Lo retro está de moda, sobre todo entre las motos naked 125 de origen asiático, y FB Mondial lo está interpretando de la mejor manera posible. Primero lanzó la HPS 125, una moto repleta de detalles y con un buen funcionamiento dinámico, pero ahora la marca italiana ha dado una vuelta más a la tuerca al atreverse con las deportivas 125 de estética vintage, que es donde se engloba a la Pagani 125.

Un paso adelante que también le sirve para sacar pecho de marca histórica, pues es un modelo que homenajea la época dorada de la fábrica transalpina en el Mundial de Motociclismo, a finales de los años 40 y la década de los 50. De hecho, toma el nombre de Nello Pagani, piloto campéon del Mundo de 125 en 1949, principal artícife de que Mondial lograra igualmente el título de marcas ese mismo año.

Estética retro

La Pagani 125 no es realmente una réplica de su moto de competición de entonces, pues en aquellos años no se utilizaban los carenados, pero montar una carrocería era la única manera de afianzar su corte deportivo y sacarla del segmento naked.

Una estrategia que, viendo el resultado final, parece bastante acertada. El equipo de diseño ha cuidado todos los aspectos, destacando en especial su imponente faro delantero ovalado flanqueado por una cúpula que se acopla a la perfección con el depósito y los carenados laterales, también llamativos por sus branquias de respiración y por el diseño que deja al descubierto el motor.

En la parte superior, el depósito, de forma redondeada, ayuda a mantener la armonía del conjunto al que se suma el asiento monoplaza con un almohadillado “de los de antes” y el minúsculo colín trasero encargado de acoger las luces traseras y los intermitentes. El portamatrículas se ha colocado de manera inteligente detrás de la rueda posterior, saliendo desde el basculante, para que no estropee la estética. El guardabarros delantero disfruta también de un diseño peculiar.

La doble salida lateral del escape, aunque no es fiel a lo que se estilaba en esos años en las motos de carreras, es un recurso que FB Mondial utiliza como propio pues también se recurre a él en la HPS 125.

Por último, destacar la pintura empleada en la carrocería de la Pagani 125, no sólo por lo acertado de la combinación de los colores, sino también por su buena ejecución y la irresistible imagen que proyecta.

Posición de conducción

La estética es imprescindible para dotar de deportividad a una moto, pero esa sensación no debe ser sólo visual, también debe sentirse a los mandos. Y cuando te subes en la Pagani 125 lo aprecias, en especial por sus semimanillares rebajados y sus estriberas retrasadas. No es especialmente incómoda, pero sí que las muñecas se terminan cargando tras rodar un buen rato seguido.

El asiento dispone de un mullido cómodo, lo que se agradece al tener que llevar la espalda curvada por la posición de los semimanillares. No es una moto baja, yo llego al suelo de puntillas, pero al ser muy ligera y estrecha se maniobra con facilidad. Eso sí, hay que tener en cuenta que las piernas chocan a veces con las estriberas.

Un aspecto que he echado de menos es el poder regular las manetas, al menos la del freno delantero, pues para los que tenemos las manos pequeñas se quedan un poco alejadas. Tampoco me ha convencido la ubicación de los retrovisores, o mejor dicho, la longitud de sus soportes, pues no he conseguido colocarlos de manera que me permitiera tener visión trasera y lateral al mismo tiempo, algo que en ciudad resulta imprescindible. Al menos, no estorban para pasar entre los coches para alcanzar la "pole position" en los semáforos.

La cúpula es baja y apenas protege del viento, un aspecto que no plantea demasiados problemas en una moto enfocada a la ciudad. Bajo ella se sitúa la instrumentación, de diseño minimalista y circular, como manda una montura de este corte, pero con tecnología actual y con numerosa información. Los datos expuestos cuentan con buen tamaño pero el color negro de los gráficos no tienen demasiada intensidad y cuando incide la luz directamente cuesta leer con claridad. Los distintos chivatos luminosos se han situado de manera original en los extremos.

Motor potente y rápido

La puesta en marcha nos descubre un sonido peculiar pero para nada estridente, es más, yo lo considero hasta discreto.

El cambio es amable y las marchas entran con facilidad, aunque a veces cuesta encontrar el punto muerto. El embrague también disfruta de un accionamiento suave, aunque ya he comentado que me hubiera gustado haber podido acercar su maneta para un accionamiento más cómodo.

El desarrollo es un poco largo, lo que se agradece en vías más rápidas en las que se puede superar los 120 km/h en terreno llano o favorable, pero que tiene su inconveniente en repechos, recuperaciones y en las arrancadas desde parado.

Es un motor al que le gusta girar a medio y alto régimen, lo que nos obliga a acelerar con alegría al salir en los semáforos para poner tierra de por medio con el resto de coches. El secreto en ciudad por tanto es, una vez que vamos con inercia, no dejar que el motor caiga de vueltas. Es entonces cuando más se disfruta porque además no vibra demasiado para ser un monocilíndrico de 125 cc.

Chasis, suspensiones y frenos

Tampoco se trata de ir con el cuchillo entre los dientes en todo momento, está claro, aunque la moto está preparada para ello gracias a su lograda parte ciclo. Es una moto bastante ágil, que permite cambios de dirección rápidos, aunque queda penalizada por su escaso radio de giro que obliga a incrementar la atención a la hora de zigzaguear entre los coches -y, por supuesto, al maniobrar-.

Su horquilla invertida absorbe bastante bien las irregularidades del asfalto y pasa el examen con buena nota. Su tarado es más blando de lo que podría exigirse a una deportiva, pero entiendo que ha primado el confort teniendo en cuenta que sus usuarios van a darle un uso casi exclusivamente urbano a la Pagani.

La respuesta del doble amortiguador trasero, en cambio, es más seca y a veces resulta algo rebotona, sobre todo cuando se le acumula el trabajo y entramos en una zona muy bacheada a ritmo vivo.

Esa misma diferencia entre delante y detrás lo encontramos en los frenos. El anterior transmite mucha seguridad por su buen mordiente, siendo fácil de dosificar a pesar de no estar cómodo con la posición tan alejada de la maneta. En cambio, el posterior no responde con la misma eficacia y el pedal responde con un tacto excesivamente esponjoso y con mucho recorrido.

Añadir que la moto carece de ABS pero sí de un obligado sistema combinado cuyo comportamiento cumple sin más. Cuidado, por tanto, en las frenadas con suelo resbaladizo, pues a la ausencia de sistema antibloqueo hay que sumar unos neumáticos CST cuyo agarre en mojado no transmite excesiva confianza. En seco, por el contrario, ganan bastantes enteros y permiten una conducción más exigente.

Opinión y valoración

Distinguirse en el nicho de las motos de 125 de estética vintage es cada vez más complicado debido a la cantidad de marcas y modelos disponibles. De ahí el acierto de FB Mondial de ofrecer un producto diferente, que supone la apertura de un nuevo segmento, el de las deportivas retro.

Es una buena estrategia, pues la Pagani 125 se mantiene como una opción interesante para esos usuarios que buscan una moto dejándose llevar básicamente por la estética retro, pero además abre el abanico hacia esos otros a los que les gustan más las deportivas que las naked.

Ahora bien, no es una moto para rivalizar con deportivas del estilo de la Yamaha YZF-R125, la KTM RC 125, la Aprilia RS 125 o de la Kawasaki Ninja 125, motos más sofisticadas y por tanto con un precio más elevado. Pero sí que puede robar algún usuario deseoso de poseer una deportiva 125 a un precio interesante, como el de la Malaguti RST 125 o el de la Mitt 125 GP.

El tiempo dictará sentencia y ya veremos si otras marcas se atreven a dar el paso que ha dado FB Mondial, pero lo que está claro es que cualquiera que quiera pelear de tú a tú frente a la Pagani 125 tendrá que ofrecer algo más que imagen, pues ya hemos comprobado que dinámicamente también se encuentra a un buen nivel.

Equipo piloto