El segmento de las sport turismo está en pleno auge, un conjunto que recoge monturas de distinta naturaleza pues en él encontramos motos turísticas puras, como la BMW R 1250 RT, trail asfálticas, como la Yamaha Tracer 9 o la Kawasaki Versys 1000, o trail puras, como la KTM 1290 Super Adventure S. Pero además, en este entorno también hay monturas de menor envergadura, como la Yamaha Tracer 7 o la BMW F 900 XR. Y es que al fin y al cabo, no importa tanto el tipo de moto como el uso que se le quiera dar, de hecho este tipo de utilidad bien se puede realizar con monturas de otro tipo, como una naked del estilo de la KTM 890 Duke o de corte más clásico, como la Kawasaki Z900RS.
Esta variedad de tipos de motos supone todo un reto a los fabricantes de neumáticos, que se ven obligados a desarrollar unos productos muy específicos que cubran plenamente las necesidades de unos y otros. La dualidad sport turismo implica, por un lado, agarre y agilidad, y, por otro, durabilidad y eficacia en todo tipo de asfaltos y condiciones.
Para cumplir con esas premisas, Bridgestone ha creado los Battlax T32, que se desdoblan con una versión GT enfocada a motos de mayor peso. Estos nuevos neumáticos no suponen una evolución de los Battlax T31, si no que se ha realizado un desarrollo completamente nuevo, destacando el dibujo con tecnología Pulse Groove; consiste en realizar los surcos de forma ondulada en lugar de rectos buscando una mejor canalización del agua para lograr la mayor adherencia en suelo mojado. Pero no sólo aumenta su eficacia en mojado, pues en seco se ha aumentado la banda de rodadura respecto al Battlax T31, con lo que su rendimiento en todos las superficies ha sido superior. Incluso la firma japonesa asegura mantener la durabilidad respecto a la versión anterior.
Otras tecnologías implementadas son el uso del doble compuesto en el neumático trasero, con los laterales más gomosos para alcanzar el máximo agarre con la moto inclinada. En el caso de la versión T32GT, Bridgestone emplea una carcasa específica pesando en el mayor peso de las motos a las que van destinados.
Che spettacolo!!
Está claro que Bridgestone no nos había traído hasta Bari, al sur de Italia, para soltarnos una charla técnica. Lo que había preparado es una ruta desde Sicilia hasta Florencia, en distintas etapas a cubrir por distintos periodistas europeos. A mí me tocaron dos etapas bastante entretenidas, con salida cerca de la ciudad de Bari, y pasando por Brindisi, Lecce y terminando en la maravillosa localidad de Alberobello tras haber llegado hasta el extremo del tacón del bota de la península itálica. En total, 750 km repletos de curvas lentas, curvas rápidas, autopistas, ciudad… en todo tipo de condiciones, pues rodamos en seco y en mojado.
Pude disfrutar de la ruta intercambiando distintas motos, y aunque la mayor parte del tiempo rodé con la Versys 1000 y con la F 900 XR, también hice bastantes kilómetros con la Tracer 9 GT y con la Z900RS.
Los primeros kilómetros transcurrieron por unas bacheadas carreteras con curvas muy cerradas y con una calzada estrecha. Llaman la atención por la precisión a la hora de entrar en las curvas, así como por la respuesta lineal con la moto inclinada. Los cambios de dirección se realizan con suma facilidad y transmiten mucha seguridad en los apoyos en el tren delantero. Además, absorben bastante bien las irregularidades, por lo que el confort que se exige a un neumático touring es más que aceptable. La rueda trasera, por su parte, ofrece un buen agarre igualmente, aun no siendo excesivamente amable con el mando del gas, y no sentí falta de adherencia en ningún momento. Me llamó la atención que las sensaciones con las más pesadas eran similares a las obtenidas con las más ligeras, siempre con esa sensación de tenerlo todo bajo control.
Para la tarde del primer día, Bridgestone nos había preparado dos escenarios totalmente distintos: por un lado, una carretera bacheada y con gravilla, y otra de curvas amplias y rápidas. En este escenario me encontré de nuevo rodando a buen ritmo con una confianza máxima en la rueda delantera, y sin necesidad de aumentar el nivel del control de tracción para evitar derrapadas a la hora de abrir el gas. Después, en la carretera más rápida, descubrimos de nuevo un neumático de respuesta neutra y con la misma sensación de agarre independientemente del grado de inclinación y de la velocidad a la que se circula.
Comportamiento en agua
La jornada siguiente comenzaba pasada por agua, justo lo que queríamos para poder poner a prueba las ruedas en superficie más deslizante. Con lo que no contábamos era con una carretera sucia y hasta con musgo en algunas partes. Había que ir con mil ojos y mucho tiento con los mandos del gas y de los frenos. Aún así, los T32 montados en la Z900RS iban cumpliendo lo prometido, mostrando una cara amable a la hora de inclinar la moto en las curvas. De ahí pasamos a una zona de curvas enlazadas, con el firme más mojado pero más limpio. Como en seco, el comportamiento de los nuevos Bridgestone es impecable, permitiendo inclinar la moto con mucha naturalidad y sintiendo lo que ocurre debajo en todo momento.
Tras la comida, el sol hacía de nuevo acto de presencia y nos permitía despedirnos de Italia a lo grande. Comenzamos primero por un tramo amplio de autopista, en donde pudimos comprobar el alto nivel de estabilidad a gran velocidad, aunque el premio final lo obtuvimos luego, en la última carretera antes de llegar a destino era como un circuito, repleto de subidas y bajadas, con curvas para todos los gustos y con un asfalto bastante aceptable. En esta ocasión ya iba subido en la BMW F 900 XR, con el modo Dynamic Pro para poder sacar todo el partido a estas ruedas. El paso del suelo mojado al seco no es en absoluto traumático porque las sensaciones son muy parecidas para permitir disfrutar a tope de la conducción.
Conclusión y valoración
Dos días muy de moto muy intensos han sido suficientes para disfrutar de las bondades de los nuevos Bridgestone Battlax T32. Unos neumáticos que ofrecen un rendimiento increíble cuando se rueda a ritmo alto en carreteras de curva y que apenas bajan sus prestaciones cuando el asfalto se complica por culpa del agua. Lo mejor en mi opinión es que el “feeling” que transmiten es similar en estas dos situaciones, de manera que no hay sorpresas, sabes en todo momento cómo van a reaccionar. Esto es muy importante en un neumático enfocado al turismo, pues las circunstancias son cambiantes.
Por otro lado, el grado de confort es igualmente alto y lo pude comprobar en las bacheadas carreteras por donde transcurrió la ruta, amortiguando perfectamente las irregularidades. Y puedo afirmar que esa suavidad de rodadura se alcanza también con motos menos ruteras.
Sólo me ha quedado por comprobar la durabilidad de las gomas, algo más difícil de poner a prueba, pero si han conseguido una buena cifra kilometraje, como afirman haberloi hecho, creo que nos encontramos ante uno de los neumáticos más completos de su segmento.