¿Hay algo más bruto que una moto con dos cilindros en L, 1.350 cc y 190 CV? Para mi no, para mi la nueva KTM 1390 Super Duke R es la máquina naked actual con más radicalidad en su espíritu. Estamos ante un auténtico bicho de intimidante aspecto que te está avisando desde que te mira con ese nuevo faro que todavía no se si me gusta o no pero es original a más no poder y que integra una sofisticada tecnología de iluminación. Y desde KTM aseguran que es más eficiente que el anterior para gozar de una mayor seguridad en este importante apartado.
Radical a más no poder
La moto se ha rediseñado por completo en lo que a estética se refiere para presentarse todavía más afilada y angulosa, con un nuevo depósito de combustible de musculosas formas que tiene un litro más de capacidad, llegando a los 17,5 litros. También tiene unos dispositivos aerodinámicos en la parte inferior de las largas aletas para beneficiar su estabilidad a alta velocidad. Por la zaga la moto está muy recortada, proyectando una sensación compacta y minimalista.
Todas las novedades que son muchas puedes consultarlas en la ficha técnica donde las tienes muy detalladas y dan como resultado una moto renovada en un 60% respecto al modelo precedente. Afectan a todos los órdenes, desde la electrónica, pasando por la ergonomía, el motor, la parte ciclo o la tecnología concentrada en su nueva instrumentación. Se ha buscado un ratio de potencia/peso de 1:1 y se ha quedado muy muy cerca ya que tenemos una moto que pesa 200 kg.
Otro cambio importante es que la suspensión electrónica de la versión EVO se ha evolucionado profundamente para colaborar en un funcionamiento todavía más preciso en cada modo de funcionamiento y en cada instante de la conducción. Tiene cinco modos seleccionables (Auto, Comfort, Rain, Street y Sport) más otros dos opcionales: Track y Pro que permiten un nivel de ajuste súper detallado para el pilotaje puramente deportiva.
Es una moto que desde el mismo momento en el que escuchas su sonido ya sabes que te va a dar poca paz porque pide guerra desde que metes la primera marcha. El sonido en parado ya es brutal, a maquinaria ronroneante ávida de un piloto que explote sus formidables condiciones y ya te digo que cualquiera no es capaz de ello. Hay que tener experiencia en motos de altas prestaciones para sacarle aunque sea un mínimo del enorme potencial que esconde.
La 1390 Super Duke R en pista
Llegó el momento de salir a pista en este trazado de Almería que no conocía y me está pareciendo tan divertido como difícil, aunque nos han dado tandas para hacernos con él !Y con la moto claro!.
Pero es una moto que te lo pone fácil ya que está muy por encima de mis habilidades en pista pero aun así tiene la capacidad de divertirte sin meterte el miedo en el cuerpo. Antes de salir he seleccionado el modo Track donde las ayudas a la conducción tienden a ser muy poco intrusivas para tratar de ser lo más rápido posible.
Al subir me ha resultado bastante alta para mi 1,66 m, ya que su asiento está situado a 834 mm del suelo. Pero una vez encima me he sentido totalmente integrado, con ese nuevo depósito y con el manillar en una posición ideal para pilotar en circuito, ya que la sensación de control es total y la postura nada incómoda.
El motor me ha impresionado por su sonido y buen tacto. Y es que una de las claves de esta nueva generación es que se ha integrado un sistema de distribución variable para lograr siempre un rendimiento acorde con el régimen de giro del motor, ofreciendo siempre la mejor respuesta del gas. Se ha ganado en finura aunque el hecho de ser un dos cilindros en L de tan alto cubicaje deja poco margen para la seda y mucho para la dinamita que esconde. Por supuesto que vibra y seguro que genera un calor insoportable en verano pero ahora mismo no presto atención ni a una cosa ni a otra.
Lo que me llama mucho la atención es que en la zona media y alta el motor literalmente se desata, pero por debajo de las 5000 vueltas se muestra más civilizado, cosas de la distribución variable. Por eso, por lo que si quieres estar siempre en la zona buena para mantener el ritmo más vertiginoso que puedas, debes mantenerlo arriba. Y eso se puede hacer aprovechando un cambio de marchas rápido y súper preciso, en el que el shifter juega un papel crucial por el buen trabajo que hace. Y más porque la maneta de embrague es un pelín dura y así te evita malgastar esfuerzos al cambiar. Y eso que está dotada de una bomba brembo con sistema de autoventilación.
En la primera marcha tiene un temperamento muy fuerte incluso con un leve golpe de gas y no la estoy usando ni en la chicane más lenta que prefiero hacerla en segunda para meter rápido tercera y encarar la recta antesde meta con el gas bien a fondo y buscando refugio donde no lo hay. Hasta 260 km/h he llegado a ver antes de hacer una frenada salvaje en la que la rigidez del conjunto y el embrague antirrebote, junto al soberbio equipo de frenos, te dan todo para parar una moto que también contribuye al ser ligera, más que la generación precedente. Qué tacto tienen los frenos, como no podía ser de otro modo y qué bien funcionan en inclinación dejándote frenar hasta donde tú quieras. También colabora el nuevo control del freno motor que es opcional, al igual que el modo Track y el Performance. Se está dejando llevar KTM por esa filosofía de tener que pagar aparte lo mejor de su repertorio electrónico, a pesar de que el precio de salida de sus motos no es ni mucho menos económico.
Y no menos llamativo es el comportamiento de las suspensiones, lo más “pata negra” que hay en el catálogo de WP. Ese horquillón APEX con barras de 48 mm es un seguro de vida en todo momento y hace un trabajo superior junto al amortiguador trasero regulable en todo tipo de vías e incluso a alta y baja velocidad. Son unas suspensiones que requieren saber un poco para sacarles el máximo partido en cuanto a ajustes y que transmiten muy bien lo que sucede en asfalto.
Rígida pero obediente y muy veloz
En las curvas más rápidas que hay dos especialmente veloces y donde hay que trazar con el gas que tiene un tacto excelente, la moto va sobre un raíl pero permite corregir para buscar la mejor línea en todo momento. Qué sensación de seguridad gracias una estabilidad superlativa y cómo al encarar la siguente curva la moto obedece con sumisión y una precisión absolutas. Esto es una fuente inagotable de diversión en la que sientes que el límite está muy muy lejos.
Impresionante trabajo de estos neumáticos Michelin Power GP de calle en circuito. Se calientan rápido y transmiten gran sensación de seguridad y tracción gracias también a ese basculante monobrazo que contribuye a que podamos abrir el gas con la máxima efectividad y siempre ayudados por el control de tracción, muy sutil cuando entra en acción y lo hace de forma constante.
Cómo ruge el motor, me tiene en tensión continuamente porque su ímpetu en las fases de aceleración requiere tacto y concentración para no comprometer la entrada en la siguente curva por un exceso de fogosidad. Pero siempre se encuentra colaboración por parte de la moto ya que puedes clavarla donde quieras y lanzarla al ápice de la curva con cierta facilidad. Y es que a pesar de su rigidez de chasis no me está resultando todo lo física que me esperaba a la hora de pilotar y tan solo las frenadas más salvajes y las aceleraciones más rotundas van haciendo mella porque 5 tandas de 15 minutos son muchas tandas.
Pero me ha dado tiempo para paladear la fina brutalidad de su concepto ya que esta 1390 Super Duke R es un arma muy sofisticada que en la versión EVO con suspensiones electrónica denota un nivel de desarrollo superlativo, ya que las opciones de ajuste se multiplican, siendo muy sencillo regular numerosos parámetros, y en la tanda que la hemos probado nos ha transmitido unas sensaciones también excelentes por su perfecta adaptación a nuestro estilo de pilotaje aunque la moto ya se va a 24.699, es decir dos mil euros más que la estándar.
Valoración y precio
En definitiva, la experiencia vivida a lomos de este potro salvaje ha sido de las que no es olvidan con facilidad. Me he sentido muy pequeño respecto a lo que es capaz de ofrecer esta moto si tienes un buen físico y unas altas habilidades de pilotale en circuito. Aun así he disfrutado muchísimo de las fuertes sensaciones que me han dejado agujetas varios días después de la prueba. Las brutales aceleraciones que son capaces de que superes los 260 km/h en la recta de atrás unidas a las fuertes frenadas aprovechando su estelar equipo de retención han sido las culpables de mis agradables dolores.
Su par motor es demoledor en cualquier marcha y se nota con claridad la distribución variable que multiplica el empuje en la zona media alta. La electrónica trabaja de una forma constante y muy afinada, y aun así la moto tiende a moverse por ese gran ímpetu con el que acelera, tanto de delante como de detrás. Es una sensación muy bestia. Y qué decir de las suspensiones, impresiona su rendimiento tanto en la versión estándar como en la equipada con sistema electrónico.
Me ha gustado la impresión de calidad que proyecta todo. Es una moto desarrollada y fabricada con mucho cariño, y no puede ser de otro modo al ser el estandarte naked de la marca. ¿Lógica? No tiene ninguna una moto de semejante potencia y concepto tan sumamente radical pero quién dijo que la lógica era emocionante y que la lógica es lo que la gente quiere y necesita para hacer de su vida una experiencia constante. Que yo sepa nadie. Por eso su precio de 22.699 euros tampoco pero me parece una locura; simplemente es desorbitado como el de todo este tipo de motos. Si te parece muy cara es que no entiendes el altísmo nivel de una máquina así que ha sido desarrollada con Jeremy McWilliams. Y también porque seguramente no tengas el dinero ;)
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