A finales del pasado 2022, la marca china QJ Motor llegó a nuestro país de la mano de Motos Bordoy con 7 modelos bajo el brazo encuadrados en los segmentos trail, naked y custom. A este último grupo pertenece el modelo que ya hemos podido probar: la SRV 125, la única de su catálogo de esta cilindrada hasta el momento, y una de las pocas en el mercado.

Esta apuesta de la marca por una custom apta para usuarios del carnet A1 y carnet de coche surge como respuesta ante el crecimiento de las matriculaciones de este tipo de motos en los últimos años. En datos reales en España, estaríamos hablando de que el peso de las custom de 125 sobre el mercado total de motos corresponde un 2'5% , por lo que a pesar de crecer, sigue siendo un público minoritario pero con unas necesidades, o más bien gustos, más concretos.

La marca lo entiende como una migración del usuario de coche que no dispone de carnet A2 pero busca una moto de marchas fácil de llevar para el día a día, y ahí es donde entra en juego la SRV 125, con una clara intención de ser una moto de iniciación sencilla, práctica y con una disposición "long and low" típica del mundo custom. Además, todo ello sin olvidar la filosofía de la marca de ofrecer una buena relación entre calidad y precio.

Motor

La QJ SRV 125 lleva un motor monocilíndrico de refrigeración líquida. La marca apuesta por este motor monocilíndrico nuevo que además ofrece una potencia de 14'9 CV, al límite de la legal, y un par motor de 12'1 Nm a 7000 rpm. Como pudimos comprobar, la entrega de potencia es bastante lineal y agradecida.

En cuanto a suspensiones, lleva delante una horquilla telescópica convencional con 118 mm de recorrido y doble amortiguador con 60 mm de recorrido y regulable en precarga detrás. En el freno delantero lleva disco de 280 mm con pinza de doble pistón y en el trasero disco de 240 mm, contando con ABS de doble canal. Los neumáticos, de 17'' delante y 15'' detrás, son Cordial, por lo que aquí vemos que la marca ha optado por un componente más básico para poder ofrecer un precio más competitivo.

Equipa tecnología full LED y cuenta con toma USB y, además, toma de carga tipo C. En la instrumentación, encontramos una pantalla redonda LCD simple, en la línea del estilo custom, pero que aporta de forma clara informaciones como la marcha engranada, velocidad, nivel de combustible, hora... y, a su alrededor, los testigos.

La SRV 125 es una moto de pequeñas dimensiones y realmente baja, ya que la altura de su asiento está a tan solo 720 mm del suelo. Personalmente, creo que es la moto más “bajita” que he probado , y con mi 1'65 m de altura llego sobradamente al suelo, por lo que los usuarios de una estatura aún menor estarán todavía más encantados. Es cierto que estas dimensiones reducidas son una gran ventaja para usuarios de baja o media altura, pero también puede ser un inconveniente para pilotos altos que quizás se sientan demasiado grandes en ella como comentaba algún compañero que me saca unos buenos centímetros de altura. Sus 150 kg de peso hacen que sea una moto muy manejable, y es justo lo que necesita una persona sin experiencia que quiere moverse con ella por ciudad.

La posición en ella es erguida ya que, a pesar de su absoluta apariencia custom, las estriberas no se encuentran adelantadas y la posición es bastante cómoda y natural. El asiento es bonito, mullido, cómodo y ancho para el conductor. Aunque detrás se estrecha un poco, queda un espacio bastante aceptable para llevar pasajero. Por su parte, el manillar es también ancho y contribuye también a esa postura cómoda de conducción. Encontramos el contacto en el lateral derecho de la moto, bajo el intermitente. Arrancamos la moto y comenzamos nuestra prueba.

En marcha

El lugar escogido para la toma de contacto fue la bonita ciudad de Tarragona. Comenzamos la jornada recorriendo sus calles con el tráfico propio de un animado día laborable: autobuses, camiones de reparto, coches, patinetes, bicis... es decir, las circunstancias propias del entorno urbano habitual para alguien que necesita una moto en sus trayectos diarios.

Desde el primer momento, la SRV 125 se mostró como una buena aliada en estas circunstancias, ofreciendo una gran agilidad entre coches y facilidad de manejo gracias a sus dimensiones. En el primer contacto con los frenos, lo cierto es que me sorprendió su decidida, que no brusca, frenada, lo que prometía un muy buen comportamiento que más tarde pudimos corroborar en carretera. Además, como hemos comentado, cuenta con ABS de doble canal (la única custom 125 que lo lleva) y que en la práctica demostró no ser intrusivo.

El tacto del embrague es bastante suave, con muy buenas sensaciones en el cambio de marchas que entran correctamente sin que temor a que tengas que “batallar” con ellas en alguna ocasión. Su fácil e intuitivo comportamiento, unido a una buena absorción de las irregularidades por parte del sistema de suspensión, así como una buena y lineal respuesta de su motor, demostraba que el entorno urbano es sin duda el hábitat natural de la QJ SRV 125.

Pero a día de hoy, una moto de 125 no quiere quedar relegada exclusivamente a la ciudad, y por ello nos fuimos a las carreteras de El Priorat, en la provincia de Tarragona, para comprobar que también puede ser una moto divertida para el fin de semana. Para llegar allí tomamos algún tramo de autovía donde no solo vimos que es capaz de llegar a los 120 km/h sin apenas vibraciones, sino que es capaz de incluso pasarlos. En este trayecto demostró estar más que preparada para hacer desplazamientos interurbanos gracias a la buena respuesta de su motor en todo momento.

Una vez llegados a las carreteras, nos encontramos una ruta llena de curvas con un magnífico paisaje en la que hicimos incluso alguna parada turística, como en el caso de la visita al curioso pueblo de Siurana. Si conoces la zona, quizás te sorprenda imaginar una custom de 125 por aquellas carreteras, pero lo cierto es que en mi caso, que llevo un ritmo de conducción bastante tranquilo, me pareció una ruta muy planteable para el usuario que tenga esta moto y quiera disfrutar también de ella en su tiempo de ocio. Mis compañeros, que llevan un ritmo más animado, igualmente disfrutaron de ella y quedaron sorprendidos ante su buen comportamiento también cuando quisieron buscar mayores sensaciones de conducción.

Conclusión

La QJ SRV 125 demuestra ser una moto cómoda, que ofrece una buena ergonomía y buen tacto a los mandos, y que promete ser una acertada opción para aquellos que buscan su primera moto de marchas o simplemente buscan una moto dócil y de buena respuesta para el día a día. Su consumo homologado es de solo 2'5l/100km, lo que unido a una capacidad del depósito de 14'5 litros le otorga una gran autonomía por la que no tendrás que pisar muy a menudo la gasolinera en circunstancias habituales.

En cuanto a competencia, encontramos en el mercado otros modelos custom de 125 como la Keeway V-Cruise 125, Keeway K-Light 125, MITT 125 MB Twin o Macbor Rockster.

El precio de la SRV 125 es de 3.299 euros, una cifra muy competitiva respecto a su competencia porque además cuenta con una promoción por la que ofrece un año de seguro gratis y 6 años de garantía. Esta garantía es transferible, por lo que de cara a vender tu moto, será un punto muy a favor en el mercado de segunda mano. Los colores disponible son negro, amarillo y naranja, siendo este último el que más éxito está cosechando desde que se pusiera a la venta en el mes de marzo.