En los últimos años hemos visto cómo algunas marcas míticas han resucitado gracias a la entrada de capital asiático, sobre todo procedente de China. Recuperar el nombre de una marca no es sólo cuestión de ponerle la “chapita” en el depósito, la clave está en mantener la esencia y la filosofía adaptada a los tiempos actuales. Un ejemplo de esto que estoy comentando lo tenemos en Lambretta, una marca que volvía a la acción en 2017 con las V-Special, que también ha pasado por nuestras manos, y ahora presenta sus creaciones destinadas al carnet A2: la G350 y la X300. Ambas brillan por su diseño personal pero dotadas de la tecnología actual para seguir haciendo historia. Para conocerlas más a fondo, su nuevo distribuidor en Europa, el Grupo Moteo, nos llevaba a Portugal con el fin de sacarle todo el partido a estas dos monturas.

Aunque los dos modelos de Lambretta rondan los 300 cc, lo cierto es que cada una equipa su propia motorización y diferente nivel de equipamiento. Tiene sentido, pues son dos scooters dirigidos a un cliente de gustos similares pero con distintas pretensiones económicas.

Comenzamos con el X300

Empezaré el repaso con el X300, que es el primero al que me subí en una mañana amenazante de lluvia pero que no llegó a mayores.

Lo primero que llama la atención es el diseño de su carrocería, compuesta por paneles intercambiables, por lo que no resulta complicado modificar el aspecto final. Puede gustar más o menos, el apartado estético es muy subjetivo, pero lo que sí es cierto es que es un scooter llamativo cuyos colores elegidos le son muy apropiados.

El nombre de Lambretta se repite por todos los sitios: asiento, luces, puños, carrocería en distintos puntos, alfombrilla de la plataforma plana, instrumentación… Creo que es la primera vez que veo algo así en una moto o scooter.

Cuando te subes se nota su ligereza, quedando su asiento a muy buena altura incluso para mí, que sólo mido 165 cm. Hay espacio suficiente para los pies en su plataforma, el asiento es amplio pero el hueco bajo el mismo es reducido, pues sólo cabe un casco abierto.

Tampoco me han convencido los retrovisores, pues no he logrado regularlos para obtener una completa visión trasera ni lateral. Es cierto que por diseño le pegan más unos redondos, pero tampoco le irían mal otros con otra forma que permitieran una mejor visión. No todo tiene que ser clásico en este scooter, de hecho se ha integrado muy bien la iluminación por LED o la instrumentación digital combinada con otra analógica. E igualmente moderno es el empleo de la ruletilla para la puesta en marcha o la apertura del asiento con sistema de llave de proximidad y, al menos a mí, me parece muy acertado su montaje.

En general, es un scooter que causa buena impresión en cuanto a la terminación de los acabados y que mantiene esas buenas sensaciones cuando lo pones en marcha, ya que apenas vibra y el sonido que emana de su escape es muy contenido.

Llega la hora de iniciar nuestro paseo por la ciudad costera de Alvero, en un recorrido mixto por ciudad y carretera en donde poder sacar todo el potencial de este X300.

Ya desde el principio te encuentras con un scooter que ofrece muy buenas prestaciones gracias a su motor de 275 cc y 25 CV de potencia. Acelera sin contemplaciones, más rápido de lo que esperaba, lo que te permite dominar la situación en las arrancadas en semáforos y demás. Ese reprís es igualmente útil a la hora de realizar adelantamientos. Y es que estamos ante un scooter muy válido para uso fuera de ciudad, con una velocidad máxima rondando los 120 km/h de marcador.

Eso sí, hay que tener en cuenta dos factores a la hora de apurar sus prestaciones. La primera, la facilidad para rozar con el caballete en las curvas a izquierdas; y, la segunda, el tamaño de sus ruedas de 12”, que hace que vaya muy ligero de dirección.

Ahora bien, esta última característica es toda una ventaja en ciudad, que es donde más tiempo discurre un scooter de este tipo. Circular en tráfico denso, entre coches, es realmente sencillo con el X300. Además de por la agilidad de su parte ciclo, lo es también por el tamaño contenido del conjunto y por su ligereza.

El factor peso es igualmente importante a la hora de detenerlo, en donde contamos con un disco por rueda y un sistema ABS muy bien puesto a punto y del que no se puede poner pega alguna.

Terminamos con el G350

Tras esta breve toma de contacto con el X300, le tocaba el turno al G350, el cual destaca por el empleo de un motor de 330 cc con una potencia de prácticamente 26 CV. En potencia máxima no está muy por encima de la que ofrece su hermana menor, pero sí que se siente más llena en todo su rango de potencia, por lo que transmite una mayor sensación de finura. Eso sí, a la hora de acelerar, se siente un poquito más tímido que el otro, más que nada porque es más pesado. Pero es una apreciación muy leve que se siente bajando de uno y subiendo al otro de forma inmediata. Su capacidad para moverse a buen ritmo por carretera está fuera de toda duda, alcanza igualmente los 120 km/h con desahogo, aunque, como el otro, es un vehículo urbanita y ha sido por ciudad por donde más hemos rodado con este nuevo Lambretta.

Es una gozada callejear con este G350, también con ruedas de 12”. Es ágil y estrecho, dos características importantes cuando el tráfico es denso, y no he sentido la facilidad para rozar el caballete en rotondas o giros más cerrados. Los frenada es similar, tanto por potencia como por tacto, con el ABS saltando en el momento correcto, no es nada intrusivo.

Es algo más grande que el otro, aunque tampoco mucho más pero sí suficiente para dejar más espacio en las piernas al piloto, lo que le hace más cómodo a pilotos de mayor talla. El hueco bajo el asiento es algo mayor, pero sigue sin caber un casco integral pero sí uno de tipo abierto más objetos personales. Mi mochila, que es grande, entraba sin problemas en el interior.

Lo que sí me ha gustado mucho más en este G350 respecto del X300 es la instrumentación. El mayor tiene una pantalla totalmente digital tipo TFT en la que se leen muy bien los datos. Y también me ha convencido más la posición de los retrovisores, que se regulan de una forma más sencilla y permite tener una mejor visión trasera.

En general, el tacto del G350 me ha gustado más que el del X300 y sí, es posible que acelere algo menos, pero aprecio más la suavidad del motor que las prestaciones puras y duras siendo éstas tan parejas.

Opinión y valoración

Lambretta cuenta en su catálogo con dos scooters muy actuales en cuanto a funcionamiento y prestaciones pero manteniendo intacto el ADN de la propia marca.

Estéticamente, ambos modelos nos llevan a sus orígenes, mostrando buenos acabados y colores vistosos que los hacen realmente llamativos.

Lambretta X300 2024

Precio: 5999 € | Peso: 174 kg | Potencia: 25.1 cv | Motor: 275 cm³

Lambretta G350 2024

Precio: 6999 € | Peso: 173 kg | Potencia: 26.4 cv | Motor: 330 cm³

Pero lo mejor es cuando te subes en ellos y disfrutas de su suave funcionamiento y sus buenas prestaciones para rodar no sólo en ciudad si no también en carretera abierta.

He echado en falta un poco más de espacio bajo el asiento, mientras que en el lado positivo habría que añadir su precio competitivo. El G350 tiene un precio de 6.999 euros por los 5.999 euros del X300, lo que me parece interesante teniendo en cuenta la calidad apreciada en esta primera toma de contacto.