Harley en 2025 llega con una renovación profunda y un enfoque claro en la simplificación y la personalización. La marca reduce su icónica gama Softail de nueve a seis modelos clave, apostando por una estrategia más afinada y coherente con las demandas actuales del mercado. Este recorte no significa menos opciones, sino una oferta más centrada y optimizada para cada tipo de motorista.
Dentro de la gama Softail, uno de los pilares de la firma americana, se incorporan tres configuraciones distintas del nuevo motor Milwaukee-Eight 117, cada una adaptada a la personalidad de los distintos modelos: Classic (limitable para el carnet A2), Custom y High Output. Desde una entrega de par más lineal para el uso diario hasta versiones más agresivas pensadas para los que buscan prestaciones puras, cada variante ha sido ajustada en admisión, escape y modos de conducción.
El Classic ofrece 91 CV y 156 Nm, mientras que el Custom cifra sus números en 103 CV y 168 Nm y el más potente que es High Output, rinde 114 CV con 173 Nm de rotundo par. Y no se na dejado de algo algo tan esencial como el sonido, de modo que cada uno tiene una melodía acorde con su filosofía, siempre con escapes 2 en 1.
Además, todas las cruisers de 2025 incorporan de serie modos de conducción, control de tracción y ABS en curva y otras mejoras electrónicas que no interfieren en la experiencia, pero elevan el nivel de seguridad y control, adaptándolas así a los tiempos actuales. Además, todas incorporan de serie control de velocidad de crucero. Y todo se puede ver en una nueva instrumentación que difiere de tamaño en función del modelo; mientras que en la Low Rider y sus dos versiones, así como en la Breakout y la Street Bob es de cuatro pulgadas, es de cinco en la gama Heritage Classic y la Fat Boy.
También ha habido mejora generalizada en las suspensiones para lograr un mejor dinamismo sin dejar de lado la comodidad de marcha: los muelles multirregulables de las suspensiones delantera y trasera de las Cruiser 2024, inicialmente blandos y luego progresivamente más rígidos en compresión, se han sustituido por muelles rectos en todos los modelos 2025. Los nuevos muelles permiten un mejor equilibrio entreestos y la amortiguación, lo que se traduce en un manejo rendimiento general, sin afectar en ningún caso a la altura al suelo del asiento.
La Street Glide Ultra es otra de las novedades llamativas en este 2025. Este buque insignia de la familia más rutera y turística acentúa su carácter respecto a la Street Glide de la que deriva, gracias a una pantalla más alta y envolvente, puños calefactables más espacio de almacenaje y más detalles en la carrocería destinados a un mayor confort de los ocupantes.
También debuta la Pan America 1250 ST, una nueva interpretación del concepto trail, pero enfocada exclusivamente al asfalto. Con llanta delantera de 17 pulgadas, una postura más baja, menor recorrido de suspensiones y más de 12 kg menos que la versión Special, esta variante se dirige a un público que viene de motos sport o naked y busca una rutera ágil, con toda la tecnología de una adventure, pero sin concesiones al off-road. Un modelo que expande la visión de Harley-Davidson sin renunciar a su ADN con una puesta en escena muy original.
Por supuesto, no pudimos probar todas las motos que nos hubiese gustado pero sí pudimos disfrutar de modelos clave para hacernos una idea precisa del rumbo que tiene la gama Harley Davidson 2025 que no pierde su esencia pero sofistica su alma.
Harley Davidson Fat Boy en acción
Empezamos con la Harley-Davidson Fat Boy, uno de los iconos más reconocibles de la marca. Solo con verla, impone. Su motor Milwaukee-Eight 117, con 1.923 cc y 168 Nm de par, es pura contundencia desde abajo. El empuje que puedes sentir a los mandos de esta bestia americana es más que considerable con 103 CV que se reparten, sobretodo a bajas revoluciones, para que sientas el tirón enseguida, como buena Harley Davidson.
Incorpora ABS y control de tracción, algo que se agradece cuando llevas más de 300 kg entre las piernas. En curvas amplias, su comportamiento es noble y aplomado pero rápidamente encontramos el límite en cuanto inclinamos un poco más de la cuenta en tramos más virados. Tampoco juega a su favor una rueda delantera
En cuanto al manejo y conducción, esta Fat Boy nos sorprendió especialmente por su adaptabilidad, no necesitas ser el estereotipo de "leñador de Milwaukee" para manejarla, el tacto del cambio es, aún que exigente, más que aceptable para cualquier conductor promedio, detalle que se agradece siendo, a priori, una de las motos más especiales de la marca.
Harley Davidson Low Rider S en acción
La Lowrider S nos pareció una moto más directa, más baja y con reacciones más rápidas. Sin duda una de las más agradables a los mandos. Equipa el motor Milwaukee-Eight 117, con casi 2.000cc y una respuesta que, sin ser explosiva, es progresiva y poderosa gracias a sus 114 CV que realmente tienen un papel secundario frente a las montañas de par que ofrece y que alcanzan los 173 Nm a sólo 4.000 vueltas.
En cuanto a comportamiento dinámico, sorprende. A pesar de sus más de 300 kilos, la Low Rider S se mueve con soltura. El conjunto chasis-suspensiones está muy bien resuelto: ofrece aplomo en recta y agilidad más que suficiente para disfrutar de carreteras reviradas como las que encontramos en los Alpes.
Más fácil de mover gracias a un peso algo más contenido y una posición de conducción más activa. Te sientes más encima de la moto, más conectado con lo que pasa bajo las ruedas.
Las suspensiones y los frenos están a la altura, y permiten un ritmo más alegre sin comprometer el confort. Ideal para quien busca sensaciones pero también quiere devorar kilómetros.
Estéticamente, la Low Rider S es puro músculo. Con su acabado oscuro, líneas afiladas y el depósito en posición elevada, transmite agresividad y elegancia a partes iguales. El pequeño carenado frontal le da un aire deportivo sin romper con la esencia custom con esa estampa alardaga, baja y descendente tan característica.
Harley Davidson Sportster S en acción
Con la Sportster S entramos en un terreno completamente distinto. Aquí ya no hablamos de V-Twins clásicos, sino del nuevo Revolution Max 1250T, con 121 CV y una entrega mucho más viva. Los modos de conducción, aunque puedan parecer casi irrelevantes en una moto de este estilo, dan un carácter más adaptativo a las circunstancias del usuario, cosa que es de agradecer.
A diferencia de otras Harley, aquí el motor está lleno incluso ltas vueltas, lo que invita a jugar más con el puño derecho. Se nota más ágil, más nerviosa, casi como una deportiva con alma custom.
La posición de conducción es muy particular: los pies van adelantados, el asiento es bajo y el manillar plano te coloca cerca del tren delantero. No es la moto más cómoda del grupo para largas distancias, pero lo compensa con sensaciones dinámicas muy reconfortantes aunque el neumático delantero de 160 no favorece su maniobrabilidad.
Sin embargo a nivel de parte ciclo responde muy bien, con frenos rotundos, suspensión firme y una distancia al suelo que deja hacer más para potenciar el disfrute a los mandos.
La Sportster S exhibe una presencia imponente gracias a su diseño, personalmente fue la que más me gustó, una estética cuidadosamente elaborada. Es una Harley que rompe con lo establecido, y eso también tiene su encanto.
Harley Davidson Pan America 1250 ST en acción
Y llegamos a la gran sorpresa del test: la Pan America 1250 ST. Una trail que, en realidad, es casi una sport-touring camuflada.
Esta versión monta también el Revolution Max, pero está enfocada claramente al asfalto y la potencia asciende hasta 150 CV, una cifra que la destina a una conducción alegre y dinámica. Las llantas de 17 pulgadas, el tarado de suspensiones más firme y una postura más contenida la convierten en una moto muy ágil para carretera.
Con la importante dieta de adelgazamiento respecto a la versión trail, se siente más compacta, fácil de llevar y sorprendentemente divertida en zonas reviradas. Como os digo, no es una trail para salir del asfalto, es una rutera moderna con carácter Harley, y eso es lo que la hace tan interesante.
A primera vista y al sentarte en la moto, puede parecer robusta, un tanto aparatosa, y que el comportamiento no sea adecuado por las carreteras que íbamos a recorrer ese día, nada más lejos de la realidad. En el primer momento que disfrutas de su conducción puedes percibir que su geometría está más que preparada para que en acción se compacte y se haga disfrutable como la que más.
Otro punto fuerte es la electrónica. No abruma, pero está presente donde debe: control de tracción y ABS en curva, modos de conducción, todo bien ajustado y configurable. La suspensión también hace su trabajo de forma discreta y eficaz, manteniendo el equilibrio entre confort y firmeza.
Y si hablamos de ergonomía, la Pan America ST ofrece una posición cómoda, con el asiento a una altura accesible, y una cúpula que, aún que no es regulable, protege bien del viento a velocidades de autovía. Todo está orientado a que hagas kilómetros con ganas y con una sonrisa.
Harley-Davidson Pan America 1250 ST 2025
Precio: 21900 € | Peso: 246 kg | Potencia: 150 cv | Motor: 1252 cm³La prueba nos dejó claro que Harley-Davidson no solo sigue fiel a sus raíces, sino que también se atreve a innovar con propuestas que rompen moldes. Desde el músculo puro de la Fat Boy hasta la Pan America ST, con una orientación claramente más asfáltica, el viaje por los Alpes fue un reflejo perfecto de cómo la marca americana sigue avanzando, sin perder de vista su esencia.
