Sumario

La especialización de los scooters de 125 cc ha llegado a tal nivel que Daelim tiene este modelo desdoblado en dos versiones, una más básica y económica que se diferencia por la práctica plataforma plana para los pies, denominada Steezer, y otra más sofisticada y cómoda con el apellido S -la azul que ves en esta prueba- y que ofrece con este color en exclusiva frente a su hermano.

Aparte de la plataforma, que pasa de ser plana a un túnel central gracias a un chasis que aporta más empaque y rigidez estructural, el Steezer S también se desmarca de su hermano al contar con un respaldo para el pasajero y ofrecer mucho más espacio bajo el asiento, donde podemos alojar hasta dos cascos integrales.

Y como último ingrediente extra para la versión S, existe la posibilidad de adquirirlo con sistema de frenado ABS en lugar del combinado, para así contar con más eficiencia a la hora de frenar en condiciones adversas.

Accesible y bien equipado  

Se trata de scooter que apuesta principalmente por la funcionalidad y el confort, presentando rasgos de maxiscooter GT en una carrocería más compacta. Sus líneas sencillas y a la vez personales, tienen un aspecto bastante logrado en cuanto la sensación de modernidad y originalidad que transmite.

A pesar de ser una alternativa más bien económica, el Daelim Steezer S no se ha olvidado de ningún elemento fundamental, e incluso aporta buenos detalles como los diodos LED en la iluminación delantera y trasera, el arranque sin llave, la toma de corriente bajo el hueco del asiento, los contrapesos cromados del manillar o las estriberas desplegables de botón para el pasajero.

Y todo a un precio más razonable, pues nuestra unidad con ABS tiene una tarifa de 3.195 €, una cifra que está muy por debajo de modelos similares aunque realmente es complicado encontrar rivales directos debido al singular planteamiento de este modelo.  

Discreto

El Daelim Steezer 125 S, está dotado de la motorización más avanzada desarrollada por la marca coreana. Se trata de un moderno bloque motor con refrigeración líquida e inyección electrónica de la marca Delphi que apuesta por la baja fricción entre sus componentes internos para obtener la máxima eficiencia en cuanto a combustible, ofreciendo un buen nivel de prestaciones.

En la práctica, destaca sobre todo por su funcionamiento discreto en cuanto a vibraciones y rumorosidad, siendo suave y progresivo. Se nota que el trabajo hecho sobre el bloque motor para adaptarlo a la normativa Euro4 ha sido acertado.

No es un prodigio de aceleración pero con sus 12,5 CV, el motor impulsa con suficiencia el Steezer S en el entorno urbano, sobre todo cuando vamos lanzados a medio régimen. Otra cosa son los trayectos por la periferia, pues al abordarlos echamos en falta un poco más de velocidad punta – que está en torno a los 100 km/h reales- para circular con un poco más de desahogo. A pesar de ello, en este terreno viene bien su carrocería y pantalla parabrisas que protegen bien de la corriente frontal o las inclemencias del tiempo. Por ello es perfectamente válido para ciudad y alrededores, a pesar de ofrecer su mejor cara en el corazón de la metrópolis.  

Apuesta por la comodidad

La habitabilidad y la posición de conducción son dos factores básicos en este tipo de vehículos. Y a pesar de contar con un asiento más elevado que la versión normal (740 mm vs. 790 mm), es relativamente sencillo llegar al suelo incluso para los de baja estatura como yo.

Lo que si se percibe es que todo el conjunto del manillar está un poco alejado del asiento, tal y como se puede apreciar en las fotos. Esto hace que incluso los usuarios de talla más alta no tengan problema para acomodar sus rodillas, ya que además el manillar está más bien elevado y eso también beneficia al espacio disponible para el piloto. Y la prolongación de la plataforma reposapiés permite estirar las piernas para variar la posición, gozando así de un plus de comodidad. Debo añadir que el tapizado del asiento te hace resbalar, siendo algo incómodo y que se debería revisar en favor de uno antideslizante que resultaría más efectivo a la hora de fijar la posición.

Tanto la propia carrocería como la pantalla parabrisas también aportan su grano de arena en materia de protección y por lo tanto de comodidad, contando con unas dimensiones acordes con el tamaño del Steezer para que notemos su labor.

El Steezer S también se ocupa del acompañante, y no solo por el respaldo de serie sino también por las asideras, el amplio asiento y las estriberas que hemos mencionado antes; un elemento que fija bien la posición al ser extraíbles y resulta higiénico para las manos porque se despliegan con un pisotón y se cierran también con el pie.  

Buen ciudadano

Con todo este confortable planteamiento, el Steezer 125 S pone a nuestro servicio una parte ciclo sencilla que no desentona con el rendimiento del motor y contribuye a practicar una conducción fácil y segura en la que destaca su capacidad para girar. Las maniobras a baja velocidad o en parado son sencillas de ejecutar gracias a este radio de giro perfecto para ello.

Es decir, en ciudad resulta escurridizo, colándose por la mayoría de los huecos y cuenta con unos frenos eficientes para actuar ante cualquier imprevisto. Para que funcionen bien hay que emplearse a fondo con la maneta, sin miedo, porque si nos pasamos de presión entra en acción el sistema ABS para evitar el bloqueo. Se nota que es un sistema bastante básico, poco delicado con las trepidaciones a la maneta que transmite, pero al fin y al cabo cumple su función de incrementar la seguridad activa.

El Steezer 125 S pone a nuestro servicio una parte ciclo sencilla que no desentona con el rendimiento del motor

Lo que no contribuye a la comodidad son las suspensiones con un tarado bastante seco que transmite sacudidas cuando sobrepasamos algún bache acusado. Para mi gusto hubiese preferido que pecasen justo de lo contrario pero Daelim se ha decantado por esta configuración “poco amable” con la espalda.

Por el contrario, es un maxiscooter que transmite mucha firmeza en la rueda delantera y permite driblar con facilidad y decisión. Lo cierto es que el motor contribuye porque no tiene “pegada” que pueda poner en aprieto ni a suspensiones ni a frenos.  

Con sentido práctico

La misión de un vehículo así es facilitarte la vida y en Daelim lo tienen claro, por eso hay dos ingredientes clave en el Steezer S.

Por un lado está la llave de proximidad, un elemento heredado del S3, el maxiscooter más ambicioso de la gama. Con estar a menos de 1,5 metros podemos poner en marcha el scooter mediante la activación de su ruleta central que solo tiene las funciones de parada/puesta en marcha y bloqueo de la dirección.

Por cierto, si estás pensando que en una zona donde se barren habitualmente las frecuencias podemos quedarnos sin poder arrancar, tendrías razón si Daelim no hubiese previsto una solución para cuando esto ocurre; consiste en la instalación de un sencillo cortaccorientes. Así que problema resuelto.

Junto a esta ruleta encontramos un gran botón para la apertura del siento que también resulta bastante útil.

El hueco bajo el asiento es otro de los argumentos más importantes del Steezer S ya que el espacio es muy generoso. Si lo medimos en cascos, caben dos integrales pero cuidado; no todos los que pruebas entran bien. Los nuestros eran dos talla S y el asiento cerraba sin problema pero las calotas grandes no entran con tanta facilidad. El espacio cuenta con luz de cortesía y toma de corriente tipo mechero de coche, y en objetos cotidianos su capacidad de almacenaje es mucha por lo largo que es.

Otro útil elemento que aporta de serie es la parrilla trasera que forma parte de la estructura del respaldo para el pasajero. Sirve para el transporta de bultos pero también para instalar un baúl con el que incrementar fácil y abundantemente el espacio de carga.  

Opinión y valoración

El Daelim Steezer S representa un concepto mixto y poco habitual en el mercado. Su tamaño compacto y con rasgos GT como la pantalla, los generosos asientos, el respaldo del pasajero o la buena capacidad de carga, le hacen perfecto para la ciudad y alrededores.

Su suave y súper progresivo motor condiciona el radio de acción del Steezer ya que siendo perfectamente válido en ciudad, se queda un poco escaso de rendimiento cuando necesitamos más velocidad punta en trayectos periféricos.

El carácter básico que pone de manifiesto su razonable precio, no es impedimento para que luzca detalles de vehículo de más categoría como el arranque sin llave. Sin embargo, los materiales y acabados son simplemente correctos, y por ejemplo las pìñas, denotan el posicionamiento económico de este scooter.

Su facilidad de conducción y espíritu práctico muestran una clara mente urbana que lo hace perfectamente válido para cualquier poseedor del carnet B de coche son ganas de abandonar los atascos sin necesidad de hacer un gran desembolso.  

Galería prueba Daelim Steezer S 125