Un par de días después de haber disfrutado con el Forza 350 me subo en el nuevo SH350, el rueda grande y plataforma plana de la marca japonesa. Como su hermano GT, la principal novedad en el Scoopy es la llegada del nuevo motor eSP+ de 330 cc y 30 CV de potencia a 7.500 rpm. Se trata de un moderno propulsor de cuatro válvulas y refrigeración líquida que mejora las prestaciones de su antecesor manteniendo unas buenas cifras de consumo. Al menos, eso es lo que se anuncia oficialmente, ahora me toca comprobar sensaciones en esta breve toma de contacto que hemos podido realizar.

Herencia del hermano menor

Estéticamente, el nuevo SH350 se ha desarrollado a imagen y semejanza de la última versión del SH125. Introduce por tanto algunas variaciones respecto del modelo anterior pero sin que esto suponga una ruptura con lo que ya conocíamos. Destaca por encima de todo el frontal, más afilado, dominado por el faro delantero en posición horizontal aprovechando todo el ancho de la carrocería, y con la luz de posición en la carcasa superior, a la altura del manillar. Los intermitentes delanteros van incrustados a los lados de esta parte central, mientras que los traseros se han situado bajo el asiento del pasajero, junto al faro trasero. Toda la iluminación del SH350 cuenta con tecnología LED.

Para acompañar a esas líneas más modernas se une ahora una instrumentación divida en distintas zonas, totalmente digital -pantalla LCD-, muy simple en apariencia y con los dígitos claros sobre fondo oscuro fácilmente legibles. En la parte principal se encuentra el velocímetro, reloj horario y temperatura ambiente, como datos principales. A ambos lados, los testigos luminosos; y debajo, los parciales y ordenador de a bordo. Mediante unos botones situados en la piña izquierda se pueden cambiar algunos de los datos presentados. El único inconveniente que he encontrado es que tengo que bajar la cabeza para leer los datos.

Hueco para un casco integral y llave de proximidad

La familia SH siempre se ha caracterizado por su alto nivel de equipamiento. El SH350 no es una excepción, ofreciendo todos los materiales empleados para su fabricación, como plásticos de la carrocería o conmutadores, un agradable tacto y una sensación notable de calidad.

También se ha cuidado el aspecto práctico en este SH350 que cuenta con un hueco bajo el asiento para un casco integral. Es un dato importante si tenemos en cuenta que se trata de un scooter de ruedas de 16”. Este compartimento dispone de una toma USB-C, perfectamente válida para la carga de dispositivos móviles. La plataforma plana deja espacio suficiente para llevar bolsas o similares-tiene un gancho abatible para sujetarlas-, colocar de manera cómoda los pies y facilitar al piloto subir o bajar del scooter con comodidad.

La apertura del asiento se realiza mediante un botón situado al lado de la ruedecilla del contacto del motor y del bloqueo, que sólo se puede activar cuando tenemos con nosotros la llave inteligente de proximidad. Esta “smart key” también es válida para abrir y cerrar el top case opcional.

Cerramos de nuevo el asiento para subirnos sobre él y nos encontramos con un mullido blando, confortable, pero lo suficientemente firme para no dejar que el culo se hunda en él. Está situado a 805 mm del suelo, lo que me impide apoyar los dos pies por completo con mis 165 cm de altura. Aún llegando de puntillas, se maniobra bien porque tiene un buen ángulo de giro y resulta también bastante ligero -174kg-.

La posición de conducción es amable para la espalda, pues queda totalmente erguida. El pasajero goza igualmente de una buena superficie de apoyo y de unas asideras de aluminio para agarrarse cómodamente durante la marcha.

Aceleración máxima

Para verificar hasta qué punto es cómodo el nuevo SH350, salgo a disfrutar del tráfico de la ciudad de Madrid. Ya desde el inicio se aprecia el ímpetu de su nuevo motor, toda una delicia además en cuanto a la ausencia de vibraciones y de ruido procedente de su silencioso. Es todo lo contrario a perezoso, con una respuesta muy directa según se abre el mando del gas, pero sin llegar a ser brusco. De hecho, la entrega de potencia es muy lineal, con lo que es muy fácil ir modulando la velocidad jugando con el acelerador.

A esto hay que sumar la presencia del control de tracción -sistema HSTC- que evita el deslizamiento de la rueda trasera cuando aceleramos sobre mojado o sobre la pintura de un paso de peatones. No es para nada intrusivo y apenas se notan los tirones cuando entra en acción. Es más, en alguna ocasión se me ha encendido el testigo luminoso situado en la instrumentación avisando de su entrada en funcionamiento sin que sintiera que la rueda trasera dejara de empujar.

Con estos apuntes no hace falta decir que arrancar desde parado en cada semáforo es una gozada. El motor está muy lleno ya desde abajo, por lo que tampoco es necesario acelerar a tope para salir en primer lugar. El SH350 gana velocidad enseguida y después sólo hay que ir jugando con el acelerador aprovechando la inercia -apenas hay freno motor- y con el propulsor girando a medio gas.

Es muy fácil de llevar, por lo que prácticamente sólo hay que estar pendiente del resto de vehículos que encontramos a nuestro paso. Y esta tarea se también se gestiona de manera sobresaliente con el SH350, pues es estrecho y tiene un buen ángulo de giro, dos factores fundamentales para brujulear dentro del tráfico de una ciudad. Además, su posición de conducción erguida facilita el echar un vistazo rápido a todo lo que nos rodea. Aparte, los espejos suponen una gran ayuda al reflejar sin problema todo lo que ocurre por detrás.

En caso de una frenada de emergencia, el SH350 responde con seguridad gracias a su equipo de frenos compuesto por un disco delantero y otro trasero, ambos de 256 mm. Destaca el conjunto por su gran mordiente y por su capacidad para dosificar su fuerza. A esto hay que añadir la gran puesta a punto del ABS, que deja apurar la frenada como si de un scooter deportivo se tratase. Además, para reforzar la seguridad pasiva, Honda ha incorporado de serie un sistema que enciende las intermitencias cuando se produce una desaceleración importante, para avisar a los vehículos que circulan detrás.

Por otro lado, las suspensiones responden más a un uso relajado, mostrando un tarado algo blando con el que disimular las irregularidades del asfalto. Este comportamiento se siente tanto delante como detrás, aunque sus dos amortiguadores cuentan con regulación de la precarga para ponerlo más al gusto de cada uno.

Termino esta prueba hablando del comportamiento del SH350 en vías más rápidas, en donde se puede mantener velocidades de 120 km/h con mucho desahogo. Sorprenden las recuperaciones a 90-100 km/h, incluso cuando el perfil de la carretera es desfavorable. Eso sí, su posición de conducción tan erguida y la ausencia de pantalla parabrisas hace que el viento sea muy patente en pecho y casco.

Conclusión y valoración

Aunque el SH125 sea más popular, lo cierto es que el SH350 se convierte en una herramienta más versátil . Su capacidad para desenvolverse en el tráfico urbano es similar a la del pequeño, pues es igualmente ágil y ligero. Te puedes meter con él por cualquier sitio, pero además permite salir a la carretera o a la autopista sin miedo a ser adelantado por los coches gracias a sus altas prestaciones.

Y es que el SH350 corre mucho y lo hace además mostrando una gran sensación de control y de seguridad, el único inconveniente es la desprotección aerodinámica obligada por su diseño. 

Por otro lado, el montaje de unas ruedas de 16” en ambos ejes no limita su capacidad de carga, encontrando bajo su asiento un espacio para un casco integral y algunos objetos más. Una volumen que puede ser insuficiente para algunos usuarios pero que se soluciona con un baúl opcional.

Por último, indicar que su rival natural, el Piaggio Beverly, también ha recibido un aumento de cilindrada, en su caso hasta alcanzar los 400 cc. La pelea entre ambos colosos va a estar muy animada.