La nueva Royal Enfield Scram 411 se deriva de la Himalayan de orientación trail presentada en 2016. Como aquella, la Scram 411 también es accesible con carnet A2 y todavía está calzada con neumáticos mixtos, aunque está dirigida más al día a día en entornos urbanos bajo una estilosa estética.

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Renovatio 

Bajo la vieja premisa que en latín invita a la actualización, en los últimos años la firma india Royal Enfield ha reordenado sus prioridades volviendo al estilo más británico, contratando nuevos diseñadores procedentes de distintos fabricantes europeos y llegado a adquirir Harris Performance, la prestigiosa firma especializada en el diseño de chasis. Los tres centros de Royal Enfield en la India suman una producción anual de un millón de unidades que en su mayor parte comercializa en su mercado nacional.

Con siete modelos ya en catálogo, la Scram 411 aparece en escena con el mismo chasis y motor que se emplean en la Himalayan, aunque con contadas pero significativas diferencias que la hacen una moto distinta. Para que te hagas una rápida idea, Himalayan y Scram 411 comparten chasis, motor, depósito de combustible y suspensión trasera. El chasis fue originalmente diseñado por Harris para la Himalayan y ese mismo bastidor de doble cuna en acero sustenta de nuevo esta parte ciclo. El motor también es el mismo monocilíndrico de 4 tiempos de 411 cm3 con árbol de levas simple, una mecánica que declara 25 CV de potencia a la que nos referiremos más adelante.

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Culto al detalle 

A partir de esta regla, los matices estéticos de la Scram 411 destacan desde el primer vistazo con la ausencia de parabrisas, sustituido ahora por un sencillo embellecedor alrededor del alumbrado delantero que recuerda poderosamente a la legendaria estética de la BMW R 80 GS que se comercializó entre 1980 y 1987, la primera versión de la gama maxitrail más famosa de todos los tiempos. Ese alumbrado, junto a las tapas laterales en el depósito de combustible, se han convertido en las señas de identidad estética más destacables de la Scram 411. Prestando algo más de atención, el asiendo es de una sola pieza y también cambian la asidera trasera y el conjunto de soporte de matrícula, guardabarros y alumbrado posterior.

En el tren delantero, la Scrambler emplea una horquilla telescópica cuyo recorrido se reducido de 200 a 190 mm sobre una llanta delantera de 19 pulgadas, en lugar de las 21” empleadas en el modelo primigenio, y neumáticos de la marca nacional Ceat de 100 y 120 mm de ancho en los trenes delantero y trasero, respectivamente. Por último, la nueva Scram 411 está disponible en varias y llamativas opciones cromáticas, con tres decoraciones en grafito combinado con amarillo, rojo o azul, y dos decoraciones alternativas denominadas White Flame y Silver Spirit.

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En marcha 

A pesar de que cuando tienes más de 1’85 metros de estatura el tamaño de cada nuevo modelo resulta todo un desafío, afortunadamente esta Scram 411 conserva las amplias medidas originales y la posición de conducción de la Himalayan. El pasajero disfruta de una ubicación con asiento y estribos a mayor altura, complementada por una sencilla asidera posterior.

Con el conductor y el potencial segundo ocupante cómodos y bien ubicados, el primero tiene todos los mandos al alcance, incluido el ergonómico conmutador de funciones del display digital integrado en el velocímetro que se acciona instintivamente con el índice derecho. Junto a este se encuentra el Tripper, un sencillo navegador desarrollado en conjunción con Google que se puede parear con el teléfono mediante una app específica. En el display se echa de menos el régimen de giro, pero sí incluye información de la marcha engranada.

Bajo una benevolente meteorología en la orilla del Mediterráneo a las puertas del verano, conducir la nueva Scram 411 resulta una agradable experiencia desde los primeros kilómetros de nuestra prueba por vías de circunvalación escapando de núcleos urbanos en dirección a entornos naturales menos congestionados entre semana.

Dado el sencillo carácter básico de la Scram 411, más que en una elevada potencia sus mejores virtudes se resumen en el suave y acompasado funcionamiento que exhibe el motor, con baja rumorosidad y cinco relaciones de cambio bien espaciadas que permiten una gran elasticidad.

Las motos de Royal Enfield siempre han destacado por ser máquinas con una gran personalidad y, desde luego, la de la Scram 411 sigue ese camino, huyendo de la búsqueda desesperada de la potencia o de aptitud en el terreno deportivo. De hecho, su desarrollo en condiciones reales de autovía ronda los 130 km/h. Aun así, declara un par motor de 32 Nm que, dada la elasticidad a que hemos hecho referencia con anterioridad, aclara su personalidad de forma más nítida y eficaz.

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En cuanto a la parte ciclo, la Scram 411 se maneja en marcha con suma facilidad. Esta moto trasmite una sensación de gran agilidad, lo que permite mover con soltura sus 195 kg en orden de marcha para conductores de mayor y menor corpulencia. Llegados a las reviradas carreteras de las imágenes de acción que ilustran esta prueba, dentro del uso para el que ha sido pensada esta parte ciclo destaca por la nobleza.

Las suspensiones ofrecen un mullido tacto y sólo parece demasiado blando el tarado de la horquilla cuando accionas el freno delantero con decisión en carretera, lo que provoca una rápida transferencia de peso. De todas formas, no deja de ser algo solucionable adecuando muelles y densidades a tus características físicas y preferencias en la conducción. Al mismo tiempo te das cuenta de que a la hora de abordar virajes resulta mucho más fácil bajar la altura de la moto accionando el freno posterior, lo que te descubre la ventaja de un buen aplomo general. A pesar del desgastado estado de algunos asfaltos sobre los que transitamos los neumáticos indios demuestran su solvencia.

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Off road 

Resulta inevitable tener la oportunidad de probar un nuevo modelo con cierta orientación off road y no adentrarte por caminos de tierra. En ese escenario, la Scram 411 brinda una buena comodidad de marcha si transitas por sencillas pistas de tierra. Teniendo en cuenta que la Himalayan original emplea llanta delantera de 21” y en la Scram 411 es de 19”, y que el escape discurre en una baja disposición, ésta última todavía cuenta con una buena altura libre al suelo que te permite circular con confianza por terrenos algo más rotos, pero recuerda que sus neumáticos mixtos tampoco te van a permitir excesos sobre superficies pedregosas.

Digamos que la faceta off road de la Scram 411 ha quedado solventada con una gran entereza, mucho más de lo que puedas esperar de una desenfada máquina que seguramente termine pasando la mayoría de sus días en la ciudad.

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Conclusiones 

Puede que las motos de Royal Enfiled no resulten tan refinadas como las de los otros fabricantes europeos o japoneses, lo cual siempre constituirá una desventaja en la competitiva industria de la motocicleta. Sin embargo, puede precisamente que sea en esa concepción más espartana de lo que debe ser un vehículo de dos ruedas donde resida una importante parte del exótico encanto de la marca y a lo que se deba en último término su ajustada percepción del precio.

En el caso de la nueva Scram 411 éste es de 4.989 € para los acabados combinados con grafito y de 5.189 € para las decoraciones especiales, al tiempo que todas las motos de la gama de Royal Enfield disfrutan hasta el 30 de junio de 2022 de una promoción con descuento equivalente al Impuesto de Matriculación.

Se trata de máquina sencilla sin pretensiones injustificadas, una apuesta completamente comprometida con la búsqueda de la perfección que combina estética, fiabilidad, polivalencia y economía. Toda una declaración de intenciones en un competitivo mercado local de mil millones de habitantes, pero también una opción a tener en cuenta que ha demostrado su validez para los poseedores europeos de carnet A2 que busquen una máquina razonable para seguir ganando experiencia.