Nunca antes había probado una moto de la marca italiana, ahora propiedad del grupo Keeway y al que también pertenece Benelli. Y lo cierto es que el estreno ha resultado muy positivo, pues me he encontrado una moto muy equilibrada, con mucha personalidad y realmente interesante para esos usuarios más viajeros con un presupuesto más limitado.
“Full equip” y componentes de calidad
No se han andado con chiquitas a la hora de equipar la T1002VX, pocos accesorios quedan por añadir de forma opcional, ni siquiera las maletas y baúl trasero de aluminio, que se entregan de forma gratuita al comprar la moto.
Y es que no le falta de nada pues incluye los componentes necesarios para hacer más confortables los viajes y rutas, como puños y asiento calefactable, cubremanos, o pantalla regulable; así como aquellos “gadgets” casi imprescindibles hoy día, tales como la instrumentación digital con pantalla TFT con conectividad Bluetooth; o aquellos que resultan prácticos para los más aventureros, como las defensas o el cubrecárter.Pero, y lo que me parece más importante, es que en el apartado mecánico también nos encontramos con una moto muy completa y que ha recurrido a marcas de primer orden para componentes importantes. Me refiero a la frenada, con material J.Juan -pinzas radiales de cuatro pistones- y discos flotantes de 320 mm delante, y a las suspensiones, desarrolladas por KYB y con posibilidad de regulación tanto en la horquilla como en el amortiguador trasero. Incluso se ha apostado por unos neumáticos Pirelli Scorpion Rally STR para calzar unas llantas de radios sin cámara, con rueda delantera de 19”.
Aunque no es una moto muy enfocada a su uso en campo, se agradece el poder desconectar el control de tracción y el ABS trasero. Indicar igualmente que el ABS tiene funcionalidad en curva.En cuanto al motor, la T1002VX resulta muy peculiar, pues ha recurrido a un propulsor de dos cilindros en V, cuando la tendencia actual del mercado suele optar por el bicilíndrico en paralelo al resultar más económico, entre otros factores. Se trata de un motor de casi 1.000 cc, con algo menos de 90 CV de potencia y una buena cifra de par situada en 89 Nm a 5.250 rpm. Cuenta con cuatro modos de conducción, tres enfocados a carretera y otro al off-road.
Altura del asiento y posición de conducción
El asiento no está situado a demasiada altura, pero resulta ancho y obliga a abrir mucho las piernas. Eso implica que los pilotos de menor talla, como es mi caso -165 cm-, apenas lleguemos al suelo de puntillas, lo que unido a su peso de 265 kg obligue a maniobrar con cuidado. Lo que sí resulta sencillo a pesar de su volumen es sencillo subirla y bajarla del caballete central, que es otro elemento que incluye de serie.
Una vez que nos acomodamos a ella, nos encontramos con una instrumentación muy completa que ofrece datos interesantes como la presión de los neumáticos o la temperatura ambiente. Tiene buena visualización excepto cuando le da de lleno la luz del sol. Se maneja de forma sencilla con las piñas, que además son retroiluminadas para lograr un manejo preciso conduciendo de noche. En estas situaciones de poca luz, el fondo se vuelve oscuro con los dígitos en blanco de forma automática. A cada lado de la instrumentación tenemos una toma de corriente, una de 12V y otra doble USB, una de ellas USB-C.
En cuanto al parabrisas, éste se puede regular mediante dos palancas que la mantienen muy firme pero que obliga a manipularla en parado. Aunque a simple vista no parece una pantalla demasiado alta, en la carretera se puede comprobar que ofrece una buena protección, incluso en autopista, sin que deriven turbulencias a la parte alta de un casco tipo adventure con visera. Sí que me hubiera gustado un poco más de anchura para evitar el viento en el pecho. Los cubremanos, en cambio, sí que garantizan el que no llegue frío o agua a las manos.
Suavidad para todos los públicos
Bastan unos pocos kilómetros para darte cuenta de que estamos ante una moto muy cómoda. Esa anchura del asiento se posiciona a nuestro favor a la hora de realizar muchos kilómetros. No sólo tenemos mucha superficie de apoyo, si no que también tenemos un mullido de calidad. El único inconveniente que he encontrado en su posición de conducción es que el manillar queda algo alejado del cuerpo, aunque creo que los pilotos de mayor altura no pensarán lo mismo. Por otro lado, las piernas no quedan muy flexionadas, lo que se agradece de cara a realizar largas rutas.
En cuanto a la respuesta del motor, indicar que el comportamiento es muy diferente dependiendo del modo utilizado. El Sport tiene una respuesta más viva sin llegar a ser brusca. De hecho, este modo anula el control de tracción sin que me haya notado pérdida de adherencia al salir de las curvas en asfalto frío y algo húmedo. Eso es porque su entrega es muy lineal.
En el modo Standard encontramos una entrega todavía más suave, con el control de tracción activado y que me parece realmente útil para usar en ciudad o para disfrutar del paisaje en ruta. El modo Lluvia es excesivamente suave para mi gusto y creo que la mayoría de los usuarios no lo terminarán usando.
La gran ventaja de este motor se encuentra en su gran entrega en medio régimen, incluso en la zona baja, lo que permite una conducción muy placentera, sin que sea necesario ir jugando con el cambio, además de resultar muy fácil de utilizar, con mucha potencia aprovechable. Son apenas 88 CV, pero la sensación es la de tener un motor de mayores prestaciones.
Otro punto a destacar es el buen escalonamiento del cambio, aunque la sexta queda descolgada en carretera pues está pensada para llevar el motor más desahogado en autopista -4.000 rpm a unos 120 km/h- y también para lograr una mejor cifra de consumo y emisiones. Por otro lado, el accionamiento del cambio es muy buen, suave y preciso, y sólo he echado de menos el poder disponer de un quickshifter, aunque fuera opcional. Lo que sí incorpora de serie es el embrague antirrebote para evitar que la rueda trasera deslice al reducir de marcha de forma brusca.
Eficacia en curva
Se trata de una moto que se disfruta cuanto más se retuerce la carretera. Además de por la suavidad de respuesta del motor, también por su parte ciclo equilibrada y bien desarrollada. La T1002VX va muy asentada, con mucha sensación de seguridad, pero sin que esa firmeza se torne en incomodidad con el paso de los kilómetros. Todo lo contrario, las suspensiones son muy confortables pero sin hundirse en exceso en el paso por curva. Ese peso elevado que se notaba en las maniobras no se aprecia cuando te encuentras afrontando un puerto de montaña.
También me ha gustado la frenada, con muy buen tacto y potencia más que de sobra para detener el conjunto cuando lo requieres sin que te llegue a dejar clavado. El tacto del freno trasero también me ha convencido y deja jugar en el paso por curva para colocar la moto. La puesta a punto del ABS también ayuda en este sentido, pues no es nada intrusivo.
Modo off-road
El modo de conducción enfocado al campo ofrece una respuesta del acelerador más rápida y desconecta el control de tracción; el ABS no va asociado a este modo y se desconecta de forma independiente y únicamente en la rueda trasera.
Los Pirelli Scorpion Rally STR son unos neumáticos con buen agarre en asfalto y tierra húmeda, pero que pierden eficacia en barro. Esto implica que teniendo en cuenta su peso, pues va a obligar a ir con cuidado si el terreno se complica. Aún así, la T1002VX lo pone muy fácil de nuevo aprovechando la suave entrega de potencia, con unas suspensiones que absorben bien las irregularidades, y con una frenada que al no ser muy brusca permite ciertas alegrías. No es una trail muy campera pero que te permitirá meterte por caminos en el caso de tener que improvisar un día de ruta.
Opinión y valoración
Siguen existiendo ciertos prejuicios por parte de algunos usuarios respecto de las motos chinas, especialmente entre los motoristas más veteranos a los que les cuesta asimilar lo que nos traen los “nuevos tiempos”. La T1002VX es una de esas motos encargadas de ir rompiendo tabúes, de evangelizar dentro de ese público más abierto a probar cosas nuevas.
Morbidelli ha desarrollado una moto diferente en cuanto a mecánica, que además resulta muy fácil de conducir. Dispone de una gran parte ciclo, repleta de componentes de calidad que garantizan un gran funcionamiento en marcha. De su equipamiento, poco o nada podemos añadir, hasta maletas tenemos, y sólo se le podría pedir que hubieran incluido el quickshfter.
Dejo para el final el precio, que es uno de los apartados más sorprendentes: 9.990 €, con cinco años de garantía, lo que la posiciona como una de las maxitrail más económicas del momento, si no la que más.