Es una de las grandes protagonistas dentro del elenco de novedades de este 2025 ¿por qué? Porque es una de las motos más vendidas ya no solo de su segmento sino del mercado y lo lleva siendo ya unos cuántos años, ya desde la primera Z750. Más de 20 años de éxitos, versiones y cilindradas, aunque siempre cumpliendo con tres aspectos fundamentales: estética deportiva, potencia y buen funcionamiento general y un precio ajustado. Hacía falta una renovación y aquí la tenemos, se han actualizado cosas necesarias sobre todo en electrónica y equipamiento y por supuesto la estética. Nada en profundidad pero sí en la buena dirección sin perder su esencia e identidad. Nos hemos ido a Alicante a su presentación europea y esto es lo que pasó.
Más Sugomi
Llevamos años escuchando la palabra Sugomi cuando Kawasaki se refiere a sus Z, aquello empezó con la Z800. Lo he buscado y quiere decir: “Intensa áurea o energía emitida por una persona u objeto de enorme grandeza y a su vez sentida por aquellos que le observan. Algo o alguien que posee "Sugomi" inspira temor, deja una huella imborrable y exige respeto”.
Eso trasladado a una moto viene a ser una estética imponente, como siempre ha sido la de la Z900. En esta versión el cambio más significativo reside en las ópticas. El faro delantero se ha rediseñado por completo, ahora se compone de tres módulos, todos con led y una pequeña y rediseñada cupulita que va encima. Detrás el colín en nada se parece al de ninguna versión anterior, es una línea o mejor dicho un guiado de led de lado a lado que la verdad es que queda muy chulo y se ve bastante bien incluso de día. Ahora el chasis tubular de acero está más a la vista y se han añadido nuevas tapas, detalles y piezas como las que van a ambos lados del depósito en aluminio cepillado. Un lavado de cara en el que no se ha perdido la identidad del modelo, sabes que es una Z900 desde lejos.
En cuanto a la ergonomía, hay cambios que afectan sobre todo al asiento, cambia de forma, de mullido y de tapizado, menos deslizante, además va con los bordes redondeados para poder descolgarte y moverte sin que moleste. Está a 830 mm del suelo, yo con mi 1’80 de estatura llego perfectamente al suelo en parado, con las dos plantas de los pies posadas y aún me sobra algo porque las piernas están levemente flexionadas. Kawasaki ofrece un asiento opcional más bajo, a 810 mm. En marcha las piernas no quedan demasiado abiertas y esto se agradece, además da sensación de ligereza. La protección aerodinámica en las piernas cuando se va deprisa es aceptable, obviamente nula en la parte superior del cuerpo y el casco. El manillar también es nuevo, es más ancho aunque con una forma muy parecida al de la versión precedente. La postura que se adopta es cómoda, muy neutra, el cuerpo queda erguido muy ligeramente echado hacia delante pero sin cargar en exceso peso en las muñecas. Por su parte los estribos están retrasados pero no demasiado, las piernas no quedan muy flexionadas. Por tanto hablamos de una postura poco forzada y válida para cualquier escenario por el que vayamos, eso habla y muy bien de la polivalencia de la Z900 para un “todo uso”, sin duda una de sus mejores virtudes.
Músculo "tetra"
El motor tetracilíndrico en línea es el que era pero se han acometido una serie de actualizaciones sobre todo en su gestión electrónica. Ahora es Euro 5+, consume un 16% menos de combustible y se han reducido las emisiones y también la potencia en un caballo (124 CV). Pero lo más relevante a mi juicio es que ha mejorado la entrega a bajo y medio régimen, sobre todo en lo segundo y esto es bueno porque sin perder su parte explosiva, que está en torno a las 7.000 rpm, mejora notablemente en su “rango civilizado” y de nuevo te vuelvo a hablar de la polivalencia. Además recupera muy bien desde lo más abajo del tacómetro, se nota sobre todo cuando sales de una curva cerrada o en adelantamientos con el motor bajo de vueltas.
El tacto “tetra” es también el que era, es decir entrega de potencia lineal sin el más mínimo bache y con ausencia total de vibraciones. A pesar de tener un escape rediseñado el sonido es también el mismo, quizá algo más ronco en la zona alta del cuentarrevoluciones. Es ahí donde te das cuenta lo que llevas entre las piernas, potencia a raudales para una conducción deportiva, se puede ir muy deprisa, pero también permite un uso moderado, no pide siempre “guerra”, tiene una faceta de moto dócil que también hay que tenerla en cuenta, para un uso en ciudad por ejemplo.
Tiene los tres habituales modos de conducción y otro personalizable, en todos ellos solo se varía la entrega de potencia y el control de tracción en tres niveles. El acelerador electrónico tiene un tacto muy sensible y reactivo a cualquier movimiento del puño derecho. Y aquí una de las principales novedades: monta una IMU de seis ejes. Esta unidad de control es la encargada de gestionar el nuevo sistema de asistencia en curva, el control de tracción, el shifter, el ABS en curva o los modos de conducción.
El cambio semiautomático ahora viene de serie y es bidireccional, puedes subir o bajar marchas sin necesidad de accionar el embrague. El funcionamiento es correcto, de hecho para subir marchas tiene un sonido muy de moto de carreras cuando corta para engranar una marcha en un rango alto de revoluciones. En cambio para bajar marchas me ha gustado menos, no tiene tanta precisión, además la palanca está dura. Las reducciones las he preferido hacer con el embrague, consigues mucho mejor control de las reducciones, gracias también al embrague antirrebote asistido.
Ciclística más deportiva
De poco sirve un motor vigoroso sin una parte ciclo que lo respalde y aquí la Z900 cumple. Y digo cumple porque sin grandes alardes en cuanto a frenos y suspensiones consigue tener un rendimiento dinámico muy satisfactorio incluso cuando hay que subir el nivel de exigencia. La horquilla invertida es regulable en compresión y precarga, las mismas regulaciones que tiene el amortiguador trasero, que va en disposición horizontal. En ambos casos se muestran eficaces y hacen de la Z900 una moto estable y eficiente en curva, puedes ir muy rápido sin notar ningún extraño, transmite confianza y copia muy bien por donde pisa. Y pisar, pisa con decisión y adherencia con los Dunlop Sportmax que trae de serie, unos neumáticos que le sientan bien porque funcionan en cualquier circunstancia, incluso al principio de la sesión de pruebas donde encontramos asfalto frío y húmedo en determinadas zonas. Una vez cogen temperatura la adherencia es buena y permiten tumbar a placer, incluso por encima de 40 grados de inclinación. Y te dirás, y este ¿cómo demonios lo sabe? Pues viéndolo en la nueva pantalla TFT de 5 pulgadas, tiene un sensor que te marca la inclinación a tiempo real y te guarda la máxima por cada lado.
La pantalla no es muy grande (tampoco hay sitio para más pulgadas) pero ofrece la información básica a un tamaño razonable, además tiene dos modos de visualización muy chulos. Tiene conectividad con nuestro Smartphone a través de la app Rideology con navegación, llamadas e incluso puedes dar indicaciones por voz. Me ha gustado menos el cambio de modo de conducción, se hace a través de una botonera en la piña izquierda pero es un pelín lento y la navegación no demasiado intuitiva.
En el apartado frenos por fin han llegado las ansiadas pinzas de anclaje radial al tren delantero. Son Nissin al igual de que la bomba y ofrecen una frenada contundente y de fácil dosificación, además ¡quedan más bonitas! El freno trasero cumple con su función de forma correcta pero la palanca está demasiado alta, lo que obliga a levantar la punta de la bota para poder frenar. Me ha gustado el ABS, es poco intrusivo pero una vez que entra en funcionamiento detiene la moto enseguida al tener los pulsos muy seguidos entre sí.
Valoración y precio
Pues ya tenemos nueva Z900. En esencia la misma que ya conocíamos y que la ha llevado a lo más alto de los ranking de ventas durante mucho tiempo. Como has podido comprobar hay mejoras, ninguna de profundo calado pero sí necesarias ya no sólo para cumplir con normativas sino para también cumplir con los amantes del modelo, que tienen una Z900 mejorada y actualizada y prácticamente al mismo precio que la versión precedente, esto último hay que tenerlo muy en cuenta. Es una moto deportiva e imponente, con un rendimiento dinámico que puede cumplir con las expectativas de prácticamente cualquier usuario, por muy exigente que sea, pero también hablamos de una moto cómoda y polivalente que vale para cualquier escenario que se te ocurra, ciudad incluida.
Para aquellos que quieran redundar en su vertiente deportiva hay disponible una versión SE con la horquilla invertida con barras doradas y regulación de tres vías, amortiguador Öhlins y pinzas de freno Brembo delanteras, todo esto por aproximadamente 1000 euros más que la versión estándar que hemos probado. Por supuesto hay versión para carné A2, de hecho esta versión es la más vendida de los últimos años.