Sumario
- Exquisita bestia
- ¿Cruiser o dragster?
- Sorprendente
- Conclusión y valoración
- GalerÃa
- Ficha técnica
Hay motos que coleccionan miradas y otras que atraen gente a su alrededor que no para de inquirir con asombro e insistencia, y esto es lo que te pasa con la escultural XDiavel S. Si te gusta la discreción, este no es tu rollo pero si estás leyendo esto, por algo será. Yo te cuento mi experiencia que es algo parecido a ligar, pero no con el sexo opuesto sino con todo el mundo, y eso te tiene que gustar porque sino al final acabarás pensando con cara de pocos amigos: ¿Y tú qué mirás? Porque no es a ti, es a la exhibicionista que llevas entre las piernas, tú eres un mero comparsa de esta máquina tan brutal como exquisita a la vez.
Pero no vamos a quedarnos solo en que es una moto llamativa que lo es y mucho, esta Diavel convertida con la varita mágica de Ducati en una cruiser-dragster, resulta una moto única, poderosa y con la misión de cautivar al personal con su irreverente y difÃcilmente clasificable personalidad.
Sus estriberas lanzadas hacia adelante (ajustables en 3 posiciones), junto al manillar ancho y adelantado, te posicionan como un tipo duro, como poco. Es parte del juego, como también lo es su asiento que tiene una importancia esencial en su filosofÃa. Otro actor clave es el neumático trasero, un gigante donut seguramente más ancho que el de tu coche, cuya función va mucho más allá de darle autoridad a la parte trasera.
Y también está el motor, yo dirÃa que glorioso en cuanto el empuje puro se refiere; cuando la herencia de WSBK y MotoGP se trasladan a las motos de calle con intenciones sibilinas, los cócteles suelen ser diabólicos y te aseguro que este motor bicilÃndrico en L de 1.262 cc y 158 CV tiene un carácter demoledor si eres capaz de buscarlo, pero cuidado que muerde... Â
Delicada bestia
Estamos ante la versión S que destaca por ofrecer un aspecto todavÃa más sofisticado en esta apuesta repleta de tecnologÃa, potencia y esencia americana. Porque aunque venga de Italia, la XDiavel es una moto destinada a hacer patria en la tierra de las oportunidades, donde los italianos siempre hicieron fortuna. Y la XDiavel S juega la baza de muchos detalles que le dan un aire decididamente más exclusivo: luces de marcha diurna LED, espejos perfilados en monobloque, barras con recubrimento DLC, módulo Bluetooth para el sistema de información y entretenimiento, asiento con doble material de tapizado, llantas de 12 radios con acabado mecanizado, motor en negro brillo, tapas de la correa de distribución en aluminio mecanizado, basculante monobrazo anodizado...todo destila un logrado aire de exclusividad y deportividad que justifican su alto precio.
El cómodo arranque sin llave que no puede faltar en una moto de 24.000 €, hace que me ponga a los mandos con rapidez, deseoso de escuchar el rugido de un motor que hace tiempo no escuchaba ni habÃa probado en su última evolución.
Parece que se hace rogar para despertar hasta que el sonido a maquinaria invade tus tÃmpanos. ¡Bienvenido al universo XDiavel! Se nota que esta melodÃa está muy estudiada y difÃcilmente se puede evitar que dos cilindros se semejante tamaño con semejante potencia, no ofrezcan semejante estruendo. Todo encaja, ahora solo tienes que encontrar la estriberas que están ahà delante. Esto lleva un tiempo de asimilar si no estás acostumbrado a una moto custom pero es que esta moto parece de todo menos custom, y eso no ayuda. Â
¿Dragster o cruiser?
Soy un piloto más bien menudo, de pequeño tamaño pero me hago rápidamente con la XDiavel, aunque al principio siento el manillar un poco alejado pero es cuestión de echarse un poco más hacia adelante, el asiento lo permite y las estriberas adelantadas lo favorecen.
El cambio es sonoro, la maneta dura, todo continúa encajando a la perfección. Engranamos la primera y comenzamos a disfrutar de su embriagador sonido que te incita a darle al gas a cada momento. Es una adorable mala influencia y tú una vÃctima fácil.
El motor puede rodar con parsimonia a bajas vueltas, mientras disfrutas de un tranquilo paseo a ritmo de cavernosas pistonadas desmodrómicas. Si abusas de las marchas largas pronto se quejará con tirones debido a su desarrollo para carretera, pero en general rueda pacÃficamente a baja velocidad. La transmisión por correa, algo único en la gama Ducati, también aporta su parte en cuanto a la suavidad que debe tener una moto de este tipo, aunque no sepamos definirlo con exactitud.
Los movimientos fluyen con bastante naturalidad, siempre teniendo en cuenta que contamos con una horquilla lanzada (30º y 140 mm de avance), un peso respetable (247 kg) y una posición de conducción que obliga a hacer horas extras a los brazos.
El asiento te da la bienvenida y ya no te la retira hasta que te bajas porque resulta ser gloria para el trasero en todo momento, y contribuye a que pueda llevar la XDiavel al ritmo que sugiere constantemente. Y es que cuando el motor se pone a empujar porque nos empeñamos desde su acelerador electrónico, necesitamos un punto de apoyo pero las estriberas no son suficientes. Por eso tiene un diseño tan especial: envolvente, con una marcada zona lumbar, es una gran ayuda cuando la XDiavel empuja furibunda y tu te tienes que aferrar con determinación a su ancho manillar mientras bajas la cabeza para proteger las cervicales.
Y lo hace a menudo, si queremos claro, pero si no ¿Para qué demonios tienes este aparato tan veloz, estable y seguro? Porque ofrece estas tres importantes cualidades que conforman su compleja personalidad. Todo lo entiendes cuando la aguja comienza a acariciar las 5.000 revoluciones. A partir de ahà todo pasa muy deprisa y todo sube de decibelios por momentos sin que se atisbe un final, porque cada marcha estira de lo lindo y en cada una la caballerÃa se expresa con un rotundidad apabullante. No te voy a dar cifras de velocidades porque te harÃa mi cómplice.
Acelerar a fondo con esta moto es toda una experiencia pero si no te has quedado satisfecho, te voy a contar lo del DPL (Ducati Power Launch). En cristiano, el lanzamiento controlado para evitar caballitos o que la moto salga volando, es decir que puedes ir de piloto dragster por la vida cuando encuentres el momento, la recta y los arrestos necesarios para acelerar a fondo y soltar el embrague. Yo lo hice y es brutal porque es cuando sientes el verdadero empuje de este soberbio motor que es puro músculo, especialmente marcado a medio y alto régimen, donde la potencia es desbordante.
Si quieres hablamos del consumo de combustible pero cuando vas montado en algo parecido a una cabeza de misil, ¿a quién le importa la gasolina mientras no se acabe? Realmente sorprende que al final de la prueba el ordenador de abordo marcase un consumo medio de solo seis litros a los 100 km. Es una cifra civilizada, mucho más que su aspecto. Â
Sorprendente
En cuanto al dinamismo, sorprende para bien teniendo en cuenta su iconoclasta planteamiento tanto ergonómico como ciclÃstico. ¿Adónde vas con esa rueda? Puede pensar más de uno: pues bien, aparte de tener un efecto estético rotundo, ese neumático Pirelli Diablo Rosso II de 240, fabricado ex-profeso para esta moto, no le impide poder alcanzar hasta 40º de inclinación, evitando asà rozar con las estriberas como lo harÃa cualquier custom o cruiser pero muchÃsimo antes. Buscando el sonido del asfalto bajo mis pies, no logré contactar en ningún momento y eso cuando ruedas con la sensación de ir tan bajo, es una sensación muy positiva que invita a explorar los lÃmites de su especial dinamismo.
Y es que además le gusta el baile pero no de salón precisamente. Se mueve con bastante agilidad a cualquier ritmo aunque es necesario trabajar con los brazos en los giros a baja velocidad, haciendo palanca para facilitar los movimientos, trabajando el fÃsico sin necesidad de poner un pie en un gimnasio.
Claro que tampoco es una moto para andar emulando a tu piloto favorito en curvas pero puedes pasar un buen rato aprovechando su excepcional frenada (con ABS en curva) y unas suspensiones regulables de alta calidad que le dan la seriedad en la faceta deportiva que necesita un irreverente misil de 247 kg.
A media y alta velocidad en curvas rápidas es cuando más se disfruta de una estabilidad imperturbable que anima a exprimir todo su temperamento en el modo de conducción más cañero de los tres que tiene: sport, touring y urban. Se nota perfectamente asentada y te desafÃa a seguir galopando para demostrarte que es una Ducati y su corazón demanda un piloto fogoso, como su explosivo corazón. En definitiva es una moto que no solo juega su baza estética sino que a lo mandos es cuando verdaderamente te enamora y te lleva a su especial terreno. Â
Conclusión y valoración
La conclusión de nuestras sensaciones a los mandos de esta preciosista XDiavel no pretende convencerte de que mola más o menos, está claro que es un aparato verdaderamente cautivador por muchos motivos. Y todos ellos ya has podido leerlos pero apuesto a que nadie con la intención de comprarla se va a interesar por el onanismo literario de un probador, al menos no deberÃa. Se la comprará y punto, solo hacen falta 23.790 € en el caso del color negro o 24.090 € en el de nuestra rutilante protagonista blanca, novedad en 2018.Â
Es un capricho y la irracionalidad preside estas decisiones pasionales que muchas veces suelen ser las más satisfactorias aunque estén alejadas de toda lógica, como lo es este producto que sin embargo está meticulosamente planificado para alcanzar semejante nivel de magnetismo. Â
Una cosa está clara: la XDiavel S es una espectacular segunda moto destinada a un público muy especial en cuanto a personalidad, con un punto exhibicionista y con debilidad por la potencia, el estilo y también por el universo custom poco convencional, encarnado en el radical y exclusivo toque italiano que solo Ducati sabe aplicar con semejante maestrÃa y audacia.Â
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