La Hunter 350 presenta una parte ciclo replanteada frente a sus hermanas de motor y luce un estilo evolucionado sin perder el sello de la casa. Con esta moto Royal Enfield ha conseguido alcanzar un notable equilibrio y quizá por eso el despliegue realizado para su presentación internacional ha sido fuera de lo normal. Nos llevaron nada menos que a Bangkok para su puesta de largo y el escenario no podía ser mejor para comprobar las habilidades de esta moto eminentemente urbana.

No es una moto custom como la Meteor ni nostálgica como la Classic y por tanto su público no está limitado a estas etiquetas. Además, las novedades técnicas van encaminadas a hacerla más fácil de conducir, amigable y dócil para conductores sin experiencia. En definitiva su horizonte comercial resulta a priori más amplio que el de sus hermanas.

Royal Enfield Hunter 350 2023

Precio: 4187 € | Peso: 181 kg | Potencia: 20.2 cv | Motor: 349 cm³

Puede que en Europa, donde es necesario carnet A2 para conducirla, estas premisas no sean tan relevantes, pero en otras latitudes donde las autoridades no son tan quisquillosas para otorgar permisos de conducir moto (especialmente en su India natal) resultan cruciales para atraer un público más joven a la marca. No obstante, no hace falta ir hasta India para ver que su fórmula también tiene sentido por aquí. Quizá con un público más maduro pero del mismo modo interesado en una moto fácil de manejar, económica, de calidad y muy, muy bonita para tener tanto estilo en los desplazamientos urbanos como con otras motos de aspecto clásico que la superan con mucho en precio.

¿Qué hay de nuevo la Royal Enfield Hunter 350?

Entrando en materia, las novedades incorporadas en la Hunter 350 son más profundas de lo que puede parecer a simple vista. La marca ha hecho un esfuerzo por conserva su identidad estética, ese clásico toque “british” que tan bien le sienta, pero al mismo tiempo ha modernizado el lenguaje visual en su decoración y acabados. Las combinaciones bicolor del depósito son buen ejemplo, modernas y más desenfadas sin perder la elegancia; también el estilo del guardabarros trasero o la forma de las tapas laterales son más gráciles que por ejemplo en la Meteor. El asiento es de una pieza y también menos voluminoso y la misma premisa comparte el escape corto, que además de estético es útil para centrar las masas en torno al piloto. Hablando del escape hay que destacar que suena fenomenal, por cierto.

Pero es en la parte ciclo donde incorpora las novedades que afectan a su funcionamiento. El bastidor es completamente nuevo, sustituyendo la doble cuna inferior por un par de tirantes frontales interrumpidos que se atornillan al motor, que ahora cobra importancia de cara a la rigidez del conjunto. La parte superior sigue encomendada a un tubo central de generosas dimensiones y tanto el ángulo de dirección como la posición de los amortiguadores o el anclaje del basculante trasero han sido modificados. El motor puede ahora ir montado algo más bajo reduciendo el centro de gravedad. Además las llantas reducen su diámetro a 17 pulgadas en ambas ruedas y monta neumáticos CEAT en medidas 110/70-17 delante y 140/70-17 detrás. No son perfiles precisamente bajos y ayudan a las suspensiones para procurar comodidad de marcha. En cualquier caso los diámetros, más reducidos que en cualquier otra Royal Enfield, influyen en el comportamiento general de la moto aportando maniobrabilidad. Sucede lo mismo con la distancia entre ejes de 1.370 mm. La horquilla delantera tiene un recorrido de 130 mm y monta barras con 41 mm mientras que en la parte trasera el recorrido es de 103 mm con dos amortiguadores hidráulicos ajustables en precarga de muelle. Todo sencillo pero adecuado a sus pretensiones.  

En marcha con la Royal Enfield Hunter 350

Hasta aquí las novedades. Su motor no presenta variaciones con respecto a los otros modelos que equipan la versión 350cc del monocilíndrico Royal Enfield. La única diferencia es el ya comentado escape, preparado para cumplir con las emisiones de la norma Euro5. Estamos por tanto ante un motor sin sofisticaciones pero de moderna factura, refrigerado por aire y aceite, con dos válvulas y carrera larga. Ofrece un rendimiento de 20,2 CV a 6.100 RPM y un par máximo de 27 Nm a 4.000 rpm. En marcha se nota claramente que el más que notable par motor para su cilindrada no varía demasiado desde muy bajas vueltas.

Este carácter de zancada larga hace que su funcionamiento sea tremendamente cómodo en tráfico urbano, puesto que no es necesario cambiar de marcha con tanta frecuencia como motores más puntiagudos. Y nada mejor que una inmensa y complicada ciudad como Bangkok para comprobar qué tal se desenvuelve la Royal Enfield. Enjambres de motos generalmente de baja cilindrada se disputan los semáforos serpenteando entre coches, tuc-tucs, camionetas y vehículos pesados. Nadie regala un centímetro de asfalto. El escenario pone a prueba tanto los nervios de los conductores como la agilidad de las motos y la Hunter 350, una moto grande para los estándares de la capital tailandesa, se movía a las mil maravillas. La dirección permite un amplio ángulo de giro que se aprovecha para maniobrar sin miramientos en los atascos, las suspensiones absorben los baches con bastante eficacia contando al tiempo con la sujeción necesaria para proporcionar una estabilidad muy convincente y los frenos, sin destacar por potencia, actúan con la determinación justa, aunque el ABS (Continental) es demasiado alarmista cuando se actúa sobre el disco trasero.

La instrumentación mola, con un minimalista conjunto circular que aglutina velocímetro por aguja e indicador de marcha, odómetro y nivel de combustible digitales en el centro. Carece de cuentarevoluciones pero el motor no lo necesita en absoluto por su carácter. Además cuenta con los testigos habituales de intermitentes o punto muerto y dispone de una toma USB. Opcionalmente cuando llegue a Europa podrá incorporar el pequeño navegador por flechas ya conocido en oros modelos de la marca.

Sin duda disfruté practicando una conducción ágil desde el instante de arrancar la moto por primera vez y no me cabe duda de que resultará muy amigable para conductores con poca -o nula- experiencia sobre motocicletas. Esta ha sido una de las premisas de su equipo de diseño y se constata al tomar asiento. Se llega perfectamente con ambos pies al suelo, no importa la estatura del piloto. Puede eso sí que para tallas por encima de 1,75 tanto la distancia al manillar como a las estriberas sea demasiado corta. Yo mido 1,72 y me sentí cómodo en circulación urbana porque estás moviendo el cuerpo y subiendo y bajando los pies al suelo, pero al hacer unos kilómetros de carretera no hubiera dicho que no a una posición algo más estirada. Pero reitero lo dicho; pensando en gente sin mucha experiencia en motos “de verdad”, incluso personas altas, creo que agradecerán la confianza de maniobrar en parado con las dos plantas de los pies firmes en el suelo y sintiendo el dominio de una moto que desde el primer instante deja claro que está a tus órdenes.

 

Las cinco velocidades son más que suficientes, entran con precisión y suavidad, no resultan nada bruscas lo mismo que el embrague, que es muy suave. Las relaciones son adecuadas, con las cuatro primeras marchas escalonadas para sacar buen provecho del motor jugando entre ellas y una quinta decididamente larga, para procurar una marcha por carretera económica y con el motor en su zona de funcionamiento relajada.

Una moto estupenda hasta 100 km por hora

Aquí precisamente es donde se termina la aventura. Por mucho que persistamos con el acelerador y por larga que sea la recta en llano es complicado superar los 110 km/h, velocidad que se verá mermada en cuanto la pendiente sea desfavorable. Exactamente la velocidad máxima anuciada es de 114 km/h. En esas condiciones parece que la moto ya no se encuentra cómoda… 20 caballos dan para lo que dan. Su rendimiento es satisfactorio en ciudad, pero cuando la carretera se despeja se echan de menos mejores prestaciones. Eso sí, a falta de poder hacer comprobaciones estoy convencido de que las cifras de consumo de combustible deben ser francamente bajas y no estarán en tráfico real muy lejos de las mediciones oficiales de la marca, que anuncia 36,2 kilómetros por litro, equivalentes a 2,8 litros /100 kilómetros.

En definitiva la Royal Enfield Hunter 350 es una excelente y atractiva moto urbana que se empieza a encontrar algo fuera de lugar en cuanto rebasa los límites de la ciudad, si bien puede afrontar el desplazamiento que sea necesario. Además me ha parecido idónea como primera moto de carnet A2. Se espera que las primeras unidades disponibles en Europa lleguen a finales de 2022 y su precio para España, aún por definir exactamente, estará en torno a los 4.500 euros.