La RT es uno de los indiscutibles emblemas de la división de motos de BMW porque domina su segmento como pocas motos lo hacen en el mercado. Tanto es así que casi podríamos decir que el segmento es ella y eso para una marca es un éxito en sí mismo. Y ya hemos podido tenido ocasión de probarla en una intensa toma de contacto donde mejor puede paladearse el cóctel que propone. Carretera y más carretera.

Pero antes de adentrarnos de lleno en la prueba te voy a contar en detalle todo lo que propone esta generación 2021 que respeta escrupulosamente el planteamiento original y que no cae en revoluciones pero sí evoluciona hacia acertados derroteros que perfeccionan su esencia rutera.  

Novedades 2021: más tecnología

Aparte de incorporar la última evolución de su sofisticado motor de dos cilindros opuestos que ha “pasado por el aro” de la Euro5 pero manteniendo sus cifras de par y potencia en 136 CV y 143 Nm, se ha hecho especial énfasis en el ahorro de combustible. Por un lado es una obligación para reducir las emisiones contaminantes y por otro es una demostración de eficacia del motor. Y tanto se ha confiado en este aspecto que una de las novedades es la inclusión de un nuevo modo de conducción denominado ECO.

Cuando seleccionamos este modo, se activa en la instrumentación una barra verde que indica el grado de ahorro de combustible que estamos logrando con nuestra conducción. Es una invitación a la moderación ya que cuanto más larga la mantenemos, más estamos extendiendo la autonomía. Y viceversa, ya que cuando la barra no tiene ninguna coloración verde es que estamos en una conducción estándar en la que no prima el ahorro.

Quizás la novedad más importante reside en la nueva instrumentación. Nunca había visto una pantalla TFT tan grande en una moto e impresiona. Parece una tablet a todo color y le da un aire mucho más vanguardista a una moto que hasta hora tenía un aspecto más bien conservador. Así que el paso adelante ha sido brutal para proponer, no solo conectividad con nuestro teléfono, sino también un sistema de navegación muy avanzado y que además se ofrece de serie. Y por supuesto esto posibilita poder disfrutar de una completa pantalla de orientación en ruta junto con el resto de las opciones de la instrumentación bien visibles. Hay espacio más que de sobra en las 10,25 pulgadas de esta pantalla Full HD que hará las delicias de los usuarios más “tecno” y quizás desate los desaires de los más reticentes a estos avances.

Pero personalmente considero un acierto este paso que era obligado en mayor o menor medida porque la R 1250 RT también avanza en plena armonía en otros importantes aspectos como el diseño y la iluminación. Y todo lo refleja en el frontal, ya que la parte trasera responde al mismo concepto que antes. La carta de presentación estética reflejada en la parte delantera es más sugerente sin caer en excesos, con líneas mas afiladas y tratando, no solo de no perder protección aerodinámica, sino de mejorarla.

Todo se mantiene igual en cuanto a esa característica puesta en escena con los retrovisores integrados en los laterales de la zona lateral que también acoge las intermitencias pero ahora el espacio destinado a la iluminación es menor aunque mejor dotado; BMW afirma que es su moto con mejor iluminación a día de hoy. Cuenta con un marco LED a cada lado que es su nueva seña de identidad y que puede ir dotado también de luz diurna pero esta es opcional. En el centro tiene un módulo de siete LED y opcionalmente también puede recibir sistema adaptativo para mejorar la iluminación en curva. Y para terminar, tiene dos módulos LED a cada lado que forman la luz de carretera. Iluminación sin tacha.  

Avanzado en control de crucero

Y en la parte central del carenado, justo abajo, está localizado un sistema que también incorpora la R 1250 RT como gran novedad en BMW: el radar para hacer funcionar el sistema de control de velocidad activo o adaptativo. Y es que no solo permite ajustar la velocidad sino que también detecta la posición de los vehículos que nos preceden para ir adaptándola a la vez que mantiene la distancia de seguridad. Tiene un rango de visión de unos 120 m. y funciona entre los 30 km/h y los 160 km/h. Esto forma parte del equipamiento opcional y te avanzo que es una de las grandes novedades que no deberías perderte si te compras esta R 1250 RT. De todos modos, equipa de fábrica el control de velocidad de crucero dinámico que funciona muy bien pero carece del radar.

También ha evolucionado todo el sistema de audio, uno de los elementos que siempre me ha atraído más de la RT para poder disfrutar de la música que más me gusta mientras viajo plácidamente. Cuenta con dos altavoces de 15 W por canal y aparte de conectar nuestra música favorita gracias al teléfono, continúa ofreciendo radio. Se puede manejar con el mando multicontroller típico de BMW que permite navegar con facilidad por toda la instrumentación y también cuenta con accesos directos desde la parte izquierda de la moto, al alcance la de la mano, ya que se encuentran en la parte superior del carenado. Podemos llevar el teléfono conectado de forma continua, tanto para la música como para la navegación gracias a la guantera con toma USB en la parte derecha que ofrece un sistema de carga por inducción muy novedoso, importado de los coches, y que hace innecesario un cable de carga. Esto también tenemos que comprarlo aparte en alguno de los paquetes que luego os explicaré al final.

Y es que tras examinar a fondo todo lo nuevo que tiene la moto, tenía unas terribles ganas de comenzar a rodar para cubrir los casi 400 km que nos había preparado BMW en esta toma de contacto.  

Turismo bóxer

Así que me subí al puesto de conducción que alcanzo con facilidad a pesar de medir solo 1,66 m, ya que el asiento está muy rebajado y estrechado en la unión con el depósito, conecté mi móvil para iniciar la ruta y arranqué su motor bóxer de 1.254 cc con tecnología Shiftcam. Este sistema ya lo integraba el modelo anterior y para el que no lo sepa, varía la apertura de las válvulas en función del tipo de conducción, condicionado por el régimen de giro del motor, para adaptar el consumo y el rendimiento en sus condiciones más óptimas, haciendo que el propulsor sea suave de funcionamiento y siempre con buena respuesta.

Y efectivamente, estamos ante una mecánica que es muy sedosa, tanto en el sonido, como en las vibraciones y en el tacto al acelerar que siempre muestra una cara amable y se adapta muy bien a nuestras exigencias. Es simplemente ideal para una moto que podemos usar en un abanico de escenarios tan variado.

Y al ir los cilindros tumbados, el centro de gravedad está muy bajo y la manejabilidad de esta gran moto que pesa 279 kg es soprendentemente buena. Para mi cuerpo menudo siempre ha sido una moto que parecía un desafío, pero solo hasta que me subía a ella y comenzaba a rodar. Te lo pone todo muy fácil porque la sensación de ligereza a los mandos es absoluta, especialmente del tren delantero que es muy dócil y responde con viveza a las órdenes de nuestros brazos.

La postura de conducción es todo confort y está apoyada por un asiento de muy generosas dimensiones con buen mullido y en el que hasta podemos integrar calefacción de forma opcional.

Otro de los elementos imprescindibles es su gran pantalla parabrisas que además es regulable de forma eléctrica desde la piña izquierda. Hay mucha distancia entre la posición más alta y más baja, adaptándose así a diferentes tamaños de persona y variados escenarios en cuanto a las necesidades de protección. Y esto sí es de serie. Además se ve muy bien a través de ella porque es de gran calidad, con una transparencia total que nunca interfiere en la visión.  

Electrónica y comportamiento

Así que con todos estos lujos comencé a rodar los primeros kilómetros por autovía usando el modo de conducción de carretera (road) de los tres que ofrece de serie porque además cuenta con el rain, de entrega mucho más moderada, y el que mencioné antes, el ECO. Están asistidos por diversas ayudas a la conducción de serie: control de tracción con sensor de inclinación (desconectable), ABS Pro que es integral y también funciona en curva, control de freno dinámico que ayudar a modular la fuerza ejercida sobre la maneta y control de salida en pendiente. Un buen paquete de serie.

La moto llevaba casi todo el equipamiento extra posible, por lo que también pude disfrutar del modo de conducción Dynamic. Este tiene una respuesta al gas más directa y también dispone de unas ayudas electrónicas más sofisticadas que incluyen el MSR que es un control de deslizamiento de la rueda trasera. También integra la suspensión electrónica, más sofisticada y que se ajusta desde la instrumentación en dos modos: “road” y “dynamic”. El primero ofrece una respuesta muy confortable, quizás demasiado, especialmente si el firme no es perfecto, y el segundo cuenta con un carácter más aplomado y durito que hace sentir mejor lo que sucede bajo las ruedas.

Los primeros casi 200 km transcurrieron casi sin enterarme, ya que el ritmo puede ser alto y la sensación de aplomo y seguridad es total. El motor disfruta mucho a cualquier régimen pero especialmente en el medio-alto, donde esconde una potencia considerable y libera un sonido fino y estimulante. Además no es muy tragón si somos cerebrales con el gas. 

Cierto es que en plena curva es una moto con un frontal tan masivo que cabecea ligeramente y nos obliga a ir haciendo pequeñas correcciones para hilarla por una línea perfecta. Pero es algo a lo que te acostumbras rápidamente porque además se puede hacer jugando con el gas. De todos modos, es una moto que dinámicamente es tan juguetona de delante que permite corregir sin que eso sea un problema, entrando en curva con una facilidad impropia de una máquina de semejante porte. Es un aspecto que siempre me ha llamado mucho la atención porque te esperas un “armario” con ruedas hasta que te cautiva con ese comportamiento tan sano y ágil. Además, tenemos un equipo de frenos que responde con inmediatez y eficacia en todo momento, potenciando la sensación general de seguridad que transmite la moto.

El cambio es otro de los elementos que apoya de forma positiva a la conducción en todo momento. Es preciso, cuenta con sistema hidráulico que suaviza las operaciones desde la maneta y las reacciones de su embrague con transmisión por cardan son relativamente dulces (a pesar de esa inevitable brusquedad asociado al cardan) porque está también dotado de antihopping o sistema antibloqueo. Y encima tiene un sistema de cambio semi-automático con funcionamiento bidireccional que funciona mejor en cada entrega de esta moto. Pero esto es opcional y 100% recomendable.  

Probando el radar

Guiados muy bien en todo momento por el sistema de navegación que adelanta a la perfección todas las indicaciones, estuve probando una y otra vez el sistema de crucero dinámico porque es un elemento que muy innovador y que solo unas pocas marcas de motos poseen en alguna de sus motos a día de hoy: BMW, Ducati y KTM.

Como con todo, al principio debes confiar en el sistema para activarlo y comenzar a comprobar cómo maneja la situación. Da un poco de respeto sentir que la moto acelera y decelera de forma autónoma, ya que si detecta un vehículo más cerca de la cuenta frena para volver a ganar velocidad hasta la cifra seleccionada. Y estuve un buen rato por autovía que pienso es el escenario lógico para usarlo, con la velocidad máxima de uso: 160 km/h.

Así puedes corroborar como trabaja el sistema en toda su dimensión y disfrutar de una ayuda que viene realmente bien cuando haces largas tiradas por este tipo de vía. Me pareció que funciona a la perfección, siendo más prudente que nosotros con las distancias respecto a los vehículos precedentes, lo que es siempre una garantía. Y también funciona en curva, adaptando el motor, el acelerador y el freno de forma óptima para mantener el ritmo deseado. Como se suele decir, "lo compro".  

Conclusión y valoración

Llegué de vuelta a Madrid con la típica sensación de poder haber hecho más kilómetros sin el más mínimo reparo a bordo de esta comodísima R 1250 RT, pero una toma de contacto es una toma de contacto y casi 400 km no está nada mal para una sola jornada.

Y al final llega el momento de hablar del precio que se ha incrementado en unos 1.000 € respecto al modelo precedente: 21.275 €. Con todas las mejoras que ofrece de serie, no es una gran “clavada”. Esto es básicamente lo que costaría el nuevo diseño de los faros y la instrumentación con la conectividad y el sistema de navegación, amén de otros sutiles detalles que han buscado perfeccionar un un planteamiento turístico “de manual”. No es de extrañar que no tenga rivales porque es una moto difícilmente superable en rendimiento, confort y carácter, con un bóxer que encaja a la perfección en un conjunto que sin él perdería mucho.

La pena es que algunas cosas importantes no vienen de serie y la moto pierde sin ellas, especialmente el sistema de control de velocidad de crucero dinámico. Esto se podría integrar junto al cambio rápido y el modo de conducción Pro, con todas las ayudas que incorpora y la suspensión electrónica, por 1.883 € que es un buen pellizco pero nos haría disfrutar de esta R 1250 RT 2021 en todo su esplendor. Y si somos un poco “pijos” está el paquete confort que la completa del todo pero suma y sigue...

Por cierto el color base es clásico blanco pero cualquiera de los otros tres ya suponen un incremento del precio aunque también variaciones en el acabado general, incluidas las llantas. El azul deportivo 676 €, el Elegance bronce 484 € y el blanco alpino nada menos que 2.086 € pero incluye una decoración general más exclusiva. Volveré a viajar en cuanto pueda, y cuanto más lejos mejor, con esta soberbia moto turística que es la R 1250 RT.