Lógicamente, tener tanto hueco hace que se eleve hasta los 780 mm de altura, lo que por otro lado permite tener muy buena visión de todo lo que ocurre delante de la pantalla. Ésta, por otro lado, es regulable en seis posiciones, con lo que la protección en carretera es casi total. Otro detalle premium a tener en cuenta que permite ahorrar dinero en accesorios.

Bajo esta pantalla está ubicado el panel de control, muy completo y formado por dos relojes analógicos -velocímetro y tacómetro- y una pantalla LCD entre ambos retroiluminada y de gran tamaño con mucha información disponible. Resulta fácil su lectura una vez sentado en el cómodo y amplio asiento del Forza. Piloto y acompañante gozan de un buen mullido, con mucho espacio para mover las piernas el conductor gracias a su su doble superficie, y con dos estriberas retráctiles para el de atrás. Y es que la ergonomía de este scooter es excelente, con el manillar colocado de manera que los brazos pueden ir lo suficientemente doblado para evitar la fatiga pero manteniendo un buen control del manillar.

Y ahora sí, ya no me entretengo más y salgo a disfrutar de este scooter 125 por la ciudad y alrededores, que es el lugar para el que ha sido diseñado este modelo. Lo primero que llama la atención es la ausencia de vibraciones y la instantánea respuesta del acelerador. La entrega de potencia es muy lineal, con un motor muy lleno desde muy abajo del todo y con una estirada que le permie afrontar trayectos extraurbanos con suficiencia.

La aceleración del Forza 125 es realmente fulgurante, hay pocos modelos de su categoría que le igualen en este sentido. El secreto se encuentra en su nuevo motor de inyección que rinde una potencia de 15 CV con tecnologías PGM-FI y de baja fricción -enhaced smart power. Sin apenas esfuerzo, el scooter sale disparado desde parado, dejando al resto de coches atrás hasta la llegada del siguiente semáforo.

Tecnología Idle Stop  

En ese momento, cuando se cierra el gas y nos detenemos, entra en juego el sistema “Idle Stop”, apagándose el motor para ahorrar combustible y dejar de emitir gases contaminantes. Su funcionamiento está muy logrado, poniéndose en marcha el propulsor inmediatamente con sólo realizar una insinuación en el acelerador. Es más, el encendido del propulsor al abrir gas se produce mientras el scooter comienza a avanzar, se realiza todo de manera muy rápida. Aún así, el sistema se puede desconectar mediante un botón colocado en el manillar, pero es tan bueno su funcionamiento que creo que no tiene mucho sentido prescindir de él.

La ya comentada agilidad para maniobrar en parado gracias a su ligereza es también una ventaja en movimiento. El Forza 125 gira muy bien, además de resultar muy estable tanto en curvas lentas como en las rápidas. Las suspensiones funcionan de manera sobresaliente y sólo la respuesta de sus dos amortiguadores traseros resulta un poco seca al pasar por grandes baches y resaltos. La frenada es otro de sus puntos fuertes, con un buen tacto y con sistema ABS -de serie- para solventar las situaciones más comprometidas pero sin resultar intrusivo en ningún momento.

Sólo se ve penalizado Forza en la ciudad por la colocación de los retrovisores que sobresalen lateralmente, con lo que hay que tener cuidado al pasar entre los coches. Esa posición facilita la visión de todo lo que ocurre por detrás del piloto sin necesidad de girar la cabeza, pero obliga a extremar la atención si no se quiere terminar golpeando alguno de los espejos. Recuerda que el impacto puede suponer romper el intermitente situado en él, lo que puede acarrear un gasto importante.

Este inconveniente desaparece en cuanto se sale de la ciudad, entorno en el que por motor los scooter de 125 sufren más. Pero el Forza rinde bien también en las vías rápidas gracias a su buena aceleración y su velocidad punta, por encima de los 110 kilómetros por hora. Incluso pilotando al máximo de su capacidad no hay ni rastro de vibraciones, aunque sí que se dispara el consumo, alcanzando cifras cercanas a los 3,3 litros a los 100 kms. En la ciudad hemos registrado unas cifras de 2,6 l/100 km, algo superiores a los 2,2 l/100 km que anuncia Honda.

Conclusión  

El Honda Forza 125 es todo un ejemplo de buen funcionamiento general, efectividad dinámica y de desarrollad sentido práctico. Aunque su tamaño es contenido, bajo su asiento hay un enorme hueco en el que caben sin problemas dos cascos integrales. La suavidad de su motor es notable, sin vibraciones y muy silencioso, pero con unas prestaciones por encima de la mayoría de sus rivales. Su aceleración es decidida, algo esencial para un uso eminentemente urbano, sin que ello dispare el consumo, el cual es muy bajo en ciudad. Suspensiones y frenos brillan igualmente en un scooter cuyo mayor inconveniente sea el precio, superior al de todos sus rivales aunque también supera a todos en calidad y equipamiento.

Rivales  

Reñida la categoría de los scooter 125 premium, con muchos y buenos representantes de las principales marcas. El principal rival del Forza 125 -4.950 euros- es el Yamaha X-Max -4.749 euros-, similar al de Honda en muchos aspectos, como en la capacidad de carga, las prestaciones de su motor, sus acabados, su enorme hueco bajo el asiento... Algo menos de capacidad tiene el Kawasaki J125 -4.825 euros-, pero igualmente unos acabados destacados y un motor de suave funcionamiento. Este japonés utiliza la base del Kymco Super Dink -4.299 euros-, renovado este mismo y del que ya hemos tenido ocasión de probar. El salto cualitativo del taiwanés ha sido importante en 2017 para poder pelear de tú a tú con los más selectos de la categoría.

Equipamiento piloto

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