Si hay un scooter de 125 cc deseado, es el Yamaha NMax que lleva ya unos cuantos años siendo una referencia indiscutible, lo que le ha llevado a estar siempre los puestos más altos de las listas de ventas mensuales. Es una de las primeras opciones cuando alguien quiere escapar de los atascos con su carnet de coche y también cuando alguien decide usarlo como herramientas de trabajo para labores de reparto a domicilio, lo que habla bien de su fiabilidad. En 2024 va a finalizar con casi 9.000 unidades vendidas en España, una cifra realmente elevada que evidencia que sus buenas capacidades generales son muy apreciadas por el público. Y en este escenario irrumpe una nueva familia NMax 125 con la misión de que esto no cambie en los próximos años.
Dos versiones y más diseño
Y es que una de las principales novedades es que ahora se desdobla en dos versiones, una normal y otra denominada Tech Max, más cara y mejor equipada con detalles de diseño más refinados como el asiento o las decoraciones especiales. Aunque lo más significativo es que ofrece una instrumentación diferente, con una pantalla TFT adicional, más conectividad y un sistema de navegación integrado de Garmin denominado StreetCross.
Como se puede apreciar a simple vista, el cambio de diseño es evidente. Nos han afirmado en la presentación que han tratado de cohesionarlo más con la familia XMax. Y lo cierto es que tiene un aire más deportivo pero para mi ha perdido algo de identidad a pesar de resultar sin duda más actual. De todos modos, es una cuestión de gustos. Lo que no se puede discutir es la buena base sobre la que se ha desarrollado esta nueva generación en cuanto al motor, el chasis, los suspensiones y los frenos. Todo ello se mantiene prácticamente igual, con sutiles mejoras.
El motor dotado de distribución variable se ha actualizado a la normativa Euro5 + y esto ha conllevado algunos cambios internos pero ninguno en cuanto a la potencia que se mantiene exactamente igual en esos poco más de 12 CV.
También se han revisado los muelles de ambas suspensiones, ganando además 5 mm de recorrido detrás, lo que tambien ha provocado que se incremente la altura del asiento al suelo en esa misma cifra. Aun así continúa siendo un scooter muy accesible con 770 mm desde el suelo a nuestro trasero. La pantalla parabrisas sigue siendo corta, fiel a su estilo pero ha ganado 40 mm del altura para tratar de proteger un poco mejor. La instrumentación LCD es nueva y tiene una conectividad muy limitada ya que lo más tecnológico en este sentido queda reservado a la variante Tech Max.
La llave de proximidad sigue siendo un elemento de serie común, así como el control de tracción, poniendo el listón de equipamiento a buen nivel. Y no le falta un hueco bajo el asiento de 23 litros donde podemos meter un casco integral y algunos objetos más. Dos guanteras completan la oferta práctica: en la derecha hay tapa sin cierre de seguridad y no mcuho hueco, en cambio en la parte izquierda encontramos una abierta, mucho más profunda y con toma USB.
Dominando la ciudad y más allá
Al arrancar el NMax llama la atención por su suavidad al despertar; parece haber ganado finura en este aspecto, tanto a nivel de rumorosidad como de vibraciones. El puesto de conducción resulta agradable porque no te comprime a pesar de sus pequeñas dimensiones e incluso te permite variar la posición de las piernas, ya que posibilita estirarlas o llevarlas recogidas. Es compacto pero ofrece una buena habitabilidad.
Se siente súper manejable desde el primer instante. Ha ganado un kilo de peso hasta dejarlo en 132 kg en orden de marcha que por supuesto no se nota en absoluto ya que percibimos un alto grado de ligereza.
Además se mueve extremadamente bien a baja de velocidad, apoyado en un radio de giro muy bueno para maniobrar con facilidad y pasar por casi cualquier hueco. Esto se complementa con un tacto del motor muy preciso cuando vamos jugando con el gas y también con unas llantas de 13 pulgadas que lo hacen súper agil. Por cierto, monta de serie unos Dunlop Scootsmart que, al menos en seco, que es como los probamos, funcionan a la perfección.
Me gustaría destacar lo importante que el motor es para la personalidad tan resolutiva de esta scooter. Desde el arranque resulta alegre en la respuesta y realmente no decae salvo lógicamente cuando superamos las 8 mil vueltas a las que entrega su máxima potencia de poco más de 12 CV. Más a tener en cuenta son sus más de 11 Nm de par sobre las 6 mil revoluciones que se sienten rápidamente porque gracias a su sistema de funcionamiento variable el motor siempre muestra su mejor cara. Incluyendo los consumos que superan por poco los 2 litros a los 100 km y otorgan una autonomía que ronda los 300 km a pesar de un depósito de combustible de unos 7 litros.
A ello contribuye el sistema de arranque y parada automática del motor cuando detenemos el scooter, un dispositivo que es desconectable pero que funciona tan bien que yo no lo anularía porque no interfiere en la conducción.
En carretera me sorprendió lo bien que se comporta a nivel de manejo y estabilidad. Si piensas que con una llanta de 13 pulgadas un scooter pierde algo de estabilidad, aquí está el NMax para demostrarte que en absoluto es así, al menos en su caso. Se puede exprimir al máximo todo el genio que tiene este pequeño motor para circular todo lo rápido que puedas entre curvas y siempre con una sensación de aplomo impropia de un scooter tan ligero y corto entre ejes. El bastidor contribuye a esta acentuada manejabilidad que lo convierte en un juguete en tus manos. Y los frenos siempre están a la altura de las circunstancias, igual que las suspensiones que gozan de un tarado muy bien equlibrado para resultar eficaces y razonablemente cómodas en cualquier situación.
A modo de resumen, el NMax en marcha es donde marca la diferencia con esa legión de competidores que pueden asemejarse en muchas cosas, pero no es sencillo alcanzar el completo servicio que es capaz de prestar tanto dentro como en la periferia de la ciudad, ya que sus buenas prestaciones te llevarán con solvencia más allá del corazón de la urbe, aunque ahí siempre echarás en falta algo más de protección, como en cualquier otro scooter de esta concepción tan compacta. Por eso ha tratado de mejorar este aspecto y eso se agradece.
Valoración y precio
De momento no se ha anunciado el precio pero calculo que, según lo que nos han dicho los responsables de Yamaha, estará en torno a 3.600 euros. Más que nada porque nos aseguraron que no diferiría mucho de los 3.499 actuales. Esto le va a permitir seguir siendo competitivo en este importante aspecto, ya que hay muchos competidores disputando el gran pastel que ahora mismo se reparten en gran medida el Honda PCX y el Yamaha NMax.
Como decía, una de las grandes bazas del NMax es el buen rendimiento de su motor y lo bien que se comporta dinámicamente. Y todo sin perder de vista un desarrollado sentido práctico perfecto para desarrollar la vida en la ciudad a diario. Es un producto que Yamaha cuida, dotándolo de buenos materiales y ajustes generales al gusto del exigente mercado europeo.
Como scooter utilitario compacto de última generación, el nuevo Yamaha NMax 2025 lo tiene todo para seguir siendo uno de los favoritos a la hora de elegir un modelo de este tipo.