- El A2 pensando en el A
- 35 kW de disfrute y aprendizaje
- Escuela avanzada
- Opinión y valoración
- Galería
- Datos técnicos
Quizás alguno se pregunte a qué esencia me refiero pero la mayoría ya lo sabrá porque se trata de algo que solo una moto en movimiento puede darte, activando tu dopamina de una forma tan especial que te engancha de por vida. Y eso no tiene que nada que ver con las potencias ni con las cilindradas, pero sí mucho con dos ruedas y un cuerpo que se mueve sobre ellas y con ellas al unísono; y eso es así tanto para el principiante con toda la ilusión del carnet recién sacado hasta el motorista más empedernido.
El A2 pensando en el A
Y este es un pensamiento muy constructivo cuando vas a probar una moto cuya potencia original es de 114 CV pero ha sido sometida a un tratamiento de carnet A2 para poder ofrecer los 47,5 CV de potencia máxima permitida. Obviamente, esta es una moto dirigida a aquellos que tras los dos años con la potencia limitada van a escalar a la mayor brevedad posible a la licencia A, para así poder disfrutar de los 95 CV máximos que por homologación pueden tener las motos aptas para el A2 y que también tiene nuestra protagonista.
Ahí es cuando rendirá con todo su esplendor porque es una moto con una parte ciclo estelar que no tiene nada que envidiar a las mejores rivales de una categoría donde se dan cita las marcas más punteras del mercado con modelos muy bien calibrados para enganchar a los nuevos conductores.
Estamos ante una moto que también introduce elementos como el control de tracción regulable y desconectable y que está a un nivel mucho más alto de los 47,5 CV que tiene esta versión limitada para el A2. Sin duda es un modelo que no nació con esta licencia en mente pero el mercado ha dado un vuelco tan importante entre las versiones “full power” y las destinadas al A2 que todas las marcas han tenido que desarrollar modelos específicos o adaptarlos, como es el caso de la Suzuki GSX-S750 A2.
35 kW de disfrute y aprendizaje
La marca japonesa tiene una moto clave para este público y tuvo la valiente idea de convocarnos para demostrar que con 47 CV no solo hay vida sino también mucha diversión esperando, aunque a priori no parezca la combinación ideal con los 213 kg declarados en seco.
Para ello planificó una ruta por el interior de Alicante en torno a un área donde apenas hay rectas, un escenario ideal para una naked cómoda y deportiva como esta. Y desde luego dieron en el clavo porque la exhibición de la parte ciclo fue una constante, desde la primera hasta la última curva.
El rígido pero juguetón chasis de aluminio, la horquilla invertida regulable en precarga, el amortiguador trasero también regulable en precarga, las pinzas radiales de freno y los pegajosos Bridgestone Battlax S21, fueron una fuente constante de diversión. Ya conocíamos el buen planteamiento en este aspecto pero en el motor estaban todas las incógnitas en cuanto al rendimiento de este soberbio cuatro cilindros fuertemente descafeinado.
Por eso desde el primer momento sorprende que esta mecánica -derivada de la GSX-R de 2005- no haya perdido nada de su finura ni tampoco de su respuesta a bajos regímenes, con un empuje que no es el original pero que permite disfrutar de una buena aceleración desde baja velocidad gracias a que se ha acortado la relación final. Es un motor delicioso con un sonido perfecto para la filosofía de la moto que Suzuki ha logrado montado una nueva entrada de aire a la caja del filtro.
Ahora bien, cuando comenzamos a llevarlo a la zona más alta del tacómetro la cosa cambia, más que nada porque le cuesta subir de revoluciones a partir de las 7.000 vueltas. Y ahí pierde la gracia, sobre todo cuando sabes todo lo que esconde ahí arriba. Esto es algo que no les sucederá a los noveles que jugarán con ventaja en este aspecto.
Todo el trabajo de los ingenieros ha sido enfocado a que el motor se exprese con normalidad y en este sentido se ha logrado un carácter similar pero está claro que la rebaja de potencia es tan importante que se no ha podido obrar el milagro de hacerlo funcionar bien en toda la gama de revoluciones.
Y para un uso eminentemente urbano aderezado con escapadas los fines de semana, este ha sido el mejor compromiso encontrado por los técnicos de Suzuki. Quizás deban hacer más precisa su respuesta en las aperturas y cierres de gas, ya que a veces la transición era un poco brusca pero es solo algo a lo que habituarse.
Y vaya si lo hicimos...Con las suspensiones trabajando a máximo rendimiento y exigiéndoles a los frenos horas extra a destajo, sin desfallecer en ningún momento, la Suzuki GSX-S750 fue una cómplice perfecta en ruta, donde también pudimos corroborar que 47 CV pueden dar muchas satisfacciones, sobre todo si no se tiene licencia para más...
Escuela avanzada
Precisamente para ellos Suzuki tiene un par de elementos que facilitan todavía más su intuitiva y agradable conducción: Easy Start y Low RPM Assist. El primero funciona con el sistema de arranque para que la moto cobre vida con un leve toque al botón de arranque y el segundo para evitar que se cale con facilidad cuando rodamos despacio a bajas revoluciones.
La conducción es sencilla ya que es una moto cuyas geometrías favorecen los movimientos del tren delantero, dotándole de una sensación de ligereza perfecta tanto para maniobrar en ciudad a baja velocidad, como para mover la moto de una curva a otra en tramos sinuosos.
Además esto no va en contra de la estabilidad en absoluto, ya que la sensación de firmeza es total, pues la rueda delantera pisa con mucha decisión, independientemente del ritmo al que circulemos.
El cambio de marchas ofrece un funcionamiento impecable, tanto por la suavidad en el tacto a la maneta como en cuanto a la precisión con la que engranamos las marchas. También el escalonamiento de las relaciones me pareció apropiado para el carácter de la moto y las características del motor.
Aparte de ofrecer unos componentes de calidad, la GSX-S750 A2 cuenta con unos irreprochables acabados y un equipamiento muy completo. En este sentido destaca la instrumentación, heredada de la GSX-S1000, y que es totalmente digital y ofrece abundante información, destacando la marcha engranada, la temperatura del refrigerante, la autonomía, el consumo medio y el instantáneo, el modo de control de tracción, el nivel de combustible y el reloj horario.
El control de tracción de tres niveles se maneja muy fácilmente desde un selector en la piña izquierda, permitiendo también desconectarlo. Este botón también permite ir navegando por los diferentes parámetros que ofrece la instrumentación.
Tras cinco horas de ruta incesante por curvas, la GSX-S750 A2 también demostró que es una moto cómoda, tanto por la posición de guía como por el asiento que nos trató el trasero de forma exquisita.
Opinión y valoración
En definitiva, este modelo es una forma perfecta de aprender a manejar y pilotar una moto con un descarado carácter deportivo que propone una conducción fácil pero esconde un diablillo al que podemos invocar en nuestros momentos de inspiración, esos en los que todo se vuelve sinuoso y hay que demostrar donde está el verdadero secreto de una moto, en su parte ciclo. Ahí es una moto brillante, y mucho.
Y el motor que es pura seda y tiene pegada, no ofrece su mejor cara al estar limitado pero es el precio a pagar durante los dos primeros años del A2 y promete grandes sensaciones pasado el conveniente periodo de aprendizaje.
Por otra parte, cuenta con argumentos de peso y de calidad en todos los apartados, así como una inconfundible personalidad Suzuki, ya que a todos los efectos y salvo algunos detalles parece una GSX-S1000. Todo esto hay que pagarlo y el precio oficial de tarifa es de 9.199 € aunque de momento hay una oferta vigente que lo rebaja hasta 8.699 €, y además incluye de forma gratuita los gastos de matriculación y el primer año de seguro para mayores de 25 años.
Equipamiento piloto