Sumario

La cilindrada de 125 cc es la alternativa que muchos ciudadanos han usado para poder ganar tiempo y vida a su sistema nervioso con dignidad, y sin realizar grandes inversiones. Y las marcas han respondido desde hace años con productos más y más específicos, capaces de cubrir esa necesidad desde un punto de vista cada vez más práctico. Y entonces es cuando han aparecido modelos como nuestro protagonista, el NMAX 125 que ha supuesto un acierto rotundo para Yamaha.

¿Y cuál es el secreto de este pequeño scooter que es el modelo más vendido de la marca japonesa desde su lanzamiento en 2015?

Es un scooter aparentemente sencillo pero con grandes virtudes orientadas a hacer de él una eficaz arma urbana. Comenzando su carrocería estrecha y compacta que a pesar de ello plantea un puesto de conducción amplio para cualquier talla. Y siguiendo por su accesible asiento situado a 765 mm del suelo, una altura “para todos los públicos”.

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Además, pesa solo 127 kg y esto equivale a facilidad de manejo y agilidad, ambas cualidades perfectas para un uso eminentemente urbano. Las llantas de 13 pulgadas son un ingrediente esencial en este carácter reactivo que se requiere en la urbe, sin ser demasiado pequeñas para hacerlo nervioso cuando vamos a máximo régimen en trayectos periféricos.  

Pequeño motor de grandes prestaciones

El motor colabora con unas prestaciones perfectas, incluso sorprendentes cuando salimos del corazón de la ciudad y comprobamos que podemos mantener cruceros por encima de los 100 km/h sin problema.

Su rendimiento es brillante en todo momento, pues sale con rapidez en cuanto enganchamos a fondo el acelerador y mantiene una buena aceleración en todo momento. Esto es gracias a que emplea un sistema de distribución variable denominado VVA: a pocas revoluciones funciona con una alzada y cruce de válvulas moderado que optimizan el llenado del motor pero por encima de 6000 rpm consigue un llenado mucho más completo que mantiene las buenas prestaciones. La baja fricción entre los componentes internos del motor también contribuyen a un funcionamiento más eficaz en todos los aspectos.

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Cuenta con culata de cuatro válvulas, pistón forjado, recubrimientos internos para minimizar las pérdidas de potencia y está alimentado por un sistema de inyección muy afinado, responsable de un consumo que está en torno a unos 3 l/100 km. Ajustado y que en combinación con su depósito de 6,6 litros, posibilita una autonomía de 200 km.

Este avanzado motor monocilíndrico de 12,2 CV denominado Blue Core tiene dos aspectos en los que podría mejorar, ya que si el tacto es bueno, suave y progresivo, vibra y suena un poco más de lo que cabría esperar en una mecánica tan avanzada. Incluso a máximos regímenes, los espejos vibran y la visión se enturbia, aunque ofrecen una buena visibilidad general, tanto por tamaño como por ubicación.  

Sencillamente eficaz

Las suspensiones y los frenos forman un competente equipo muy bien equilibrado con el rendimiento del propulsor.

El equipo de suspensiones es sencillo pero eficaz, absorbiendo bien las irregularidades aunque castigando un poco la espalda cuando los baches  son acentuados. La pareja de amortiguadores traseros no tiene ajuste de precarga, algo que podría paliar esta sequedad de reacciones que tampoco supone nungún problema grave.

Los frenos están a buen nivel, gracias a que monta sendos discos asistidos por un moderno sistema ABS de Bosch que asegura la frenada en las condiciones más críticas, tanto por una emergencia como por el piso mojado. Cuentan con potencia más que suficiente y si accionamos a la vez, obtenemos una frenada instantánea que infunde mucha seguridad.

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Por concepto, es un scooter menudo que incluso de serie prescinde de pantalla parabrisas y lleva de serie un spoiler corto negro de aspecto deportivo, muy de la familia MAX que contribuye a su pequeña línea maciza. Y esto no es impedimento para proporcionar un puesto de conducción agradable, que no fuerza ninguna extremidad y permite incluso estirar las piernas. Tampoco hay estrecheces para los pies.

Nuestra unidad de pruebas iba dotada de una pantalla parabrisas que disloca esa figura compacta pero que proporciona una protección extra muy de agradecer. Si eres más práctico que estético, es un interesante elemento a tener en cuenta. Su precio es de 163,42 €.  

Bien equipado

Cuando abrimos el asiento hay una agradable sorpresa, y es un hueco generoso teniendo en cuenta su pequeña carrocería; cabe un casco integral de cualquier tamaño, incluso el que se puede ver en la prueba es uno de estilo modular que siempre son más grandes. Esto hace que también podamos llevar muchos pequeños objetos. También dispone de una guantera aunque de poca utilidad ya que es abierta.

El depósito de combustible está entre los pies, en el túnel central –para rebajar el centro de gravedad y contribuir a su buena manebabilidad- y su acceso es fácil aunque el tapón no cuenta con bisagra y esto no resulta cómodo.

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Entre el equipamiento también destaca su iluminación 100% LED, ya que se usa en ambas ópticas aunque no en los intermitentes. Y la cerradura cuenta con obturador del bombín para evitar la manipulación de la cerradura, desde donde también se abre el hueco del asiento.

La instrumentación también está en sintonía con el resto ya que se presenta en un vistoso y sencillo formato totalmente digital, con la información suficiente para un vehículo de estas características, ya que ofrece tanto hora como nivel de combustible como parámetros más destacables.  

Opinión y valoración

El Yamaha NMAX 125 es un perfecto cóctel urbano, ya que a su ligereza y manejabilidad suma un motor con unas prestaciones muy buenas, ofreciendo además un consumo razonable que no te hará estar constantemente en la gasolinera.

A pesar de su tamaño resulta muy cómodo tanto para uno como para dos ocupantes. De hecho, el pasajero cuenta con un buen puesto dotado de unas robustas asideras. El motor juega un papel importante pues con dos personas empuja con ganas y no plantea problemas de pérdida notable de prestaciones gracias a su poco peso y los poco más de 12 CV de su propulsor que se muestra muy enérgico.

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Su conducción resulta muy sencilla, perfecta para alguien con poca experiencia que quiere aprovechar la convalidación del carnet B de coche. En parado, sus 127 kg se mueven con mucha facilidad, no hace falta músculo para empujarlo por la acera cuando es necesario.

El sistema ABS funciona realmente bien y el apartado de frenos es otro punto a favor del solvente NMAX, un scooter sin apenas fisuras, un producto muy completo. Porque cuando abrimos el hueco del asiento nos proporciona el espacio necesario para no tener que ir con el casco a cuestas.

Y con un precio de 3.099 €, está a tiro de prácticamente cualquier bolsillo, algo que ha contribuido de forma definitiva a ese carácter tan popular que lo ha convertido uno de los especialitas con mejor reputación para combatir el tráfico en nuestras ciudades.  

Equipamiento piloto

Galería de fotos Prueba Yamaha NMAX