La marca italiana acaba de presentar en Madrid su “triciclo”, la primera alternativa real al Piaggio MP3; un producto arriesgado, teniendo en cuenta la competencia dura y fuertemente asentada que se va a encontrar pues el MP3 ha sido todo un éxito desde su lanzamiento. Y eso evidencia la tremenda confianza que Luciano Marabese tiene en su producto, resultado de su alianza con Aeon, empresa taiwanesa encargada de suministrar la motorización y realizar el ensamblaje.
Aparte de su tren delantero formado por dos ruedas, destaca gracias a su elaborado diseño de corte muy vanguardista con perfiles muy marcados y sugerentes grupos ópticos. Pero el protagonismo se lo lleva su sistema de suspensión oleoneumática e hidráulica, todo ello bajo el nombre de HTS (Hidraulic Tilting System).
A los que ya hemos probado los MP3 en todas sus versiones, variantes y colores, el Quadro 350 nos tenía que convencer más que a otros que no tienen referencias con un scooter gobernado por dos ruedas delanteras. Y aunque el sistema es diferente, al final el objetivo es el mismo: aportar más estabilidad manteniendo el tacto de un scooter convencional. Ni uno ni otro lo logran al 100% pero cada uno es efectivo y agradable de conducir a su manera.
Un sistema totalmente hidráulico
Así que vamos a explicaros cómo va el Quadro 350D tras la toma de contacto con este innovador scooter. Las primeras sensaciones, inevitablemente, las manda el tren delantero que pisa con mucha solidez y eso nos confunde al pensar que no será ágil. Todo lo contrario: el guía comienza a zigzaguear de manera salvaje y tras unos minutos de aclimatación, nosotros también. Se mueve con facilidad a la hora de practicar slalom y esto da una idea de lo bien que se debe mover en ciudad con mucho tráfico. Siempre teniendo en cuenta el ancho de vías extra frente a un scooter convencional.Para que el sistema sea oscilante utiliza una solución innovadora que nada tiene que ver con el Piaggio MP3: formada por dos brazos horizontales de aleación ligera y anclados al centro del chasis, dos amortiguadores oleoneumáticos laterales trabajan con un tercer amortiguador central que reparte la presión a través de una valvula de tres vías. Cuando el scooter se inclina, el aceite pasa de un amortiguador a otro a través de él para poder permitir una inclinación de hasta 45 grados.
Pero para lograr esa inclinación, las sensaciones no son del todo naturales pues la rigidez del sistema hace que haya cierto retardo, parecido al del MP3, pero bastante más evidente. Eso sí, una vez que hemos alcanzado la inclinación máxima da mucha confianza para arrastrar el caballete sin compasión.
Esto tiene una ventaja, y es la siguiente: el scooter a baja velocidad tiende más a mantener el equilibrio que a inclinarse y cuando nos detenemos en un semáforo, lo percibimos con mucha claridad, casi nunca necesitaremos bajar los pies de la plataforma. Parece no vencerse hacia los lados, incluso a la hora de hacerlo, lo hace lentamente. Y si apretamos el freno, hasta podemos ponernos de pie sin problemas. Es decir, mantiene la verticalidad sin accionar el freno de estacionamiento destinado a bloquearlo para no necesitar accionar el caballete. La contrapartida es que a baja velocidad le cuesta un poco hacer giros pronunciados.
Monta ruedas de diámetro considerable, de 15 pulgadas detrás y 14 la pareja delantera, y esto quizá también favorezca más la estabilidad que la agilidad al circular muy despacio.
Detrás monta dos amortiguadores cuyas reacciones resultan un poco secas pero no llegan a ser incómodas. Delante las irregularidades se filtran con bastante eficacia, por lo que en general es confortable incluso cuando el firme no está en muy buenas condiciones o encontramos baches, badenes, etc...
Tres discos combinados
El equipo de frenos los componen tres discos que podemos accionar de diferentes formas. La maneta derecha controla los dos delanteros, la izquierda reparte entre el trasero y los dos delanteros con prioridad a los discos anteriores y por último el pedal de freno al pie derecho hace un 50% entre delante y detrás. Este pedal es obligatorio al estar homologado como vehículo de tres ruedas y no molesta mucho porque la plataforma es amplia. El tacto de las manetas no está demasiado logrado ya que tienen poco recorrido son un poco duras pero si apretamos, la potencia está ahí, otorgando al Quadro 350 una estupenda capacidad de frenada.El motor es un monocilíndrico fabricado por Aeon de 313 cc y 23 CV de potencia. Puede parecer justo para un vehículo de 195 kg más el piloto pero alcanza 120 km/h de marcador sin problemas. Y las aceleraciones desde parado tienen suficiente chispa como para dejar rápidamente detrás a los coches. El tacto al acelerador es bueno pero le falta finura, sobre todo teniendo en cuenta la competencia pues Piaggio fabrica unos motores de 278 cc que son un auténtico prodigio de suavidad.
Es un scooter cómodo por la posición de conducción y la protección que ofrece la pantalla tintada, a pesar de no ser muy alta. Bajo el asiento el hueco es muy amplio, con espacio suficiente para guardar un casco integral y otro jet. Pero Quadro ofrecerá un asiento para ampliar el espacio a dos casco integrales aunque la altura del asiento también se incrementará ligeramente. Su apertura se controla desde el bombín multifunción pues desde ahí también se abre el tapón de la gasolina, ubicado entre las piernas, escorado a la izquierda. La instrumentación es sencilla, escasa en información.
El precio de lanzamiento de 6.990 euros es una cifra que poco le va a ayudar a luchar contra el MP3 300 LT, su rival directo pues ambos se pueden conducir con el carné de coche. Pero su diseño junto al especial sistema de suspensión son las bazas para conquistar el corazón de los amantes de los triciclos.