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Datos técnicos, equipamiento y precio >

En positivo

  • Motor excitante
  • Parte ciclo
  • Paquete electrónico

En negativo

  • Embrague mecánico
  • Radio de giro
  • Consumo


La parte ciclo, el motor y todo el paquete electrónico conforman la naked deportiva más poderosa y probablemente la más radical del mercado. Parece incluso una osadía crear la Tuono V4 R sabiendo el impresionante rendimiento y carácter de este motor, cuyo bronco y especial sonido es un serio aviso de lo que nos espera. Y no es otra cosa que una deportiva de circuito sin carenado y con manillar alto: diversión con altas dosis de adrenalina.

Orgía electrónica

Lo que se ve en la Tuono V4R impresiona a simple vista pero lo que no se ve forma parte vital de su esencia deportiva, una herencia con sabor a Mundial de SBK. Se llama Aprilia APRC y consta de los siguientes “delicatessen”: ALC (Aprilia Launch Control),  AWC (Aprilia Wheelie Control), AQS (Aprilia Quick Shift) y ATC (Aprilia Traction Control. Todo esto dota al piloto de un control milimétrico sobre la respuesta del motor y le da unas posibilidades fuera del alcance de la inmensa mayoría de las motos que puedes comprar en una tienda.

El control de tracción consta de ocho niveles de intervención y es una forma de asegurar que la rueda trasera deslice de forma controlada, según nuestro propio criterio en cada momento. Durante la prueba lo llevamos casi siempre en el número de tres que es un grado de intervención bajo pero suficiente para no llevarnos sustos. El anti-caballito, es decir el AWC, también hace muy bien su papel porque es una moto con mucho ímpetu que se anima rápido y nos incita a levantar la rueda. Incluso podemos bloquearlo para que impida hacer caballito y de esta forma no hay manera. El ALC es única y exclusivamente para utilizarla en circuito porque en la salida garantiza salir perdiendo la mínima potencia y tracción. Ambos sistemas tienen tres niveles de regulación.

Otros elementos como el cambio rápido y el embrague anti-rebote también aportan efectividad a la hora de practicar una conducción deportiva, y a la vez seguridad en el caso del embrague que permite unas reducciones más drásticas y cambia el bloqueo de la rueda por un suave y controlable derrapaje.

Agárrate fuerte

Es decir, la Touno V4 R lo tiene todo para brindarte unas sensaciones fuertes y divertidas. La cuestión es: ¿Tienes suficientes arrestos y buenas manos para sacar todo lo que lleva dentro? Realmente cualquiera con experiencia y un poco de cabeza puede disfrutar de lo lindo con esta moto pero llevarla al límite es otra cosa.

Lo cierto es que el motor, a pesar de su tremendo empuje también se deja domar gracias a sus tres modos de funcionamiento: Rain, Sport y Track. El primero deja la potencia en menos caballos pues se reduce en un 25% en toda la gama de revoluciones. Como no llovió, no fue necesario más que para comprobar que efectivamente el fuerte carácter del motor se atenúa en este modo. Utilizamos el 90% del tiempo el modo Sport que dispone de toda la potencia pero suaviza un poco la entrega de par. El modo Track lo utilizamos para comprobar el temperamento del propulsor en toda su plenitud y se nota la diferencia, también en el consumo, pues la autonomía se vuelve muy escasa. La respuesta a las insinuaciones del acelerador es mucho más directa y hay que vigilar un poco más nuestra mano: no asusta pero sí impone un poco más de cordura. Ayuda mucho el acelerador electrónico gracias a su respuesta súper precisa que nos permite dosificarlo a la perfección. La verdad es que acelerar a fondo en el modo Track significa salir propulsados por una violenta fuerza que empuja nuestro culo mientras otra lo hace en sentido contrario contra el pecho y el casco. Lo mejor es agarrarse fuerte y vigilar un horizonte que se aproxima de forma vertiginosa mientras el motor brama poseído por los 167 CV que declara Aprilia. Es una experiencia que sólo una naked de estas características puede proporcionarte.

Pero la marca italiana ha trabajado mucho en el motor para ofrecer algo salvaje pero conducible y disfrutable. Ha reajustado el cruce de las válvulas, alargado los colectores de admisión en 20 mm y montado un volante motor más pesado para mejorar la inercia y lograr una mayor suavidad. También ha acortado la relación de las tres primeras marchas y limitado las revoluciones a 11.500 rpm. Esto la civiliza por un lado pero también acrecienta su sensación de empuje, pues se ha buscado eso más que poner el acento en una brutal velocidad máxima, algo absurdo hablando de una moto naked sin protección aerodinámica de ningún tipo.

La fiera anda suelta...

Su comportamiento es básicamente como el de un pura sangre, pues el aspecto de naked vanguardista apenas puede esconder su magnifico y exuberante bastidor doble viga de aluminio que forma equipo con un preciso basculante del mismo material. La suspensión regulable tiene un tacto descaradamente deportivo, perfecto para una moto como esta cuya agilidad necesita precisión milimétrica en cada curva y una pisada firme, decidida, que además aguante la fuerte mordida del freno delantero, todo potencia con un excelente tacto.

Con estos ingredientes, los tramos de curvas se vuelven trepidantes pues a la explosividad de un motor, repleto de par y potencia, se suma un cambio muy rápido cuyo embrague antirrebote trabajará para nosotros a menudo. El cambio es tan deportivo que incluso a veces cuesta encontrar el punto muerto. Uno de los detalles que más desentonan de la moto esta precisamente en su accionamiento que es mecánico en lugar de hidráulico. Ya no es que sea duro y no permita regulación, simplemente una moto tan sofisticada y cuyo precio rebasa ampliamente los 14.000 € merece un embrague hidráulico.


La ergonomía esta lograda aunque no se trate de una cómoda moto naked porque logra un cierto confort, incluso con un asiento algo duro y alto pero bastante espacioso. Así que aunque predispone claramente a adoptar una postura más bien deportiva, no es ni mucho menos tan castigadora como una RR, y las sensaciones son igual de excitantes o incluso más. Y es que la ausencia total de protección aerodinámica hace que sintamos el azote del viento y esto evidencia todavía más las brutales aceleraciones que nos regala a cada momento. Eso si, del consumo en conducción radical mejor ni hablamos porque se dispara.

En ciudad, la agilidad compensa su limitada capacidad de giro que impone la gruesa horquilla invertida. Así que no se encuentra especialmente cómoda pero se defiende bien. Los espejos ofrecen una visibilidad correcta y no sobresalen  mucho del ancho de la moto, lo que favorece el paso entre coches. En verano el motor debe abrasar las piernas porque ya se notaba en pleno invierno un calor procedente de sus entrañas un tanto abrasador, pero es otro rasgo más de un motor prodigioso que aúna bajo su especial arquitectura V4, lo mejor de un bicilíndrico en cuanto a empuje y par, con lo mejor de un "tetra" en cuanto a prestaciones puras en la parte alta del tacómetro.

El precio del paquete APRC es de 1.000 € exactos pero en mi opinión merece la pena esta inversión porque es una excelente ayuda a la conducción, muy recomendable cuando estamos frente a una moto de estas características. Además, con todo este arsenal tendremos una moto 100% de circuito, porque es una moto de calle, con aspecto de ciudadana pero con alma de carreras que te hará pasar inolvidables ratos a ritmo de V4. ¿Te atreves?