PRECIO, DATOS TÉCNICOS Y EQUIPAMIENTO >

En positivo

  • Motor elegre
  • Hueco para dos cascos
  • Agilidad
  • Precio


En negativo

  • Acabados en general
  • Ruidos
  • Estabilidad a alta velolcidad
  • Pantalla corta

 

 

 

La marca española Mx Motor suma otro miembro más a su gama de 125 cc pero esta vez aporta un scooter con mucha más proyección dadas sus buena cualidades en puntos clave: hueco para dos cascos integrales bajo el asiento, ergonomía muy cómoda, atractivo diseño y buen comportamiento general. Y es que ser un clon del antiguo Yamaha X-Max tiene estas ventajas porque es casi clavado. Aunque a diferencia de otros scooters que proceden de China, este tiene un punto realmente bueno, porque conserva muchos elementos del original, yo diría que incluso el bastidor. Un servidor que fue propietario en su día de los primeros X-Max, lo puede asegurar sin miedo a equivocarse, es un clon pero con matices. La ergonomía parece idéntica y las sensaciones de conducción son muy parecidas por varios motivos:

Buena herencia

Primero porque el E-Space acelera con muchas ganas, cosa que también hacía el antiguo X-Max. Incluso me atrevería a decir que en los primeros metros empuja con más fuerza, sacrificando algo de velocidad punta. Pero parece que todo ha sido bien estudiado porque al haberlo dotado de una pantalla mucho más corta, han debido de pensar que un 125 con que vaya bien en territorio urbano, vale.

Segundo porque la ergonomía, no es que recuerde, es calcada. Esto se traduce en comodidad pero adolece de sitio para estirar las piernas, como el modelo original. Incluso la instrumentación tiene un diseño prácticamente idéntico pero con matices que la hacen peor: la pantalla digital tan sólo dispone de un odómetro total y cuando entra en reserva hace el amago de iniciar un contador de kilómetros hechos con la reserva pero lo cierto es que “malfunciona”. Un reloj no era caro y es útil.

Tercero porque conserva intacto el enorme hueco bajo el asiento donde podemos alojar sin problemas dos cascos integrales. Esto es algo de lo que no todos los scooters pueden presumir y le da un importante valor añadido.

Pero quizá lo mejor sea su precio: 2.390 €. Es una cifra muy interesante para un scooter con tan buenas cualidades. La cuestión es ¿Cuál es el secreto? La respuesta es relativamente sencilla: ahorrando en todo lo que se pueda respecto al modelo original. Por eso la calidad está por debajo y se nota en muchos detalles como las piñas, los frenos que aunque efectivos 100%, no tienen un tacto fino, las llantas son diferentes aunque con el mismo diseño, la suspensión que se aligera de delante, y en definitiva muchos ruiditos que denotan una menor calidad general.

Buen rodar

Sin embargo, sorprende positivamente una vez en marcha, no sólo por el buen rendimiento del motor (alimentado por carburador), en el que tiene mucho que ver la buena puesta a punto de la transmisión, sino por la agilidad con la que se desenvuelve. En esto parece mejorar respecto al modelo original, aunque sacrifica estabilidad a alta velocidad. La suspensión no parece ser la misma pero se defiende con mucha dignidad, sin incomodarnos con desagradables rebotes. Las salidas del E-Space desde parado son realmente rápidas, con una aceleración constante y sin fisuras, emitiendo un sonido muy parecido al del antiguo X-Max. De hecho la tapa de la transmisión y del filtro de aire, son prácticamente idénticas, igual que el escape. Como hemos dicho antes, los frenos responden muy bien en cuanto a potencia pero no gozan de un tacto muy fino.

Estéticamente el scooter es muy resultón porque le han cambiado las tulipas y  la combinación del blanco con elementos en negro, como las asideras para el pasajero, le dan un aire fresco y moderno. La pantalla corta va en este mismo sentido aunque igual en invierno, con mal tiempo echamos en falta una que proteja un poco más. Y el frontal, aunque mantiene el mismo estilo presenta un ligero rediseño que le sienta muy bien.

Estamos ante un scooter que como decíamos al principio es muy interesante por todo lo que ofrece a cambio de sólo 2.395 €. Es un muy digno clon del Yamaha X-Max y retiene muchas de sus virtudes aunque adolece de su calidad pero por ése precio no podemos pedir más.