Hace menos de dos meses que acudimos a la presentación de la gama 2023 de QJ Motor, en donde pudimos realizar una primera toma de contacto de varios de sus modelos. Quedó fuera de aquel evento la SRT 700X, posiblemente porque la propia compañía ha querido darle un mayor protagonismo teniendo en cuenta la importancia de esta trail. Una decisión que me parece acertada, al igual que la de haber elegido para llevarla a cabo la comarca de Lérida, cerca de localidad de Oliana, repleta de carreteras y pistas de tierra espectaculares.
La SRT 700X se sitúa entre la SRT 550 y la SRT 800X, aunque la base de la que parte es la de la más pequeña. Este aspecto es para mí el determinante en nuestra protagonista, pues de esta manera no resulta tan voluminosa como la 800 pero sí que consigue unas prestaciones similares. Es, sin duda, la moto deseada para aquellos a los que la SRT 550 se les queda corta, especialmente, para los que viajan acompañados y con maletas.
Un asiento, por cierto, al que se accede con facilidad a partir del 1,75 m de altura, mientras que con mi 1,65 m llego de puntillas con los dos pies. Hay que tener en cuenta igualmente que su peso resulta elevado, unos 240 kg, con lo que las maniobras no son sencillas para los pilotos de menor talla.
"Full-equipped"
Otra peculiaridad del asiento es que es calefactado, al igual que los puños, lo que ya nos da una idea del nivel de equipamiento de serie que incluye la SRT 700X. A estos artilugios habría que añadir el soporte para el GPS (o el navegador) tras la pantalla parabrisas, el caballete central, los cubremanos, las defensas laterales, las manetas regulables y la toma USB, entre otros. Incluso se ofrecen las maletas laterales y el baúl trasero al adquirir la moto con precio de promoción hasta el mes de octubre.
La pantalla parabrisas, en cambio, no es regulable, aunque tiene unos deflectores laterales para mejorar la protección. No me han gustado algunos de los tornillos que sujetan estas piezas, dan sensación de poca calidad, como algunos plásticos de la carrocería. En cambio, las botoneras sí que tienen buen tacto además de ser retroiluminadas.
Ruteando por los Pirineos
Tras ajustar rápidamente los espejos para conseguir una óptima visión trasera, nos ponemos en marcha por unas carreteras de montaña muy reviradas, con las nubes y la niebla amenazando conforme vamos tomando altura.
En general es una moto muy cómoda, con un buen mullido del asiento, aunque el asiento tiene inclinación hacia delante y la funda no tiene demasiado agarre, por lo que el cuerpo tiende en irse pegando al depósito conforme avanzan los kilómetros.
En ciudad, rodando a muy baja velocidad, su propulsor responde sin vibraciones incluso en la zona más baja del tacómetro, pero en cuanto se sale a carretera abierta, sí que es aconsejable llevarlo a la zona media para sentir algo más su empuje. Por el contrario, cuando se apura la zona alta sí aparecen algunas vibraciones que no llegan a ser molestas.
No hemos tenido ocasión de hacer pruebas de consumo, pero me da la sensación de que es un motor “gastón” ateniéndome a cómo iban bajando las marcas del nivel de combustible.
Excelente frenada
La ruta planteada por QJ Motor no podía estar mejor adaptada a las características de la SRT 700X. Lérida es un paraíso para la moto, con múltiples carreteras de todos los tipos, con poco tráfico y buen asfalto. Un escenario idóneo para poner a prueba a la parte ciclo de esta trail.
Las suspensiones leen muy bien las irregularidades, con un ajuste de serie algo blando en el amortiguador trasero y más seco en la horquilla. Anduvimos justos de tiempo en la presentación como para andar jugando con los reglajes, pero en general me he encontrado unas suspensiones que a pesar de sus 140 mm de recorrido no se hunden en exceso en las frenadas ni en el paso por curva.
Pero lo que mejor impresión me ha causado de toda la moto es su freno delantero. Tanto por potencia como por facilidad de para dosificar, el equipo Brembo con bomba QJ Motor responde a la perfección en cualquier situación. Sientes en todo momento la fuerza que estás enviando a ese doble disco delantero de 320 mm, pudiendo exigir el máximo sin apenas esfuerzo, controlando la situación con un solo dedo en la maneta derecha.
También en Off-road
Teniendo en cuenta esas premisas, la moto responde mejor de lo que aparenta cuando se complica el terreno. Se beneficia de la respuesta tan lineal del motor que permite modular muy bien las derrapadas de la rueda trasera con el objetivo de trazar los giros más cerrados, manteniendo un alto grado de tracción en zonas poco adherente. Me han sorprendido para bien los neumáticos incluso en tierra mojada, esperaba un agarre más deficiente.
Pero una vez más, su freno delantero se convierte en uno de tus mejores aliados ya que el trasero queda casi inutilizado al no poder bloquear la rueda trasera.
Conclusión y valoración
Creo que hay pocas motos trail de este segmento a este precio y con este nivel de equipamiento. Menos de 8.000 euros para la versión limitada, con seis años de garantía y con las maletas y el baúl de regalo hacen de la SRT 700X una moto muy apetecible.
Le falta cuidar algunos detalles en los acabados y mejorar la interfaz de la instrumentación, por lo demás cumple con todos los requisitos para convertirse en unas de las trail del A2 más exitosas.
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