Fotos Carolina F.Varela

La icónica Ducati Monster vuelve a ser una moto que busca el flechazo a primera vista exhibiendo todos sus encantos y sin esconder ases en la manga; nada de electrónica superflua que encarezca el producto, ni de elementos demasiado sofisticados que pudieran complicar una moto cuyo público es realmente amplio, incluyendo a los poseedores del carnet A2, para los que resulta especialmente atractiva si buscan una moto de largo recorrido con una personalidad única. Y para animarlos, Ducati corre con los gastos del kit de limitación.

Además, Ducati ha apostado por un producto competitivo en cuanto a precio, haciendo de ella una verdadera moto de acceso a la gama Monster: 8.990 euros resulta una tarifa competitiva y Ducati está trabajando el producto con sucesivas promociones que rebajan sustancialmente su precio. En estos momentos (hasta el 30 de agosto 2017) cuenta con una oferta de 8.390 euros y la posibilidad de acentuar la rebaja si se contrata con Ducati Financial Services que puede suponer otros 1.100 euros adicionales, estableciendo así un precio casi de derribo para una moto tan despampanante como esta.

Monster 797: nobleza y carácter

Ducati lo ha hecho posible gracias al uso de un conocido motor de 803 cc refrigerado por aire que actualmente usa la gama Scrambler, y que también empleó en su día la Monster 796 aunque con mayor cifra de potencia (87 CV). Ahora rinde 75 CV de potencia nominal, una cifra acorde con su espíritu original que apostaba no tanto por las prestaciones sino por las sensaciones. Y en eso, la combinación del motor “desmo”en L junto con una buena parte ciclo, no falla a la hora de insinuarse al piloto para enamorarle a los mandos.

Estamos ante una moto bien dotada en cuanto a componentes pero sin excesos; por ejemplo monta un basculante de doble brazo en vez de un monobrazo. Aun así, no es normal ver en su segmento de precio una pinza monobloque de anclaje radial Brembo o una gruesa horquilla firmada por Kayaba de 43 mm que eso sí condiciona las maniobras en parado por su escaso radio de giro. También encontramos unas buenas gomas que garantizan excelente agarre: Pirelli Diablo Rosso II. Estos componentes evidencian ese carácter deportivo que siempre ha acompañado a las Monster, independiente de su cilindrada y potencia.

Componentes como la pinza monobloque de anclaje radial Brembo evidencian ese carácter deportivo que siempre ha acompañado a las Monster

A pesar de ser la pequeña de la saga, la 797 es un pilar esencial de Ducati en el plano comercial puesto que la Monster 821 era una moto demasiado elitista y desde luego potente, otra historia en todos los aspectos que se ha encargado de reescribir nuestra protagonista.  

Motor: herencia ”desmo”

Desde el primer momento que arrancamos, el sonido ya resulta muy característico; es un motor con mucha vitalidad, suena de forma especial y vibra pero en su justa medida, así ha sido siempre la Monster, una moto con personalidad que antaño exhibía su rudeza sin el más mínimo complejo, más bien como parte de su encanto. Aunque los tiempos han cambiado y la adaptación a la normativa Euro4 hace que todo esto se haya moderado, por eso estamos ante un motor mucho más fino en términos de funcionamiento.

Al comenzar a rodar, la maneta de embrague reclama nuestra atención por su poco recorrido que apunto está de hacernos calar la moto. Es un detalle característico de Ducati al que solo tenemos que habituarnos. Sin embargo, las marchas entran con suma facilidad, sin apenas esfuerzo gracias a la colaboración del sistema hidráulico aunque ya comenzamos a ver que el punto muerto es un poco escurridizo.

En ciudad, si dejamos caer el motor a bajas vueltas cuando vamos a poca velocidad, exige que vayamos jugando el embrague para evitar algún traqueteo aunque con el 80% del par disponible desde solo 3.500 rpm, tiene fácil solución.

Por eso ofrece una cara mucho mejor conforme la aguja va escalando en el tacómetro que tiene gran protagonismo en su vistosa pantalla totalmente digital. A pesar de su sofisticada imagen, la instrumentación cuenta con un par de lagunas, ya que ganaría en utilidad con un indicador de nivel de combustible o uno de marcha engranada. Esto último nos parece especialmente útil para los usuarios menos experimentados.

Es un motor que sube de vueltas con facilidad, gracias a su carácter bicilíndrico que lo hace tremendamente versátil, gozando además de gran elasticidad apoyado en un buen escalonamiento de las marchas. La conexión con el acelerador es precisa y el motor responde siempre de forma instantánea y con cierta progresividad que le da un medio régimen al que da gusto rodar.  

Parte ciclo Monster 797: esencia deportiva

Esto es un complemento esencial para las agradables sensaciones que la Monster nos tiene reservadas cuando empezamos a conocerla más a fondo. Su dinamismo agrada desde el primer momento por la facilidad con la que los movimientos fluyen, algo que ya disfrutamos en ciudad pero que estamos deseando probar en carretera.

Por eso ponemos rumbo a la periferia en busca de un escenario muy apropiado, pues las curvas sacan su lado más atractivo al dejar todos los encantos de su parte ciclo a la vista. Por cierto su precioso chasis multitubular vuelve también a los orígenes; es completamente de acero y pesa 15 kg.

El firme apoyo de delante invita a extraer toda la mala leche de su desmodrómico, cuyos 75 CV se vuelven temperamentales cuando buscamos la zona más alta del cuentarrevoluciones. La horquilla invertida absorbe con sobrada entereza las frenadas más bruscas y eso que la pinza delantera Brembo muerde, “de verdad”, con una potencia y tacto que harían flaquear a una horquilla menos competente. Y para situaciones apuradas cuenta con un eficiente ABS de Bosch.

La confortable postura de conducción resulta ideal para este uso ya que las estriberas se encuentran no muy elevadas pero un poco retrasadas, y permiten adoptar una postura “al ataque” con facilidad, cargando más peso en la rueda delantera para reafirmar el aplomo que transmite de forma innata la Monster 797.

El asiento corrido de coqueto aspecto y buen mullido dispone de un buen espacio para el piloto que puede moverse a pesar de ser una moto compacta. El pasajero en cambio tiene el espacio un poco más restringido y aunque parezca que no tiene donde agarrarse, dispone de unas asideras camufladas bajo el asiento.

En curvas también aporta precisión total una vez que hemos elegido la trazada, dejándose guiar con facilidad para poder practicar una conducción deportiva muy estimulante para el piloto. Para cualquiera que haya elegido la Monster 797 como moto de aprendizaje con el carnet A2, resulta una escuela perfecta para coger el tacto a las sensaciones de una moto con carácter deportivo y la potencia justa para no intimidar una vez deslimitada.

Un detalle a comentar son los espejos retrovisores que encajan muy bien en el diseño de la moto pero no proporcionan una visión todo lo buena que nos hubiese gustado, ya que nos vemos parte de los brazos.  

Valoración y opinión

La Monster 797 recupera la filosofía Monster con la máxima fidelidad, presentándose como una moto esencial que no sólo entra por los ojos de maravilla sino que a los mandos es donde verdaderamente convence.

Hoy en día hay pocos modelos que puedan presumir de tanta personalidad como nuestra protagonista, una moto versátil que se encuentra tan a gusto tanto en la ciudad como fuera de ella, gracias a su práctico y probadísimo motor en plena sintonía con una excelente parte ciclo.

Cuenta con ese halo de moto especial concentrado en rasgos como su bastidor, el faro delantero o su escultural depósito de combustible, y además lo apoya con un precio más que razonable. Cierto es que prescinde de cualquier tipo de electrónica aunque no de elementos como el ABS de Bosch o el embrague antirrebote APTC. La instrumentación, muy vistosa, es parca en información pero son pequeños peajes para un conjunto que transmite calidad por cada poro.

La gran variedad cromática que ofrece realza todavía más su musculoso y depurado estilo: blanco, rojo y negro que combinan de forma diferente con el acabado de las llantas y el chasis.

Equipamiento piloto

Rivales Ducati Monster 797

La pequeña de la saga Monster se mete de lleno en el segmento más popular de las motos naked de alta cilindrada, donde la competencia es durísima ya que todas las marcas implicadas se presentan con productos muy logrados, tanto por mototorización como por parte ciclo. Y ajustando en todos los casos el precio al máximo, pero la Monster 797 cuenta con argumentos para rivalizar con cualquiera gracias a tu tarifa oficial de 8.990 €.

Galería Ducati Monster 797