Royal Enfield amplia su catálogo de modelos con motor de media cilindradra con la llegada de la nueva Bear 650, una atractiva scrambler que ya hemos podido conocer en su “hábitat natural”: las carreteras de las zonas más desérticas de California.
Bear 650: el concepto
Para entender bien el concepto de la Bear 650 y su espíritu rebelde es imprescindible conocer la historia de Eddie Mulder, más conocido como Fast Eddie, y su hazaña en los años 60 en la Big Bear Run, la carrera más salvaje que tenía lugar en el desierto del estado americano y que carecía de regla alguna.
En este año, Eddie fue capaz de proclamarse el campeón más joven de la historia de la competición al cruzar el primero la línea de meta siendo rookie y con tan solo 16 años de edad, venciendo a más de 700 participantes. Lo hizo a lomos de su Royal Enfield Fury 500.
Es este espíritu salvaje el que la marca ha querido traer de vuelta 64 años más tarde para plasmarlo en esta nueva Bear 650, la cual se basa en la Interceptor pero está dotada de varios elementos que la convierten en una moto que puede aportar una mayor dosis de diversión a aquellos que buscan algo más que una moto para carretera.
Bajo esta premisa y tras observar que los usuarios personalizaban sus Interceptor para darle unas mayores capacidades aventureras, Royal Enfield añade a su catálogo la nueva Bear 650.
Conocido motor
Su motor es el bicilíndrico en línea de 648 cc ya conocido y usados en otros modelos de la marca como la citada Interceptor, Super Meteor o Shotgun. Ofrece una potencia de 47'4 CV a 7.150 rpm y un par de 56'6 Nm a 5.150 rpm. El par de la Bear es ligeramente superior al de los otros modelos debido a un optimizado escape dos en uno que además aligera un poco el peso del conjunto.
También comparte el chasis de acero de estructura tubular con la Interceptor, solo sufriendo algunas modificaciones en el subchasis. Se aprecian también cambios respecto al modelo en que se basa en la zona trasera, ya que tras el asiento del pasajero la estructura se ve algo elevada.
En la parte ciclo es donde encontramos las mayores diferencias entre ambos modelos y que otorgan su propia personalidad a la nueva Bear. En cuanto suspensiones, delante lleva horquilla invertida firmada por Showa de 43 mm de diámetro y un recorrido de 130 mm. Detrás lleva dos amortiguadores con un recorrido de 115 mm. El recorrido de las suspensiones crece en este modelo para conseguir un mejor comportamiento fuera de asfalto.
Por este mismo motivo se le ha otorgado llantas de radios de 19 pulgadas delante y 17 detrás. Además, incluye neumáticos mixtos MRF Nylorex, marca india que los ha fabricado expresamente para este modelo. La frenada la confía a un disco delantero de 320 mm y a un disco trasero de 270mm que los firma Bybre. Otra característica para dotarla de mayores capacidades off road es que el ABS es desconectable.
Dimensiones y tecnología
En cuanto a sus dimensiones, la Bear consigue un peso de 214 kilos gracias a ese escape 2 en 1 que antes comentamos. Su altura libre al suelo es de 184 mm y su asiento se encuentra situado a 830 mm de altura. Estas cifras también difieren de la Interceptor en esa búsqueda de hacer una moto apta para caminos. En la capacidad de su depósito sí que coinciden ofreciendo una cifra de 13'7 litros.
Respecto a su tecnología, dispone de iluminación full-LED siendo la primera de la plataforma que lo incluye completamente, así como puerto de carga USB e instrumentación TFT con conectividad. Su interfaz ha sido revisada para ofrecer una mejor experiencia al usuario y también cuenta con Tripper Dash, el sistema de navegación de la marca que funciona con Google Maps y con el que puedes seguir las indicaciones de forma sencilla.
En marcha
Antes de ponernos a los mandos es imprescindible hablar de su estética, y es que me atrevería a decir que es una moto objetivamente atractiva y acertada. El estilo naked scrambler de aire retro está muy conseguido con elementos como el dorsal en el lateral o el asiento plano. La anchura del manillar también es un aspecto que llama la atención.
Al montarte en ella percibes esos centímetros de más, ya que con mi 1'65 metros de altura tengo que deslizarme hacia un lado para poder llegar al suelo con un pie pues al tener asiento plano no hay hendidura que facilite llegar al suelo, pero pilotos de una mayor talla sí que llegarán con soltura. Aunque el peso es menor que en otros modelos, tampoco se percibe especialmente ligera en los movimientos en parado.
Las estriberas son dentadas y están centradas, creando una postura muy erguida aunque más agresiva que en la Interceptor. Esto unido a un centro de gravedad elevado, el apoyo que da el depósito a las piernas y un manillar ancho hacen que tengas un posición muy cómoda y adecuada tanto para trayectos del día a día como para hacer rutas de carretera o algún camino.
Precisamente es la versatilidad lo que busca Royal Enfield con este modelo y está dotada de buenos elementos para ello. Su motor ofrece una respuesta muy suave, agradable y lineal, algo que cualquier usuario especialmente del carnet A2 agradecerá en situaciones como las salidas de los semáforos en el día a día pero también fuera del asfalto. Además su caja de cambios de 6 velocidades actúa muy correctamente y las marchas entran a la perfección.
Es una moto muy sencilla de conducir sin disponer de modos de conducción ni ayudas, así como intuitiva y ágil. Aunque quizás haya quien eche en falta una mayor potencia para este motor lo cierto es que es una cifra bastante lógica con la que puede cumplir su cometido cómodamente.
Los mandos están dispuestos de forma correcta para llegar a ellos y manipularlos sin dificultad y la pantalla tiene una gran visibilidad en todo momento ofreciendo información como marcha engranada, cuentarrevoluciones, nivel de combustible, la hora o avisador de la pata de cabra. También dispone de un pequeño joystick con el que puedes seleccionar los datos que quieres ver en la pantalla como el consumo o los kilómetros recorridos. Los retrovisores de forma redondeada también aportan una buena visibilidad de todo lo que ocurre detrás.
En ruta por carretera el comportamiento de la Bear es muy bueno y es bastante ágil en curvas. Los neumáticos a pesar de ser mixtos también ofrecen estabilidad y confianza en este escenario. Los frenos tanto delantero como trasero van en línea con la suavidad del motor y ofrecen una frenada muy efectiva sin brusquedades.
Las suspensiones también hacen muy bien su trabajo en carretera pero también fuera de ella. En nuestra pequeña incursión por caminos pudimos comprobar que estos elementos ciertamente dan bastante juego para que los usuarios puedan comenzar a divertirse por pistas rotas y algunas pistas, aunque como dijimos antes no es especialmente ligera y sobre todo está pensada para caminos no muy complicados. En estos terrenos puedes desconectar de forma sencilla el ABS pulsando un botón de fácil acceso en la piña derecha.
Y si algo no puede faltar a una scrambler son las opciones de personalización. Royal Enfield dispone de una completa colección de accesorios entre los que se incluyen alforjas, asiento o rejas para el faro para que puedas ponerla a tu gusto. Además, también han colaborado con la marca española de ropa Fuel Motorcycles para crear una línea de ropa específica para este modelo. Toda una declaración de intenciones de que la Bear 650 es algo más que una moto, es un estilo de vida.
Bajo el lema “in gut we trust”, algo así como “creemos en el instinto”, Royal Enfield ha creado una máquina con una gran apariencia, personalidad con un comportamiento realmente bueno y destinada a un público con unos gustos muy concretos. La Bear 650 es una moto ideal para aquellos usuarios del carnet A2 que busquen una moto con estilo que les permita divertirse los fines de semana sin dejar de ser versátil y práctica en el día a día.
Precio y colores
Los colores disponibles que llegarán a nuestro mercado son Petrol Green a un precio de 7.387 euros, Golden Shadow por 7.487 euros y una edición especial llamada Two Four Nine en homenaje al piloto Fast Eddie y su victoria en los años 60 a un precio de 7.587 euros. Estará disponible a partir de febrero de 2025.
En cuanto a sus rivales en el mercado, podemos encontrar modelos como la Honda CL500 (6.790 euros), la Husqvarna Svartpilen 401 (6.399 euros) o la Triumph Scrambler 400 X (6.095 euros).