Tremenda fuerza estética, motor en V o transmisión por correa son algunos de los argumentos que presenta esta súper llamativa Benda Napoleon Bob 500, una moto perfecta para los que con el carnet A2 aspiran a una moto custom con un toque especial, muy bobber, y que tiene en su asiento flotante el rasgo más distintivo, pero no el único.
En el plano estético hay que hablar de su aspecto musculoso y compacto muy logrado, salpicado de numerosos elementos que le dan una imagen poderosa y vanguardista pero que retiene rasgos clásicos. Un cóctel muy original para el carnet A2, donde no hay propuestas tan rompedoras.
Para los que no lo sepáis, Benda es una marcha china especializada en motos de rollo custom pero desde un punto de vista avanzado y actual, y esta Napoleon Bob es un perfecto ejemplo de ello. Además desarrollan sus propios motores, lo que siempre denota la ambición de controlar los elementos más importantes para ofrecer un producto lo más redondo posible.
Como os decía, la Napoleon Bob es una moto modelada a partir de detalles que perfilan su especial personalidad: la horquilla delantera que simula una Hossack es uno fundamental que se alía con un neumático de sección 150 que le proporciona un buen empaque a la vista frontal, donde también podemos ver unos sorprendentes semimanillares que le dan un claro toque deportivo. En esa parte delantera también encontramos otro rasgo llamativo, los espejos retrovisores en el extremo del manillar y hacia abajo. Interesante toque café racer que veremos si logra a la vez ser funcional.
El depósito de combustible de 16 litros garantiza una buena autonomía y también tiene un papel esencial en su diseño, creando un juego de volúmenes interesante y descendente junto al asiento flotante monoplaza. Sí, es una moto egoísta y te quiere solo para ella. Los dos escapes superpuestos, largos y bajos realzan esa figura baja y alargada que es básica en este tipo de motos.
Y la zaga, con una goma de 180, apuntala ese vigor estético general que propone la Napoleon Bob 500. Además se han elegido unas llantas de 16 pulgadas en ambas ruedas que son de la marca Tinsum y que tienen un buen balón para apoyar su estilo.
Y no, no me olvido de quizás el factor más influyente en su personalidad estética: el motor V-Twin perfectamente encajado en la estructura tubular que forma el bastidor. Como he dicho al principio, es de fabricación propia, cuenta con una cilindrada de 475 cc y ofrece 47 CV a unas 9 mil revoluciones y 42 Nm a 6.700 vueltas. Es un rasgo especial que aporta un rendimiento y sonido diferentes a un dos cilindros en paralelo, aparte de que desde el punto de vista del diseño también colabora en su carácter con esas culatas en dorado que hacen juego con las llantas y algunos otros elementos que ponen el contrapunto al negro que domina su estampa.
Por su puesto es una moto baja, cuyo asiento está situado a solo 695 mm del suelo y cuenta con mandos avanzados para confirmar su rollo custom que nos lanzan las piernas hacia adelante para, junto con los semimanillares, hacernos adoptar una postura muy indentificativa, con ese punto agresivo de algunas motos custom.
El bloqueo de la moto en la columa de dirección es otro rasgo clásico que contrasta con la moderna pantalla TFT esférica, evidenciando una vez más esa mezcla constante de lo actual y lo de siempre que tan bien ha resuelto esta Benda Napoleon Bob 500.
En marcha
Subirse a la Napolen Bob 500 es una tarea sencilla para personas de cualquier talla porque su asiento está muy bajito. Según te posicionas, la postura es de cuerpo hacia adelante, igual que las piernas, dibujando esa posición típica del custom más radical que parece que te vas a comer la carretera. Bromas aparte, replica muy bien esa filosofía y te deja claro que no apuesta por la comodidad sino por los cánones establecidos.
El motor es lo primero que sentimos y su sonido llega a los tímpanos con mucha rotuntidad. Tiene ese toque áspero que encaja a la perfección con el espíritu de la moto y empuja a la Benda Napoleon Bob con suavidad y decisión desde los primeros metros. Cierto es que si atendemos a las cifras con un par de 42 Nm a casi 7.000 vueltas, la zona buena está en el margen medio alto pero en la práctica es una mecánica que se expresa bien también a bajas vueltas, resultando lineal y con algo de chispa.
Con esa rueda delantera de sección 150 no es un prodigio de agilidad pero se mueve con soltura, no ofreciendo resistencia a la hora de tumbar y en cambio colaborando activamente en la robusta visión delantera de la moto. Tampoco tenemos un gran radio de giro pero el suficiente para driblar con facilidad a baja velocidad, siempre contando con ese centro de gravedad bajo que resulta de gran ayuda.
El tacto de las suspensiones es firme sin resultar incómodo, y eso en carretera hace que tengamos siempre una buena sensación de aplomo, con una buena pisada. El hecho de contar con una llanta de 16 pulgadas precisamente logra un equilibrio entre agilidad, estabilidad y estética. Y los neumáticos de la marca Tinsum en seco transmiten unas sensaciones normales en cuanto a agarre y tracción.
Es cierto que no se les exige mucho en cuanto a inclinación se refiere, ya que el límite en el que rozan las estriberas adelantadas no está lejos, tal y como suele suceder en esta tipología de motos.
Aun así es una moto para disfrutar mucho en carretera gracias a ese ronroneo constante del motor que va asociado a una caja de cambios que resulta efectiva en cuanto a tacto y precisión. Además dispone de embrague antirrebote para suavizar las reducciones más drásticas.
Se anuncia una velocidad máxima de 145 km/h reales, lo que es muy razonable para una moto de 47 CV que pesa 215 kg en seco. Pero quizás lo mejor es el sonido mientras damos gas y una aceleración muy consistente en el medio régimen que nos transmite poder cuando mantenemos accionado el gas en esa franja de revoluciones entre las 5.000 y las 8.000. Ahí es cuando más se notan las vibraciones de un motor que también es caluroso por el costado derecho, en su unión con los escapes.Y para situaciones de baja adherencia, el control de tracción disponible es una ayuda que siempre se agradece llegado el momento.
Para la frenada se ha elegido una pinza de anclaje radial delantera firmada por la propia marca Benda que muerde un disco de gran diámetro, 320 mm, junto a un trasero de 260 mm. El resultado es que delante tenemos suficiente fuerza de frenado que es dosificable y además podemos ayudarnos de un freno trasero que también cumple su función correctamente.
En cuanto a los espejos retrovisores, dada su ubicación podrías pensar que no se ve bien pero lo cierto es que cumplen con su función, aunque es cierto que no tenemos una gran panorámica al estar abajo y tener el tamaño justo.
Y hay que hablar de su asiento, un toque fundamental en su personalidad ya que aparte de ser monoplaza tiene un diseño flotante muy llamativo y que transmite buen acabado como en general el resto de la moto. Lo cierto es que en marcha resulta cómodo, con un mullido blando pero sin pasarse. Eso sí, tienes que tener muy claro que la moto está homologada de una sola plaza.
Valoración final
Estamos ante una moto que es una atrapamiradas de manual, pero no solo eso, ya que resulta bastante completa y competente en líneas generales. Circular con ella es agradable porque el motor apoya muy bien, con buen rendimiento y suavidad desde bajo régimen. A pesar de ese neumático delantero de 150 es una moto que se mueve con bastante soltura y resulta muy fácil de pilotar gracias a ese centro de gravedad bajo. El motor podría vibrar un poco menos en el régimen medio-alto pero se le puede perdonar por el estimulante sonido que liberan los escapes. Si eres tímido, entre lo que suena y lo que te miran, la Napoleon Bob 500 será un buen tratamiento de choque para que te liberes de complejos.
Además es una moto en la que se aprecia mimo en su fabricación, por lo que da una buena impresión cuando la observamos de cerca.
Y todo esto partiendo de un precio que para nada asusta ya que son 6.490 euros. Sin duda es una cifra que parece razonable si tenemos en cuenta su carácter tan especial y el funcionamiento más que correcto de todo.