FB Mondial es una marca con mucha historia, sobre todo en el ámbito de la competición. Esto supone que sus actuales propietarios tienen la “obligación” de dotar a sus productos de un aroma deportivo para mantener la filosofía de la compañía.

No es una tarea sencilla, pero en el grupo Pelpi International, dueños de FB Mondial desde 2015, están poniendo empeño en lograrlo y de momento pueden estar satisfechos con los modelos que han lanzado, todos ellos con una imagen muy marcada y personal. Un claro ejemplo de esto que comentamos se plasma en Piega 452, uno de los últimos modelos en llegar a nuestro y que supone todo un ejercicio de diseño.

Mondial Piega 452 2024

Precio: 5999 € | Peso: 177 kg | Potencia: 46.5 cv | Motor: 449.5 cm³

La Piega 452 llega, además, en el momento justo en el que el Grupo Moteo se hace cargo de la distribución de Mondial para España y Portugal. Se trata de una muy buena noticia, pues este entramado empresarial dotará de estabilidad a la marca y una buena respuesta a sus clientes a través de una amplia red de concesionarios.

Entrando ya de lleno en la moto, hay que decir que estamos ante una naked de corte deportivo y con un diseño vanguardista. Llama mucho la atención la cubierta de la llanta derecha, que queda muy a la vista al ser basculante monobrazo y al que va anclado el portamatrículas con las luces traseras y los intermitentes compartiendo las guías luminosas.

De esta manera queda un espacio que se ha ocupado con una doble salida de escape con la que se incrementa el aspecto más deportivo de esta Piega 452. El colín se reduce a la mínima expresión y apenas deja espacio para el asiento del pasajero.

En la parte delantera nos encontramos con un doble faro en posición vertical y de forma puntiaguda y con un semicarenado al que van acoplados unos alerones decorativos y muy bien integrados.

A pesar de su apariencia, cuando te subes a la moto no la sientes extrema en cuanto a su ergonomía. El manillar es plano y las estriberas no están muy retrasadas, por lo que te permite adoptar una posición de conducción más bien neutra, descansada. El asiento es algo duro, como se espera en una naked de este tipo, aunque en todo el tiempo que estuve rodando con ella, no me llegó a fatigar. Lo que no me ha convencido tanto es la ubicación de los espejos, que no muestran demasiado bien lo que ocurre detrás, además de moverse con facilidad al mínimo roce.

Es una moto pequeña en la que las personas bajas como yo, que mido 1,65 m, nos acoplamos perfectamente. Se nota que es una moto diseñada para moverla sin dificultades en carreteras sinuosas, que es lo que estamos deseando hacer ya.

Pero antes de ponernos en marcha, analizamos la instrumentación de pantalla digital a color con dos modos de visualización: día y noche. La información se lee de forma nítida, incluso indica la marcha engranada en gran tamaño, pero le faltan algunos datos como autonomía o temperatura ambiental. Sí que muestra la temperatura del motor.

Cómo corre esta Piega 452

Cuando arrancas el motor las pulsaciones suben de inmediato, pues el sonido que sale de su escape es realmente atronador. Parece casi una moto de competición, por el tono y, me atrevería a decir, que casi por el volumen. Debe estar en el límite de fonos, aunque le pega mucho a su estética tan deportiva.

El motor que impulsa la Piega ha sido desarrollado por CFMoto, es el mismo que equipa la 450SR y la 450MT. Se trata de un bicilíndrico, con doble árbol de levas y ocho válvulas que desarrolla una potencia de 47 CV a 8.500 rpm. Tiene dos modos de conducción, Piega y Racing, que no afectan a la respuesta del motor. La diferencia se encuentra en que con el modo Racing se desconecta el control de tracción y el ABS trasero.

Ya desde el principio te encuentras una moto muy divertida, con un motor que cunde mucho gracias a su estirada y facilidad para subir de vueltas. Está muy lleno en todo régimen, por lo que tampoco te obliga a llevarlo muy alto de vueltas. Pero si eres un “quemadillo” y quieres mantenerlo arriba, el cambio se pone de tu lado. Es muy suave y tiene muy buen escalonamiento. Lo único que he echado en falta es un quickshifter, al menos de subida, pues creo que la moto te invita a llevar una conducción muy deportiva. Creo que podría ser un buen accesorio opcional de cara a un futuro.

Lo que sí se incluye de serie es el embrague antirrebote, el cual es muy efectivo porque puedes bajar varias marchas de golpe que la rueda trasera no pierde la tracción en ningún momento.

Dadme curvas

Además de por su motor, la Piega 452 brilla por su parte ciclo, que permite ir empalmando una curva tras otra con total sensación de control. Es una moto muy ágil y precisa, sin resultar radical cuando se incrementa el ritmo.

Su equipo de frenos se sitúa a un alto nivel: disco delantero de 320 mm, pinza radial de cuatro pistones Brembo y bomba radial. Detrás tenemos un disco de 240 mm con pinza de doble pistón. No obstante, el tacto del freno delantero es mejorable, te obliga a apretar con fuerza y eso que tiene potencia de frenada de sobra, pero me hubiera gustado contar con mayor recorrido en la maneta. En cambio, el trasero es una delicia, tanto por potencia como por facilidad para dosificar.

El ABS no es nada intrusivo y deja incluso deslizar muy levemente la rueda trasera en las apuradas de frenada. De hecho, no he sentido necesidad de utilizar el modo Racing para desconectarlo y he estado todo el día con el modo Piega con el que se puede llevar una conducción excitante sin que la electrónica te “corte el rollo”.

Las suspensiones no son de ninguna marca conocida, pero no puedo sacar pega alguna. Delante monta una horquilla invertida con barras de 41 mm, mientras que detrás tenemos un amortiguador en posición central, ambos sin posibilidad de regulación. Su ajuste de serie es válido para rodar fuerte en curvas, pero sin llegar a ser demasiado secas en zonas más bacheadas.

Opinión y valoración

Está claro que no es necesario contar con 100 CV bajo el culo para disfrutar de una carretera de curvas, la Piega 452 lo deja muy claro. Basta con un motor explosivo, muy lleno en todo régimen y un cambio bien escalonado para no dejarte ni un solo caballo por aprovechar.

Esta naked no deja indiferente, tampoco desde el punto de vista estético, que con sólo apretar el botón de arranque ya te deja clara sus intenciones. Quizá suena demasiado, eso también va en gustos, o puede que con tanta contención por parte de las leyes se nos haya olvidado cómo tiene que sonar una moto deportiva.

El caso es que la Piega 452 es una auténtica naked de corte deportivo que sólo peca de una freno delantero con mayor tacto que promete muchas horas de disfrute a sus futuros propietarios. Y todo ello, además, con un desembolso de únicamente 6.000 euros, lo que me parece otro de sus fortalezas de cara a enfrentarse con su competencia.