Coincidiendo con la mayoría de edad de la llegada del fabricante taiwanes a nuestro país -de la mano de Motos Bordoy- Sym añade otro integrante a su exitosa saga con denominación aeronáutica: El nuevo Sym Jet X 125. Un scooter compacto que se incorpora a un segmento que no para de crecer (con una cuota del 16% del mercado total), poniendo el toque pasional y cierta actitud deportiva frente al conocido Jet 14 125. Para codearse con sus competidores más directos: Honda PCX 125 y Yamaha Nmax 125. A los que planta cara con una serie de argumentos extra que te explicaré a continuación.
Y qué mejor escenario que el ofrecido por la Ciudad Condal, y sus alrededores, para probar cómo se comporta este nuevo scooter en cualquier entorno. Un territorio por el que me muevo habitualmente en coche o moto de mayor cilindrada y que, gracias a las virtudes de este urbano empedernido, tuve la oportunidad de disfrutar desde una perspectiva mucho más amable.
El poder del Jet
No es casualidad que la firma eligiese las instalaciones del Disseny Hub para presentarnos al Jet X 125. Toda una referencia en el ámbito del diseño y un espacio plagado de creaciones con una misión funcional y mucho sentido estético. Dos características que definen muy bien al nuevo compacto de Sym. Que, lejos de intentar sustituir al Jet 14 125 -dirigido a un usuario más racional que busca un vehículo más práctico- llega para unir fuerzas junto a este, poniendo el foco en en un público más jóven y sofisticado.
Motivos por los que el Sym Jet X 125 exhibe una imagen notablemente más deportiva, con un diseño de líneas muy marcadas y cierto aire amenazador. Todo fachada ya que, como descubrimos más tarde, su comportamiento se demostró de lo más amigable. Un aspecto que sube un escalón frente a lo ofrecido por sus más directos competidores, con un estilo ligeramente más conservador. Con los que comparte detalles como la viga central del chasis que, si bien reduce su carácter más funcional, ofrece un plus en su comportamiento dinámico como veremos más adelante.
Motor y tecnología
Impulsado por un eficiente monocilíndrico de 4 válvulas, refrigeración líquida y 124,6 cc (el mismo que utiliza su compañero de rueda alta Symphony ST 125, con el radiador ubicado en el lado derecho), el propulsor del Jet X 125 se caracteriza por sus bajos niveles de CO2, su consumo contenido y su excelente rendimiento. Con una potencia declarada de 12,7 CV a 8.000 rpm y un par motor de 11,5 Nm a 6.500 rpm. Situándose, en este apartado, por delante de sus competidores más directos.
En cuanto a la dotación tecnológica nos encontramos con un sistema de llave inteligente desde la que, además de bloquear/desbloquear el vehículo, podremos activar o desactivar los mensajes acústicos que emite cuando la moto cambia de estado o la alarma que sonará al detectar cualquier movimiento sospechoso. Tras el escudo nos encontramos con un dial con las habituales funciones (contacto, bloqueo de la dirección y apertura del asiento) junto a una cerradura ingeniosamente disimulada por si tenemos que hacer uso de la llave (escondida en el mando a distancia). La instrumentación está formada por una atractiva pantalla LCD multicolor en negativo (sobre fondo negro), con un diseño que podríamos calificar de panorámico y toda la información básica sobre el scooter: Velocímetro, tacómetro, indicador del nivel de combustible, reloj, nivel de carga de la batería y cuenta kilómetros parcial/total. Junto a los testigos luminosos de reserva, temperatura del refrigerante, ABS, revisión del aceite e iluminación. En la guantera, ubicada en el lateral izquierdo, encontramos una toma de corriente USB QC2.2 para cargar nuestro smartphone.
Diseño y parte ciclo
Con una imagen absolutamente vanguardista que demuestra desde su parte frontal -muy en la línea de las motos deportivas del momento- fluyendo hasta la zaga a través de innumerables líneas angulosas, el Jet X 125 es capaz de cautivarte tras el primer contacto visual. Un diseño muy sofisticado, en el que elementos como su doble óptica LED, con los intermitentes integrados en el escudo, su pequeña pantalla ahumada, el manillar desnudo o la X (como un guiño a la denominación del modelo) marcada en los plásticos que cubren el túnel central son responsables de gran parte del carácter del modelo.
La parte ciclo sigue confirmando el excelente nivel al que se encuentra el Jet X 125, con un nuevo chasis tubular con viga central, que ofrece una mayor rigidez y mejora la estabilidad. Junto a un equipo de frenos con un disco en cada eje (260 mm/220 mm) -de perfil lobulado el delantero, mordido por una pinza de dos pistones- y ABS de dos canales Continental. Las suspensiones se cubren con una horquilla telescópica delante y dos amortiguadores detrás regulables en precarga. Mientras que los neumáticos son unos CST de 14” montados sobre unas elegantes llantas de 10 brazos.
Funcionalidad y habitáculo
Como ya hemos comentado, el Sym Jet X 125 es un scooter muy sofisticado que no por ello se olvida de combinar su carácter deportivo con otros detalles más funcionales, imprescindibles en un vehículo concebido para un uso diario.
Así, bajo su amplio y confortable asiento encontramos un hueco con espacio suficiente para alojar un casco integral dependiendo de marcas y modelos (concretamente, no conseguí alojar el Shoei X-Spirit III que llevaba en esta ocasión). Un espacio que se complementa con el disponible en la guantera delantera antes mencionada (con toma USB), lo bastante amplia para guardar un móvil de pantalla grande y pequeños objetos personales. Además, podremos mejorar su capacidad de carga gracias a un baúl trasero ofrecido de manera opcional.
La postura de conducción es cómoda y relajada; y, gracias a una altura de asiento de 770 mm permite llegar bien al suelo a pilotos de cualquier talla facilitando así las maniobras en parado. Ofreciendo, al mismo tiempo, un bajo centro de gravedad. Aún así, dado su carácter compacto, los más altos quizás se sientan ligeramente encajonados a la hora de estirar las piernas sobre la plataforma. El asiento cuenta con un sutil apoyo lumbar para el piloto. Por su parte el pasajero se beneficia de unas estriberas de generosas dimensiones que, una vez plegadas, quedan perfectamente disimuladas en la carrocería del modelo; además de unas asas traseras -simulando un spoiler- a las que agarrarse. Que también nos facilitarán la tarea a la hora de subir el caballete central, que se acompaña de pata lateral.
¡Arranca la diversión!
Tras revisar concienzudamente todos los apartados del Jet X 125, nos ponemos a sus mandos en una ruta que combinará diferentes escenarios, simulando el uso que cualquier cliente podría realizar a diario. Lo primero que llama la atención al desbloquear la moto son las señales acústicas que emite, para anunciar su cambio de estado. Un sonido que puso la banda sonora a la jornada, que podremos cancelar desde la llave de proximidad. Una vez sentado, me parece muy agradable la limpieza visual que ofrece el puesto de conducción, con el manillar desnudo y el afilado cuadro de instrumentación. Este último con un regulador de contraste automático que demostró su eficacia bajo el sol abrasador que nos acompañó todo el día.
Como he comentado anteriormente, pese a su compacto tamaño me siento cómodo sobre su asiento y en el espacio con el que cuento para los pies. Eso sí, al subir la pierna izquierda a la plataforma no puede evitar presionar y abrir la guantera con la rodilla. Algo a lo que tendrás que acostumbrarte si tu altura está por encima del 1'80 (que puedes solucionar fácilmente sentándote algo más hacia atrás) y que, aún así, llegué a encontrarle su punto de utilidad.
Arrancamos los motores y salimos en “manada” por las calles de Barcelona. El motor se comporta a la perfección en territorio urbano. Con un empuje suficiente para permitirnos coger ventaja frente al resto de vehículos al salir de los semáforos y capaz de alcanzar velocidades de crucero (propias de un 125) para circular sin sufrir en vías más rápidas. Un momento en el que, quizás algunos, echen en falta un parabrisas más grande (que pronto estará disponible como accesorio opcional), pero un hándicap totalmente justificado por el estilo deportivo que le concede el de serie.
Serpenteando entre coches se mueve con gran agilidad, y cuenta con un buen ángulo de giro, que evita cualquier tipo de maniobra en los momentos más complicados. Mientras que su anchura total de 760 mm no se revela como un obstáculo a la hora de deslizarse por los espacios más angostos.
Salimos de la ciudad y cogemos rumbo a las sinuosas carreteras de la cercana sierra de Collserola. Un territorio que, si bien a priori puede no parecernos el hábitat natural de un scooter de estas características, representa la ruta diaria de todos aquellos que viven en los pueblos y urbanizaciones de los alrededores. Permitiéndonos, además, desquitarnos del congestionado tráfico del centro de la ciudad sacando nuestro espíritu más deportivo.
Sin duda la viga central del nuevo chasis se muestra como un elemento esencial, para que el Sym Jet X 125 se comporte con el aplomo necesario a la hora de enlazar las innumerables curvas que nos brinda nuestro nuevo escenario. Asistido por unas suspensiones que cumplen a la perfección, unos frenos en la misma línea -estos últimos, con un tacto un poco duro-, y unos neumáticos CST a los que no hay nada que reprochar. Tanto es así que, en alguna ocasión, fruto de la emoción que nos contagiaba el trazado llegué a olvidarme del vehículo sobre el que circulaba, acariciando levemente el caballete al negociar alguna curva con un ángulo más elevado de lo recomendado. Algo meramente testimonial que, tan solo pone de manifiesto el buen comportamiento de este urbano al abandonar la ciudad.
Conclusión y valoración
Con el nuevo Sym Jet X 125 la firma taiwanesa está demostrando que se acerca peligrosamente a sus competidores más directos; muy consolidados en el segmento. Un scooter que basa parte de sus argumentos en su diseño moderno, y en unos acabados y equipamiento que le permiten entrar a formar parte de la franja premium de su categoría. Añadiendo cierto toque pasional a un vehículo destinado a un uso diario. Un valor añadido para todos los que montar en moto es algo más que circular con un vehículo práctico, eficiente y económico.
Además de por el atractivo visual, me ha gustado mucho por su capacidad de adaptación a cualquier medio. Postulándose como el perfecto compañero para los desplazamientos diarios dentro y fuera de la ciudad. Un uso para el que quizás mejoraría algunos detalles más funcionales, como la ampliación del espacio bajo el asiento. Limitada por la ubicación del depósito de combustible de 7,5 litros junto al hueco para el casco, pero que se podría solventar colocándolo en la consola central bajo la viga del chasis.
Si echamos una vista a su precio (3.399 €) el Sym Jet X 125 ABS se sitúa ligeramente por encima que el PCX 125 de Honda (3.250 €) y el Yamaha Nmax 125 (3.349 €). Sin embargo, es un apartado que conviene analizar con mayor detenimiento por las ventajas añadidas que acompañan a la opción taiwanesa. Que incluye garantía de 5 años y seguro gratuito durante el primer año (con coberturas de robo e incendio). Dos extras que, tras calcular el valor de cada uno de ellos (250 € el seguro y 150 € la extensión de garantía) colocan -si los sacamos de la ecuación- el precio del Jet X 125 en 2.999 €. Un precio muy competitivo que convierte al recién llegado en una propuesta con una excelente relación calidad precio.