Sumario

La Benelli TNT 125 es tan pequeña y esquiva que pocos podrán seguir tu ritmo sobre esta naked concentrada que desafía a cualquier medio de transporte urbano por su rapidez, pero sobre todo, por lo divertida que hace la vida cada vez que te subes en ella.

Por cierto, su concepto puede ser malinterpretado ya que a pesar de su tamaño no es una moto para gente pequeña; cualquiera cabe en ella, aunque lógicamente, cuanto más alto más toca doblar las extremidades pero sin llegar a ser incómoda en ningún momento. De hecho, el asiento está situado a 780 mm, una altura que no anda muy lejos de cualquier moto naked. Pero sus intenciones son bien distintas.

Hay tres importantes valores que atesora esta juguetona TNT 125: facilidad de conducción, precio competitivo y puesta en escena. Vamos a analizar cada una de estas facetas en las que aprueba con nota.  

Explosiva

Con un peso de tan solo 116 kg, estamos ante un vehículo que se mueve con tremenda facilidad, tanto en marcha como a la hora maniobrar en parado.

Se intima rápidamente con ella, gracias en parte a la docilidad de su motor que sin embargo con sus 11,1 CV tiene un rendimiento perfecto para movernos por ciudad, e incluso para hacer algún trayecto periférico, pues llega a alcanzar de marcador velocidades que superan los 110 km/h de marcador, aunque está en torno a los 100 km/h reales. El hecho de que el motor pueda subir hasta prácticamente las 10.000 rpm hace que podamos apurar mucho cada una de sus cinco marchas, invitándonos a extraer hasta el último aliento de su voluntarioso monocilíndrico refrigerado por aire.

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Gracias a su manillar ancho y plano, la posición de conducción es muy cómoda y la sensación de control absoluta. Se pilota de forma muy intuitiva, casi con solo pensarlo se mueve; no requiere ningún esfuerzo a la hora de llevarla por donde queremos, evidenciando además unas acertadas geometrías de dirección que la permiten zigzaguear sin esfuerzo. Aunque en parado echamos un poco más de radio de giro ya que la horquilla invertida limita el movimiento del manillar.

Se pilota de forma muy intuitiva, casi con solo pensarlo se mueve por donde queremos, pasando además por cualquier resquicio

Y esta agilidad casi extrema no tiene ninguna contraindicación cuando necesitamos estabilidad ya que es una moto que va perfectamente asentada sobre sus anchos neumáticos montados en llantas de 12 pulgadas. Decir que a pesar de que las “gomas” son de un origen modesto -Cordial- ofrecen un agarre correcto en seco. En cambio, no tenemos opinión de ellas en mojado aunque su dibujo parece favorecer la evacuación de agua.

Las suspensiones cuentan con un tarado firme, tirando a deportivo sobre todo en la parte trasera, cuyo pequeño amortiguador sin sistema progresivo muestra una reacción menos confortable que la procedente de la horquilla. En general es cómoda en este sentido, conservando el espíritu general deportivo de la moto.

Para los frenos se recurre a un dos discos que además funcionan de forma combinada cuando se pisa la palanca del trasero. Es la mejor forma de detener la moto porque el delantero tiene un tacto esponjoso y hay que aplicarse a conciencia para sacarle toda la potencia.

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El cambio de marchas no es un prodigio de suavidad y precisión pero tampoco representa ningún problema. Lo que sí me ha parecido muy acertado ha sido el desarrollo de cada una de las cinco marchas: todas se muestran impetuosas para hacer que tenga una aceleración solvente en todo momento, destacando la salida desde parado tan importante en ciudad, ya que con las dos primeras marchas se puede aventajar holgadamente a nuestros vecinos de cuatro ruedas en el semáforo.  

Diseño “made in Italy”

Es una exhibicionista: su pequeña planta musculosa está arropada por unas líneas muy angulosas llenas de personalidad que irradian deportividad gracias a numerosos detalles: el chasis multitubular rojo, la salida de escape con un doble silencioso de aluminio, las pinzas de freno rojas, el diseño del colín...y sobre todo el original faro delantero “Full LED”. Se trata de una afilada tulipa en la que hay cuatro lámparas polielipsoidales en la parte superior para las luces de cruce y cortas que en la parte inferior tiene otra lámpara cuadrada para las largas.

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Es lo que más carácter le da a una moto repleta de pequeños detalles que denotan mucho mimo a la hora de planificar su diseño..

La instrumentación acompaña a la perfección el espíritu de la moto gracias una combinación analógica-digital en la que el tacómetro tiene gran protagonismo como en una moto deportiva. Para la pantalla reserva el resto de la información: nivel de gasolina, velocímetro, hora y odómetro total y parcial.

La parte trasera es muy ligera a la vista gracias a que el portamatrícula está situado justo sobre la rueda y anclado al basculante; un detalle que hasta hace poco estaba reservado a motos de mucha más cilindrada, pero que Benelli ha adoptado para reafirmar su espíritu de moto deportiva en un cuerpo pequeño.

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También contribuyen al elaborado diseño posterior las intermitencias encastradas en los laterales y con forma de boomerang, otro destello de diseño que solo un italiano puede tener en su mente.

Otro detalle de moto no solo más potente sino de más calidad, es la válvula acodada o de 90º de la llanta. Este pequeño detalle es muy funcional a la hora de poner presión a los neumáticos, algo que se suele complicar cuando las llantas son de medida pequeña porque hay poco espacio con el disco. Por eso es una solución perfecta.

El tapón de gasolina no cuenta con bisagra, obligándonos a sujetarlo con la mano a la hora de repostar pero es es solo un ligero inconveniente entre muchos buenos ingredientes, como por ejemplo las estriberas y sus anclajes, de aluminio pulido, para piloto y pasajero.  

Un precio a la altura

Uno de sus baluartes es el precio perfectamenmte adaptado a tu tamaño y cualidades: 2.199 €. Al haber plasmado su original estilo estilo repleto de buenos detalles, acompañándolo de una parte ciclo efectiva en la que encontramos incluso una horquilla invertida con barras de 35 mm, nos parece una cifra súper competitiva.

prueba benelli tnt 125 texto 4Lo más parecido que puedes encontrar en el mercado es la Honda MSX 125 pero cuesta 3.299 €, un buen pellizco más a pesar de que también es una moto con un estándar de calidad superior.

Pero a la hora de usar en el día a día, por concepto la Benelli no tiene nada que envidiarla, e incluso puede presumir no solo de originalidad estética, sino también de un buen rendimiento dinámico.

Además, Benelli regala el seguro durante el primer año, algo que realza todavía más el gancho de su precio.  

Opinión y valoración

La Benelli TNT 125 es una moto con toda la esencia de una naked deportiva pero en pequeño formato, por eso engancha, tiene encanto a los mandos. El equilibrio que muestra entre el rendimiento de su motor y toda la parte ciclo que lo acompaña, la hace bastante redonda en este sentido.

Es capaz de brindar momentos de diversión constantemente, sacar tu lado más gamberro sin exponerte a peligros ya que sus prestaciones realmente son modestas, aunque perfectas para un uso cotidiano: llegarás siempre a tiempo y siempre contento.

Llama mucho la atención lo espaciosa que es cuando te pones a los mandos, con una posición de conducción muy cómoda para pilotos de cualquier talla. El asiento es muy plano, tipo supermotard, y encaja a la perfección en diseño. Busca más la estética que la comodidad y eso se nota especialmente en el puesto del pasajero, ya que apenas tiene espacio y no tiene donde asirse con firmeza.

Benelli y el grupo chino Qianjiang (propietario de Benelli) han hecho un buen trabajo que comienza con el diseño en Italia y termina con la fabricación en China, el secreto de su excelente relación calidad-precio de esta pequeña y explosiva TNT 125.  

Equipamiento piloto

Galería Benelli TNT 125