Sólo dos años después del lanzamiento del Maxsym TL 465, SYM ha decidido actualizar su maxiscooter. Y lo hace con la clara intención de convertirse en un serio protagonista dentro de su segmento, pues el anterior TL no rivalizaba de lleno con los grandes bicilíndricos del momento ya que se situaba en un terreno intermedio entre aquellos y los monocilíndricos de 400 cc. En estos dos años los taiwaneses han podido comprobar la fiabilidad de su producto, de ahí que para 2022 hayan desarrollado un motor de mayor cilindrada, más potente y con más par. Un paso necesario si se pretende hacer sombra al referente en esta categoría, el Yamaha TMax. Es evidente que el cliente tipo de este tipo de vehículos tiene unas miras altas y para atraer su atención hay que ofrecerle un producto de cierta calidad, y si es con un precio ajustado, mejor.
Hermano casi gemelo
Precisamente, el precio se ha convertido en un tema controvertido para este Maxsym TL 508 pues aunque se encuentra por debajo de los 10.000 euros, aun cuando sea sólo por un euro, lo cierto es que es 2.000 euros más caro que el anterior. La propia marca argumenta que en estos dos años los precios han tenido una tendencia alcista, que el Maxsym TL 508 está más equipado, la Euro5 es igualmente más laboriosa y que esta versión está gravada con el 4,75% del impuesto de matriculación. Está claro que en estos dos años los precios de las motos -y de todo lo demás- se ha incrementado de forma notoria y el Maxsym TL no se ha podido escapar. Creo igualmente que le hubiera venido bien una cierta reforma estética para diferenciarlo de la versión anterior y así "vender" mejor que se trata de un scooter completamente nuevo.
Y es que externamente, salvo colores, no hay diferencias visibles entre el nuevo y el "viejo" TL, como tampoco las hay en cuanto a elementos de la parte ciclo o del equipamiento, como la instrumentación, pantalla parabrisas… Esto produce la sensación de que estamos ante una mejora de modelo, pero lo cierto es que los cambios introducidos son mayores de los que pueda parecer.
Para empezar, el Maxsym TL 508 disfruta de un nuevo motor de mayor cilindrada, de ahí su cambio de denominación, que rinde una mayor potencia y, sobre todo, una cifra de par muy superior en toda su banda de uso. Además, se le ha dotado de un control de tracción que supone un plus de seguridad al abrir gas en superficies más resbaladizas. Dentro de su equipamiento, las novedades se centran en el montaje de una smartkey y de una toma USB 3.0 de carga rápida situada en una de las dos guanteras situadas en el contraescudo central.
No hay diferencias en la parte ciclo, que se sigue apoyando en una horquilla invertida y un monoamortiguador trasero en posición lateral, en el apartado de las suspensiones; unos frenos con ABS desarrollado por Continental y con una pinza de anclaje radial y cuatro pistones como elemento más destacado; y con unas ruedas de 15” calzadas con unos neumáticos Maxxis desarrollados específicamente para este modelo. Los demás datos técnicos los tenéis recogidos en la ficha técnica, por lo que no os voy a cansar dando cifras.
Hueco para un casco integral
En cuanto a su equipamiento y acabados, el Maxsym TL 508 se topa con un importante inconveniente, que es el de contar con un hueco bajo el asiento un tanto escaso. En su interior podemos meter un casco integral y una pequeña mochila, o dos cascos abiertos, pero nunca un casco integral junto a otro abierto. Es cierto que ocurre lo mismo con el resto de maxiscooters, pero que todos adolezcan del mismo fallo no significa que no sea un aspecto a criticar. Sobre todo cuando este apartado está bien solucionado en otros scooters de menor cilindrada. Creo que este aspecto debería ser más cuidado por parte de las marcas, pues aunque la deportividad en un scooter se agradece, no hay que olvidar su lado versátil que también se busca en este tipo de vehículos. Al menos contamos con un par de guanteras centrales con buen tamaño para llevar el teléfono móvil, unas gafas o la cartera. Por otro lado, el nuevo TL transmite sensación de calidad al tocar sus mandos así como en el cierre de sus guanteras delanteras o, simplemente, al sentarse sobre su asiento.
Ya puestos a hablar del sillín, indicar que el mullido es firme pero generoso y con buena superficie para pasar muchas horas sentados encima de él. La superficie de apoyo para los pies es igualmente amplia, de manera que es fácil encontrar una posición confortable independientemente de la talla de cada uno. Con mi 1,65 m de altura llego al suelo más o menos bien, aunque la anchura del asiento obliga a abrir las piernas, pero no he tenido problemas ni siquiera para maniobrar en parado. En este sentido, ayuda el hecho de que la pata de cabra hace las funciones de freno de estacionamiento, toda una ayuda cuando se aparca en pendiente. Lo que no me han agradado tanto son los espejos, que si bien la visión es clara y nítida -no llegan vibraciones-, no recogen lo que transcurre justo detrás de uno mismo, aunque sí evitan los ángulos muertos, que no es poca cosa cuando circulas entre coches.
La instrumentación es otro de los elementos que se mantienen respecto de la versión anterior. Está compuesta por una pantalla TFT central, con varios modos de visualización, junto a otra digital en el lado derecho, con el velocímetro, kilometraje y nivel de combustible, y otra a la izquierda que incluye los distintos testigos luminosos. No es una instrumentación muy vistosa, a mí me parece que los distintos diseños son básicos y de estética algo pasada de moda, pero que al menos su visualización es clara. Y, además, tiene algunos datos interesantes, como la distancia recorrida, la velocidad media...
Lo mejor, su motor
Una vez adoptada la presentación más a mi gusto en esta instrumentación, me dispongo a recorrer los 170 km que SYM ha preparado por unas reviradas carreteras asturianas, toda una prueba de fuego para que los periodistas invitados podamos sacar conclusiones sobre el nuevo Maxsym TL 508.
Casi sin dejarnos acoplarnos a él, nos metemos de lleno en un trazado muy sinuoso, con curvas de todo tipo y en muchas ocasiones con un asfalto sucio por el que campan a sus anchas las vacas.
La primera sensación es la de que estamos ante un scooter muy cómodo, lo que se espera de un maxiscooter de categoría, y con una buena protección aerodinámica. Indicar que la pantalla es regulable, pero sólo con herramientas, lo que me parece un apartado a mejorar. Todo el tiempo he rodado con la posición más alta y puedo decir que no llega apenas ruido del viento y eso te permite escuchar bien el motor, que es uno de sus atractivos por su sonido ronco y deportivo pero sin llegar a ser molesto.
Lo cierto es que esa deportividad se traslada del oído a la mano derecha de forma instantánea, y enseguida te ves apretando fuerte el gas porque el scooter se presta a ello. Es un motor que estira mucho, con una buena aceleración, pero sin llegar a ser nada brusco. Todo lo contrario, la respuesta es muy lineal desde muy abajo y además sin apenas vibraciones. La respuesta del acelerador es muy directa y puedes ir abriendo y cerrando el puño del gas de forma constante sin que dé tirones. Es de hecho un scooter fácil de conducir incluso para manos más inexpertas. Sí que se notan algo más las vibraciones cuando se rueda a 110-120 km/h en autopista, pero sin llegar a ser excesivas. En carretera o ciudad es otra historia, la suavidad es total.
Me ha gustado igualmente la gestión del control de tracción, el cual pensaba que iba a estar constantemente saltando en estas carreteras algo sucias. Pero no, es poco intrusivo y sólo salta cuando de verdad se necesita, mientras tanto puedes realizar una conducción deportiva abriendo el gas casi sin compasión a la salida de las curvas.
Paso firme en las curvas
Este aumento de las prestaciones no ha requerido de ningún cambio en la parte ciclo, manteniéndose el Maxsym TL 508 como un scooter ágil y solvente en cualquier tipo de escenarios. Una de sus principales cualidades es la rapidez en los cambios de dirección, así como la precisión a la hora de afrontar los giros, siempre con un gran aplomo y sensación de seguridad. Se puede incluso apurar las frenadas que siempre se mantiene firme. En este sentido sirve de gran ayuda la doble tija tipo moto que otorga una gran rigidez. Esa sensación se mantiene durante el paso por curva, con el scooter bien apoyado tanto de delante como de atrás, el cual se mantiene en la dirección exigida sin apenas esfuerzo. Otro punto a su favor es que es realmente complicado rozar con el caballete en las inclinadas más acusadas.
Las suspensiones tienen un ajuste acertado para permitir un ritmo alto, pero sin que se resienta el confort que se podría exigir para un uso más GT. Me han convencido a partes iguales tanto en amortiguador como la horquilla, dos componentes a los que poco más se les puede exigir.
Lo mismo podría decir de los frenos, con buena potencia cuando se les exige como buena facilidad para dosificar. El ABS también me parece que cuenta con una buena configuración y sólo he sentido el traqueteo en la maneta al entrar en funcionamiento. Además, no es nada intrusivo y permite llevar una conducción deportiva en todo momento.
Me gustaría terminar hablando de los neumáticos que calza el Maxsym TL 508. Unas gomas desarrolladas de forma conjunta con Maxxis que ofrecen un buen agarre aunque y eso que, repito, el asfalto no estaba en su mejor estado y en algunos momentos sí que he sentido la pérdida de adherencia en ciertas curvas.
Conclusión
SYM se mete de lleno en el segmento del maxiscooter en un momento en el que algunos contendientes han desaparecido, como los BMW C 650 Sport y C 650 GT, y el Suzuki Burgman 650; y otros han llegado, como el Forza 750. Se mantiene la referencia de este grupo, el Yamaha TMax y estamos a la espera del nuevo Kymco AK 500 ST, que ha sido renovado en 2022 pero que todavía no ha llegado a nuestro mercado.
Los argumentos de la marca taiwanesa para hacer valer su Maxsym TL 508 son el contar con una relación calidad precio muy interesante, así como un funcionamiento notable en todos los ámbitos. Tiene carencias frente a sus rivales, especialmente en el apartado electrónico, pero también tiene el precio más bajo de todos y encima ofreciendo 5 años de garantía que se traslada al siguiente dueño sin letra pequeña en caso de venta antes de ese tiempo.
La mayor pega que le saco es su espacio limitado bajo el asiento, y su mayor virtud la encuentro en su potencial deportivo, manteniendo además mucha suavidad de funcionamiento.