Acudimos a la presentación internacional de la Yamaha XSR700 XTribute, en Tortosa (Tarragona), una versión especial realizada sobre la base de la XSR700, una moto que se incluye dentro de la gama Sport Heritage. La versión estándar es ya de por sí una moto especial en cuanto a imagen, con un toque vintage y una simpleza de líneas que la convierte en una de las preferidas por muchísimos preparadores para dar rienda suelta a sus transformaciones. Con la XTribute, lo que ha hecho Yamaha es transformarla en una scrambler con la que homenajear a la mítica XT500 con el resultado de una naked que emociona en todos los sentidos.

Imagen scrambler

No son muchos los elementos que ha tenido que introducir Yamaha para llevar a cabo su transformación, pero son los justos para obtener ese resultado final. El primero y más llamativo es el asiento plano, más acorde con la la estética XT que se ha querido imprimir y el cual lleva grabado en su parte posterior el nombre del modelo. Incorpora igualmente unos fuelles para la horquilla, un manillar más ancho tipo off-road y unas estriberas con mayor superficie de apoyo. Los neumáticos elegidos son unos Pirelli MT60RS de dibujo mixto para permitir un uso dual de la moto, un aspecto para lo cual se ha montado un protector del radiador. Por último, se ha optado por unas llantas doradas y se ha pintado el depósito de color plata con unas líneas rojas y el anagrama en rojo y blanco simulando la XT500 de 1981. El escape discurre por la parte inferior, pero en la unidad que probamos cuenta con un Akrapovic opcional, en color negro y con salida por arriba que eleva la imagen scrambler. El motor no recibe cambios respecto a la versión estándar, el cual también cuenta con un kit de limitación para los usuarios del carnet A2.

La sustitución del manillar y del asiento no sólo afectan al aspecto visual, también tienen su incidencia en la ergonomía. La XSR700 XTribute es más alta que la estándar pero aún con mis 165 cm de altura consigo apoyar los dos pies casi de plano. El asiento es blando y cómodo, mientras que el manillar, con barra, obliga a abrir los brazos pero sin obligar a llevar una postura forzada. Las estriberas anchas son un punto a favor al contar con más superficie de apoyo y llaman la atención por la longitud de sus avisadores.

La instrumentación, terminada en un exclusivo acabado en negro en esta versión, está compuesta por una pantalla LCD con los gráficos en blanco sobre fondo negro y con el aro externo que incluye los distintos testigos luminosos. Ofrece la información justa para el uso diario y para cambiar la visualización de algunos de sus datos, como los kilómetros recorridos, consumo o parciales, entre otros, hay que utilizar los botones colocados en la misma instrumentación. La visualización es correcta salvo cuando el sol incide sobre ella directamente.

El diseño minimalista de la XSR700 XTribute se extiende por el resto de elementos, como el llamativo faro delantero con luces halógenas, el faro trasero de forma redondeada y tecnología LED o las sencillas piñas de agradable tacto. La maneta del freno es regulable en distancia, no así la del embrague, que es por cable.

Oscar a la mejor banda sonora

La XSR700 XTribute es una moto para admirar, pero también para escuchar, sobre todo si se adquiere el escape Akrapovic opcional. Qué ronquidos, y eso que soy de los que me chiflan las motos silenciosas. No resulta ni mucho menos ensordecedor, no obstante debe cumplir con las normativas de ruidos, pero es lo suficientemente embriagador como para, tras poner en marcha la moto, darle un par de toques al acelerador.

Con los sentidos de la vista y del oído a pleno régimen, le llega el turno al del tacto. Los finos puños tipo cross resultan un tanto duros, todo lo contrario que el accionamiento del embrague y del cambio, que brillan por su suavidad. Arrancamos y comenzamos la primera fase de la prueba, por las carreteras que nos llevan desde Tortosa a San Carlos de la Rápita, apenas sin curvas y disfrutando de los campos de arroces y del viento que nos ayuda a soportar el calor del día.

En ese ritmo tranquilo, la XSR700 XTribute se desenvuelve bien gracias al largo desarrollo de su quinta y sexta velocidades, lo que permite llevar el motor desahogado. Las salidas de las rotondas sirven para bajar una o dos marchas y aprovechando su generoso par a medio régimen salir disparados hasta la siguiente. Los kilómetros van pasando y llegamos a la playa del Trabucador, con su lengua de tierra transitable con vehículos a motor siempre respetando el entorno al encontrarnos en un parque natural. No podían haber elegido un lugar mejor para disfrutar de una moto que inspira tan "buen rollo", que mezcla la deportividad y el clasicismo con las ganas disfrutar la vida. En resumidas cuentas, es una moto que encarna la filosofía Faster and Sons de Yamaha. Nos sirve esta experiencia para poner a prueba sus neumáticos en un terreno off-road y comprobamos que se defiende con soltura aunque por ubicación de las estriberas la moto se tiene que conducir sentado.

Explosión de sensaciones

Abandonamos el paseo idílico por la playa para encarar la segunda parte de la prueba, en un territorio totalmente distinto plagado de curvas de todo tipo: rápidas, lentas, peraltadas, horquillas... Es el momento de sacar todo el partido a ese propulsor bicilíndrico en línea de 698 cc, el conocido CP2 que comparte con la MT-07, la Ténéré 700 y la Tracer 700, un propulsor que ofrece 75 CV de potencia y que brilla especialmente por su entrega en bajo y medio régimen. Carece de ayudas electrónicas, pero su respuesta es tan progresiva que difícilmente te pondrá aprietos por mucho que abras gas de golpe. Y no será porque no empuja, pues sube de vueltas de manera fulgurante. Lo mejor de todo es que es un motor que se adapta a todos los estilos: si se quiere disfrutar del paisaje, se rueda en una marcha más larga aprovechando esa suavidad en el tránsito del bajo y medio régimen al alto; pero si se pretende incrementar el grado de emoción, se reduce una marcha y nos encontramos con otro talante. Qué gran trabajo el realizado con este motor, y encima registra unas cifras de consumo realmente bajas. En todo un día a los mandos de ella el consumo medio reflejado en la instrumentación fijaba 5,2 litros por 100 km.

Según se va ganando confianza el ritmo se incrementa y se va poniendo a prueba los neumáticos. Los Pirelli MT60RS permiten más de lo que visualmente pueda parecer, es una goma bastante blanda cuya única pega es que la duración de los mismos debe ser limitada. Pero mientras haya dibujo se tienen garantizadas unas cuantas horas de diversión. 

Los cambios de dirección se realizan con toda naturalidad, con una respuesta bastante noble por parte de su chasis de doble cuna de acero. Es un bastidor similar al montado en la MT-07 cuya principal diferencia con aquél se encuentra en el subchasis. Las suspensiones responden con aplomo en todo momento, absorbiendo bien los baches y sin transmitir movimientos extraños por más que subamos el ritmo. La única ayuda electrónica la encontramos en el ABS, que hemos tenido ocasión de probar con éxito en algunas carreteras con grava en la superficie.

Para bajar pulsaciones tras una trepidante subida a un puerto, terminamos la jornada circulando por unas pistas de tierra para comprobar sus facultades scrambler. Evidentemente, la XSR700 XTribute no es una moto trail, por lo que tampoco se le pude exigir demasiado. Sus suspensiones no permiten grandes locuras y es fácil hacer topes. Por otro lado, obliga a conducir siempre sentado mientras que los neumáticos, aunque mejor que unos de carretera, no garantizan un óptimo agarre. En definitiva, su capacidad off-road es limitada aunque no por ello descartable.

Opinión y valoración Yamaha XSR700 XTribute

Yamaha consigue emocionar con su naked más llamativa, algo lógico teniendo en cuenta que es la elegida para rendir homenaje a una moto que marcó una época, la XT500. De aquella hereda la imagen, reflejada en los colores, pero sobre todo la diversión. Y es que esta XSR700 XTribute es una moto que apasiona desde el mismo momento que la arrancas, envolviéndote en una atmósfera peculiar con su sonido.

Una vez en marcha, su motor te cautiva por su facilidad de uso y por su alegría para subir de vueltas, lo que le convierte en el ideal para todo tipo de usuarios y para cualquier nivel de pilotaje, incluidos los del carnet A2 al poder limitar su motor. Es una moto para todos los días, incluidas esas salidas domingueras en donde poner a prueba sus polivalentes neumáticos mixtos, aunque donde más divertida resulta es en las carreteras con curvas donde sacar partido tanto a su propulsor como a su equilibrada parte ciclo.

Su precio es superior al de la versión estándar, 8.499 euros, pero es el precio a pagar por disponer de una montura tan peculiar y que garantiza tantas horas de disfrute.

Equipo piloto

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