Sumario

Probamos una de las motos que mejor encarnan actualmente el concepto sport-turismo, ya que es un modelo cuyo potencial rutero está perfectamente combinado con sus cualidades más dinámicas gracias a los semimanillares, ofreciendo calidad y tecnología para disfrutarla en cualquiera de sus dos facetas.  

Su lado deportivo  

Cuando se conduce por primera vez la BMW R 1200 RS, convence como una moto perfecta para el día a día, pero esto no nos debe hacer caer en el error de menospreciar su faceta deportiva. Me ha sorprendido lo fácil que se lleva, pero aún más su manejabilidad tanto en curvas como a altas velocidades. Si buscas marcha la encontrarás sin duda. Adapta tu posición, ponte en “modo ataque” sobre su manillar y empieza a divertirte en tu carretera de curvas preferida.

Su buena manejabilidad y el hecho de que una vez estamos encima de la moto parezca que su peso desaparece, hacen que esta BMW sea perfecta para sacar nuestro lado más deportivo, como si de una moto más ligera se tratase.



Cuando salí de la ciudad y empecé a adentrarme por carreteras sinuosas empecé a comprender que esta BMW tenía más que ofrecer. La entrada y el paso por curva no tiene nada que envidiar a las motos más deportivas. De hecho, me olvidé completamente de sus dimensiones y empecé a sentirme como si estuviera encima de una auténtica R.

El doble disco delantero frena de maravilla y cuanto más rápido vas mejor aprecias la alta calidad de las suspensiones, con las que la marca alemana ha conseguido que esta entrega sea la mejor deportiva en lucir las legendarias siglas RS de los últimos tiempos. No obstante su conducción es suave y estable, ofreciéndome en todo momento una gran sensación de seguridad.  

Su lado rutero

Lo primero en lo que pensé al ver la BMW R 1200 RS fue en su tamaño. Es una moto de mucho peso (236 kg) y puede parecer difícil de mover a bajas velocidades si no tienes mucha corpulencia, pero una vez nos subimos a ella y empezamos a andar esa primera impresión cambia.

En movimiento se caracteriza por la comodidad gracias a la postura de conducción. La espalda queda más erguida que en otras deportivas sin tantas concesiones a las largas distancias y los semimanillares son lo suficientemente anchos para permitir un radio de giro amplio. El asiento es ancho y largo y se nota que está pensado para viajar. Sorprende lo bien que podemos movernos por calles estrechas y doblar esquinas.

Personalmente, me gustan mucho los motores bóxer y en esta moto encaja de maravilla, le da un toque de picardía cuando estamos conduciendo y al ser un 1200 parece que el puño no se acaba. Los movimientos laterales y vibraciones características de este tipo de motor llegan de forma muy atenuada, pero aún así se sigue percibiendo la esencia del bóxer. Lo que sí se nota perfectamente es su gran empuje a bajas revoluciones, perfecto para ciudad.

Un factor clave es el cambio de marchas automático, tanto para bajar como subir marcha. Es una característica que se está convirtiendo casi en una obligación en los modelos más exclusivos de la marca alemana y en esta moto no podía faltar.

Otro detalle que aporta un punto más de calidad es el sistema de encendido Keyless Ride, con el que no hace falta meter la llave, basta con llevarla en el bolsillo. En su lugar hay un botón y lo único que tenemos que hacer para arrancar es pulsarlo.

Las opciones de configuración son muy amplias. En el display está el acceso a todos los ajustes y dispone de tres opciones que permiten seleccionar la cantidad de información que queremos que nos muestre usando la intuitiva ruleta típica de BMW y sus completas piñas. Puedes configurar desde los modos de conducción hasta la dureza de las suspensiones; todos los parámetros se ajustan desde allí menos la cúpula, que se modifica manualmente.

Podemos ir con ella a trabajar diariamente y los fines de semana elegir: ¿vamos de curvas o hacemos un viaje?

La R 1200 RS viene dotada de puños calefactables con tres niveles de temperatura, que pueden apagarse y encenderse en movimiento. Es increíble cómo el calor en los puños, algo poco habitual entre las motos de carácter deportivo, puede salvarte tanto en un día de invierno, poniendo una vez más de manifiesto la apuesta por el confort de la R 1200 RS que se beneficia de toda la genética turística de BMW.

Todas estas características hacen que la BMW R 1200 RS resulte muy polivalente, perfecta para quienes buscan una moto que puedan usar todos los días de la semana. Podemos ir con ella a trabajar cotidianamente, y los fines de semana elegir: ¿vamos de curvas o hacemos un viaje?  

Galería Prueba BMW R 1200 RS