- Diseño neoclásico y sencillo
- Las rutas más placenteras
- Suspensiones blandas y duras
- Aptitudes off-road
- Opinión y valoración
- Ficha técnica e información
- Galería de fotos
Desde que desapareciera de los concesionarios la Stelvio 1200, Moto Guzzi no contaba con una trail en su catálogo, siendo una ausencia importante en un efervescente mercado que demanda este tipo de monturas polivalentes y que ha animado a prácticamente todas las marcas a contar con al menos un modelo con el que llevarse una parte del pastel. En Moto Guzzi no son ajenos a estos caprichos de los usuarios, pero tampoco lo son a esa necesidad de sus clientes de exigir modelos diferentes y repletos de personalidad que les permitan marcar la diferencia. Y es ahí donde la V85 TT tiene su sitio, una montura que además supone el punto de partida a una nueva generación de Moto Guzzi ya que tanto el motor como la parte ciclo son total novedad y serán utilizados en el resto de modelos V85 que compondrán en breve esta familia.
Diseño neoclásico y sencillo
Moto Guzzi ha optado por un diseño sencillo de su V85 TT con el fin de ofrecer una imagen robusta y aventurera, exenta de elementos superfluos y frágiles, y con un estilo neoclásico que recuerda al de las monturas dakarianas de los años 80 en donde no faltan los dos cilindros en V a 90º, típicos de la marca, que asoman por debajo del gran depósito de gasolina de 23 litros de capacidad.
Con la doble óptica delantera, totalmente de LED y con luz diurna DRL con la forma del águila de Moto Guzzi, se eleva la imagen off-road a la que acompaña la pantalla baja, el guardabarros delantero elevado, los cubremanos y los protectores del motor. Ayuda a ampliar la sensación aventurera el empleo de un chasis de tubos de acero con refuerzos laterales de aluminio y el subchasis, también de tubos de acero, con unas amplias asas para el pasajero y que sirven igualmente para anclar las maletas y el baúl trasero.
Subirse al asiento de la V85 resulta sencillo gracias a la baja altura a la que se encuentra. Se llega al suelo con los dos pies a partir del 1,65 m, que es lo que yo mido, lo que la hace muy accesible para pilotos de casi cualquier talla. La posición de conducción es bastante cómoda, tanto de pie como sentado, y los cilindros no molestan en absoluto incluso a aquellos con las piernas muy largas. La pantalla, en cambio, no se puede ajustar en altura y queda un poco baja, por lo que no ofrece la suficiente protección que se exige de una moto viajera.
Las manetas son regulables mientras que las botoneras cuentan con un diseño moderno y de tacto suave y agradable, tanto que con guantes de invierno se pierde un poco el tacto al pulsarlos. No obstante, su colocación es idónea para encontrar los pulsadores más recurrentes y necesarios, como los intermitentes y el claxon, de manera inmediata.
También resultan muy fáciles de manipular el control de velocidad -Moto Guzzi Cruise Control MGCT-, pues sólo requiere de un botón para desactivar y activar el sistema y para aumentar o reducir la velocidad; y los modos de motor -Road, Rain y Off-Road-, que curiosamente se salta de uno a otro usando el botón de arranque del motor.
La visualización de todas estas opciones se ofrece en la una pantalla TFT a color de la que destacaría la facilidad para leer los datos esenciales y lo fácil que resulta manejarse entre las distintas pantallas, además de por su completa información. A su izquierda se encuentra la toma USB para conectar cualquier dispositivo móvil.
Las rutas más placenteras
Una vez ajustados los mandos me puse a en marcha en un día totalmente desapacible para montar en moto, con mucho viento, lluvia e incluso nieve, pero las ganas por probar la última gran novedad de Moto Guzzi pueden con todo. Y encima al final salió el sol para disfrutar de unas condiciones óptimas.
Tenía interés especial por comprobar el empuje del nuevo motor, que aunque mantiene la cilindrada de 853 cc y la estructura en V a 90º de las V9 Roamer y V9 Bobber, nada tiene que ver con aquéllos. Para empezar, el propulsor de la V85 TT ofrece una potencia de 80 CV, 25 CV más potente que el otro, y aunque externamente es similar, su interior es completamente distinto, destacando en empleo de válvulas de admisión de titanio. Es un motor mucho más ligero que vibra bastante menos pero manteniendo el típico tembleque que tanto gusta a sus usuarios.
Nada más arrancar ya se aprecia su carácter, con una respuesta muy suave y dócil desde el primer momento, que invita a abrir el mando del acelerador con plena confianza. De hecho tuve que echar ojo de la instrumentación para segurarme de no ir con el Modo Rain activado, una sensación que dura unos instantes, hasta que entiendes que es una moto para disfrutar a un ritmo tranquilo que permita aprovechar todo su potencial a cualquier régimen. Pero no hay que equivocarse, la moto corre mucho aunque lo hace sin asustar, que es la tendencia actual en el segmento trail, en donde las marcas quieren motos fáciles de usar, aptas para todos los públicos y con una amplia franja de potencia útil.
Otro aspecto a destacar es el funcionamiento del cardan. La V85 TT es la única trail de media cilindrada en montar este sistema de transmisión y las sensaciones que transmite son dignas de elogio, en especial en las reducciones, pues no se sienten bloqueos ni traquetreos incluso bajando de golpe dos y tres marchas, ofreciendo una impresión similar a la de una cadena.
Suspensiones blandas y duras
Precisamente, a ese lado del basculante donde se aloja el cardan va anclado el monoamortiguador trasero, cuyo comportamiento seco contrasta con la suavidad del resto del conjunto. Esa excesiva firmeza en la respuesta hace que la espalda se resienta al rodar a buen ritmo en carreteras con firme muy irregular, aunque se puede corregir algo su respuesta al ser regulable este componente.
La horquilla, en cambio, tiene unos ajustes totalmente opuestos, ofreciendo un primer recorrido muy blando y enfocado al fuera pista. Esto implica que en las frenadas más fuertes la moto se hunde de delante, pero, en cambio, los baches se absorben de manera eficaz. Como siempre, conseguir el equilibrio en las polivalentes trail resulta complicado.
Esta peculiar combinación de las suspensiones no tienen una influencia negativa a la hora de meter la moto en las curvas. De hecho, la V85 TT se muestra como una moto muy ágil y divertida, ofreciendo una gran sensación de ligereza a pesar de sus 229 kg de peso. La elección de una rueda delantera de 19” ayuda a conseguir esa mayor facilidad para girarla con mayor rapidez así como para conseguir una conducción más eficaz fuera del asfalto. No obstante, antes de dar el salto a la tierra, me gustaría alabar el buen funcionamiento de los frenos, muy eficaces tanto en seco como en mojado y con muy buen tacto tanto del delantero como del trasero, y con el ABS, desarrollado por Continental, entrando en funcionamiento cuando se espera de él.
Aptitudes off-road
Este ABS trasero es desconectable al entrar en el Modo Off-Road, un escenario en el que la V85 TT se desenvuelve con bastante soltura. La suave entrega de la potencia se convierte en un gran aliado, sobre todo con terreno resbaladizo, pues permite controlar las derrapadas bastante bien.
La horquilla se traga todos los baches mientras que la respuesta seca del amortiguador trasero no lo parece tanto en este terreno. Hasta los frenos parecen otros fuera del asfalto, con un ABS que no se desconecta del todo en la rueda delantera para evitar el bloqueo por la fuerza que emite su doble disco delantero.
La V85 TT permite ir rápido por los caminos, incluso estando algo rotos, pudiendo cruzar la moto en la entrada de las curvas para conseguir la trazada idónea. Las ruedas de radios son todo un acierto para una moto de este corte, así como la elección de los neumáticos: Michelin Anakee Adventure, para la versión bicolor, y Metzeler Tourance Next, para la monocolor, con cámara en ambos casos. Los Michelin, al tener más taco, permiten mayores licencias en el off-road sin penalizar demasiado sus aptitudes en carretera.
Las gomas de las estriberas son desmontables y la posición de conducción de pie es bastante natural, con la pantalla baja para tener una mejor visión. El único punto a revisar en este sentido es que el sensor del cortacorrientes de la pata de cabra lateral está muy expuesto a los golpes.
Opinión y valoración
Moto Guzzi retorna al trail con una moto original en cuanto a diseño, enfocada a ese usuario que quiere distinguirse pero que al mismo tiempo busca una montura sencilla y fácil de conducir, válida también para los usuarios del carnet A2 al poderse limitar. El resultado final es el de una trail de verdad, que promete horas de diversión tanto en asfalto como fuera de él.
Su motor puede parecer un tanto descafeinado en los primeros instantes, de ahí que requiera de cierta adaptación para entender que está pensado para un uso versátil y para estarse subido en la moto durante muchas horas seguidas sin necesidad de parar a descansar. En este sentido, ayuda la gran autonomía superior a los 400 kilómetros, pero no tanto las vibraciones que llegan a los puños ni la pantalla corta, que obligará a adquirir una más alta por parte de los que emprendan largos viajes por carretera. Eso sí, el asiento es amplio y con un buen mullido para satisfacer a los más exigentes. El funcionamiento del cardan es sorprendente y hará que muchos no quieran volver a tener que engrasar una cadena en su vida.
La parte ciclo ofrece dos caras, una en carretera, en donde contrasta la respuesta suave de la horquilla con la áspera del amortiguador trasero, y otra en off-road, con un equilibrio tal que permite rodar muy rápido por los caminos.
En definitiva, la V85 TT se sitúa en un terreno único, en el de las trail enduro de corte clásico, a medio camino entre las trail ligeras aptas para el día a día y para viajar, y el de las scrambler, más llamativas pero más incómodas para realizar grandes aventuras.
Equipo piloto