- Prueba en el circuito de Ascari
- Nuevo motor, la joya de la corona
- Parte ciclo: tacto de moto
- Noodoe: el futuro ya está aquí
- Ergnomía y volumen de carga
- Conclusión
El Kymco AK 550 es uno de los modelos más esperados de 2017, el producto más ambicioso de la historia de la marca taiwanesa que bajo la dirección de Allen Ko, su Presidente, ha entrado en una nueva era inaugurada en toda su dimensión por este nuevo megascooter de corte decididamente deportivo, dotado con un nivel de equipamiento y tecnología que lo lleva directamente a rivalizar con lo mejor de este elitista segmento. Y con la ventaja de contar con el precio más ajustado: 9.949 euros.
El paso dado adelante por Kymco con este modelo es muy importante en cuanto a innovación, por eso se han desarrollado hasta 45 patentes propias, entre las que destaca el sistema de conectividad Noodoe que abre las puertas a un nuevo panorama de interacción entre piloto y máquina.
Otras muchas patentes están concentradas en el motor de dos cilindros paralelos, la nueva joya de la corona para Kymco. Pero también se ha hecho una ingente labor de creación y puesta a punto de una parte ciclo que hemos podido probar en el escenario más exigente, un circuito.
Para ello nos trasladamos hasta Ascari, un trazado largo, variado y divertido donde el objetivo era exprimir al máximo el motor y la parte ciclo, los dos factores más importantes cuando hablamos de megascooters, vehículos preparados para devorar kilómetros por todo tipo de carreteras y autovías. Por eso vamos a empezar por la experiencia vivida con el AK 550 en Ascari, rodando con él durante varias largas tandas.
El Kymco AK 550 en el Circuito de Ascari
No es normal rodar con un vehículo de estas características en una pista, por eso intuíamos que Kymco había preparado un producto realmente competente para proponernos este desafío.
De ahí que las ganas fuesen máximas tras examinar el prometedor vehículo en vivo y en directo por primera vez. Su estampa está definida por líneas angulosas, transmitiendo una sensación de vanguardismo absoluto con un toque de deportividad muy marcado. El escape elevado acompaña a la perfección una propuesta que nos invitaba a empezar a rodar sin perder un minuto.
Después de aprendernos con facilidad cómo funcionaba el sistema de arranque sin llave con una ruleta central que aglutina todas las funciones de puesta en marcha y apertura del asiento/tapón de la gasolina, comenzamos los primeros giros con la lógica precaución para tantear como se desenvolvía el AK 550 con sus 226 kg declarados.
Lo primero que nos sorprendió al arrancar fue el sonido. Durante la charla de presentación, Kymco nos había asegurado que habían cuidado especialmente este aspecto, desechando más de 70 elementos acústicos que habían estado probando hasta dar con el sonido buscado; liberaba una melodía bronca, con carácter, similar a la de un motor V4 con cada golpe de gas, era la antesala perfecta a lo que nos iba a ofrecer en pista.
Desde el primer instante es un scooter que transmite mucha solidez general, especialmente en el tren delantero, algo que no le impide reaccionar con rapidez a las insinuaciones del manillar. Los movimientos fluyen con facilidad y eso nos invitó a ir conociendo el circuito mientras íbamos explorando el rendimiento de su motor.
Esperábamos mucho del nuevo motor de dos cilindros de Kymco, cuyos 53,7 CV, 55 Nm y 550 cc son un reto para su competidor más directo, el Yamaha T-Max, cuyas cifras son teóricamente inferiores: 530 cc, 46 CV y 52,3 Nm. Nuestras primeras sensaciones fueron muy positivas en cuanto a la aceleración desde parado, con un medio régimen pleno de potencia, algo esencial en un megascooter.
Esto hacía que en los giros más cerrados la salida fuese muy digna, permitiéndonos mantener un ritmo bastante alto y un paso por curva excelente gracias a la confianza que inspiraba la parte ciclo apoyada en unos neumáticos Metzeler Feelfree, montados en sendas llantas de 15 pulgadas.
Cada vuelta íbamos rodando más y más deprisa, sorprendiendo el hecho de que tras unos cuantos giros todavía no habíamos oído “rascar” con ninguna parte de los bajos del scooter, pues pensábamos que lo haríamos de inmediato; la distancia libre al suelo es buena y nos tuvimos que emplear a fondo para comenzar a oír lo bajos del scooter peleándose contra el asfalto.
Para entonces, el ritmo que habíamos puesto era tan vivo que los frenos nos habían tenido que salvar de una “colada” en una complicada curva ciega. Tanto la soberbia pinza delantera Brembo monobloque como el efectivo ABS de Bosch son una garantía total. Por más deprisa que íbamos y con las inercias que transmite un vehículo de estas características, podíamos frenar el AK 550 en el punto exacto para no comprometer ni la seguridad, ni la trazada.
El chasis daba muestras de una solidez absoluta, permitiendo a la vez una capacidad de maniobra asombrosa, infundiéndonos cada vez más confianza. En las rectas del circuito íbamos a fondo sin el menor titubeo del tren delantero hasta ver en el marcador una velocidad máxima de 170 km/h. En la parte más alta del tacómetro le cuesta seguir subiendo de vueltas pero el rendimiento general del motor es bueno, con un tacto de acelerador y transmisión muy logrado en cuanto a precisión y finura de funcionamiento. No es ese tacto tan sedoso, casi eléctrico del Yamaha T-Max pero a cambio parece más impetuoso.
Nunca antes habíamos rodado en circuito de esta forma con un megascooter, era todo un desafío, y el Kymco AK 550 nos ha dejado un sabor de boca excelente, mostrándose sólido y manejable a la vez, preciso en las trazadas, muy seguro en la frenadas y prometiendo un comportamiento en carretera intachable que descubriremos muy pronto.
Motor Kymco AK 550, la joya de la corona
La firma taiwanesa ha llegado al segmento para rivalizar sin ningún tipo de complejos con un competidor que lleva años evolucionando su concepto en busca de la perfección, al que solo BMW había osado atacar sin demasiado éxito. Para hacerlo hay que empezar por un motor sobresaliente que Kymco ha fabricado partiendo desde cero..
Se trata de un bloque innovador en muchos aspectos y Kymco ha registrado un buen número de patentes durante su desarrollo. Es un bloque compacto, donde todo ha sido aligerado y reforzado al máximo.
La gran novedad es que hay dos partes totalmente diferenciadas, la parte mecánica y la transmisión son dos bloques separados para buscar la máxima eficiencia de los componentes. Pistones forjados o segmentos de tamaño reducido (0,8 mm en lugar de 1 mm) son detalles que van en la línea de extraer el máximo potencial en cada giro del cigüeñal que está calado a 270º, siguiendo la filosofía cross-plane bajo la que ha sido concebido el motor.
Además hay dos ejes contrarrotantes que giran “locos” con un embrague para poder así absorber las vibraciones que genera el motor, algo que funciona a la perfección en la práctica ya que el propulsor, no sólo emite un agradable sonido sino que el tacto y la viveza de la respuesta al acelerador refrendan el buen trabajo hecho en este sentido
Para el sistema de lubricación se ha recurrido a un cárter seco, con un elemento novedoso ya que el piñón de salida de la transmisión y el basculante están en el mismo eje.
También merece especial atención la transmisión que cuenta con un sistema de refrigeración propio y se ha confiado a un embrague multidisco bañado en aceite que acciona una correa de transmisión.
Además podemos variar el carácter del motor, ya que en la piña izquierda contamos con un botón “mode” en el que podemos seleccionar un modo de funcionamiento para lluvia, que activa una especie de boomerang en la esfera izquierda instrumentación de color naranja y que reduce la potencia en unos 10 CV. El modo con la potencia total mantiene el boomerang en color azul.
Kymco ha anunciado un consumo de 4,8 l/100 km, una cifra muy razonable que no pudimos certificar durante la prueba porque el ritmo era muy superior al que llevaríamos en ciudad o carretera.
Parte ciclo: tacto de moto
Como ya hemos explicado, las sensaciones durante la prueba fueron sobresalientes en este aspecto. El nuevo chasis de aluminio con estructura muy similar a una doble viga pesa tan solo 13 kg y el 70% de la superficie del bastidor se ha fundido a baja presión para lograr una gran rigidez a la que han contribuido los procesos de extrusión e hidroformado que también se han empleado en su fabricación.
También se ofrece un reparto de pesos poco habitual en un scooter: 49,13 % delante y 50,87% detrás, algo que dinámicamente se nota en cuanto a manejabilidad y aplomo.
Es destacable la unión del basculante al motor y la de este al chasis, formando un conjunto sólido y equilibrado.
La horquilla delantera con barras de 41 mm ofrece un tarado de serie deportivo pero en absoluto demasiado duro, contribuyendo al confort y también a la efectividad dinámica del conjunto. Parte de su secreto reside en que la botella derecha aloja el muelle mientras que en la izquierda está el hidráulico.
En la suspensión trasera se ha optado por un sistema sin bieletas para el monoamortiguador horizontal, ubicado en un lateral para no interferir negativamente en el espacio disponible bajo el asiento. Pero esto no significa que no trabaje con una progresividad muy lograda que se ha alcanzado gracias al uso de dos cámaras estancas, una con el hidráulico y otra con el nitrógeno comprimido a alta presión. Un pistón libre se encarga de moverse entre ambas cámaras y permite asemejar el funcionamiento a un sistema de bieletas.
Noodoe: el futuro ya está aquí
Sin duda el exclusivo sistema de conectividad desarrollado por Kymco es uno de los grandes atractivos de este scooter a nivel de equipamiento. Tan solo hay que bajarse la aplicación, conectar nuestro Smartphone por Bluetooth y desde un botón ubicado en el manillar comenzar a usar las numerosas posibilidades que ofrece. Obviamente, a partir de los 4km/h deja de funcionar para no comprometer en ningún momento la seguridad de los ocupantes del AK 550.
Las funciones más llamativas son la de localizar el vehículo, personalizar la pantalla central del Noodoe con nuestros propios diseños o los de otros usuarios que usan también esta App, la brújula inteligente para trazar trayectos, localizar gasolineras, etcéterera, e incluso conexión con redes sociales que podemos consultar en parado.
El Kymco AK 550 también cuenta con una nueva y completa instrumentación formada por dos pantallas TFT que se manejan con facilidad y ofrecen ordenador de abordo e interesantes datos entre los que figura la monitorización de la presión de los neumáticos que incluye señal de alerta cuando están bajas. La única pega es que con el reflejo del sol directo la visibilidad se veía afectada de forma negativa aunque parece que en los modelos que llegarán en septiembre al mercado este detalle estará subsanado.
Ergonomía y volumen de carga
El asiento se abre desde la ruleta central y descubre un hueco generoso para tratarse de un megascooter de corte deportivo. Cabe holgadamente un casco integral y lo podemos acompañar de otros pequeños objetos. No falta la luz de cortesía (diodo LED) y se mantiene abierto gracias a dos pequeños amortiguadores hidráulicos que tiene en la parte trasera.
Al abrir el hueco encontramos el sistema de regulación del apoyo lumbar del piloto que tiene la posibilidad de ajustarlos en tres posiciones, algo que junto con la posibilidad de estirar las piernas por la prolongación de la plataforma reposapiés, permite adoptar una postura lo más cómoda posible al piloto. Esto, unido a las dos posibilidades que tiene la pantalla para subirla o bajarla 3,5 cm, mediante unos tornillos y soltando un embellecedor, hace que una postura ya de por sí muy natural y cómoda pueda ajustarse de forma los más precisa posible al usuario, algo muy de agradecer.
En el plano práctico también cuenta con dos guanteras aunque ninguna de ellas cuenta con cerradura. En la izquierda está la toma de corriente con conexión USB.
Conclusión: carácter premium asequible
Puños calefactables con tres niveles de intensidad, regulación de la pantalla en dos alturas, ajuste lumbar del respaldo en tres posiciones, iluminación full LED, arranque sin llave, pantalla TFT para la instrumentación, sensor de presión de neumáticos, asiento con pespuntes blancos y logotipo…El Kymco AK 550 aporta muchos ingredientes de carácter premium que realzan su valor al ser de lejos el megascooter deportivo de dos cilindros más económico del mercado.
Su posición de conducción es realmente cómoda, algo indispensable para la vida cotidiana o a la hora de hacer viajes para los que está perfectamente preparado, tanto por motor como por parte ciclo y ergonomía. Si ha sido competente en circuito, irá sobrado en ciudad, carretera o autovía, mostrando siempre agilidad y facilidad de conducción, amén de una buena reserva de potencia en el puño derecho.
Cierto es que le falta el control de tracción que ofrece la competencia pero no creemos que en absoluto sea algo primordial, y más disponiendo de un modo “rain” para rebajar la potencia dle motor en situaciones de baja deherencia.
Se comercializa en un solo color negro y llegará a España en dos meses, en septiembre. Su precio de venta recomendado es de 9.949 euros, con un año de seguro con cobertura de robo incluido. Y otro atractivo es que incluye gratis el kit de limitación para los usuarios del carnét A2.
› Datos técnicos, información, fotos y vídeos Kymco AK 550
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