La Nuda es un punto y aparte en la larga historia de una marca especializada desde hace décadas en motos de campo. Y este giro es responsabilidad de BMW, su propietaria desde 2007. De hecho, tiene como base la F800, de la que toma el bastidor y cuyo motor ha sido la base para desarrollar el que impulsa a la Nuda, bastante más potente.

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Es una naked de apariencia radical con evidentes guiños supermotard y llega para proponer una conducción repleta de sensaciones extremas. El aspecto de la moto es muy original y futurista, realmente difícil de clasificar pero está clara cuál es su competencia y en qué coincide con ella; asiento elevado y plano, manillar alto así como suspensiones de largo recorrido. Incluso las pocas que se dan cita en este segmento también comparten motores de dos cilindros, igual que nuestra protagonista. Y estas son la Aprilia Dorsoduro 750, Ducati Hypermotard 796 y la KTM 990 Supermoto. Aunque también puede rivalizar con las hermanas mayores de la Dorsoduro y la Hypermotard, situándose en un interesante término medio. Con esta competencia es imprescindible aportar calidad en todos los frentes y la Nuda lo hace tanto en lo que a componentes se refiere como a los materiales utilizados y acabados. Todo transmite sensación de una moto hecha con mucho esmero.

En positivo

  • Motor
  • Frenos
  • Calidad general

En negativo

  • Asiento duro y alto
  • Nula protección
  • Sin hueco

Calidad y diseño

Es la versión “básica” y lo entrecomillo porque lleva una buena selección de componentes firmados por Sachs para la suspensiones y Brembo para los frenos. Lo único que la hace de menos es su hermana, la “R”, mejor dotada en cuanto a suspensiones porque detrás monta un Öhlins y otras pinzas de freno aunque también de anclaje radial. Lo cierto es que a falta de probar la tope de gama, nuestra protagonista frena de forma sublime porque aplicando muy poca fuerza, la mordida es realmente potente, incluso requiere tacto porque no lleva ABS.

La Nuda se presenta bajo una estética marcada por una carrocería sumamente angulosa, donde destaca mucho la zona del depósito, sus aletas puntiagudas, así como el guardabarros delantero. El colín también resulta bastante llamativo por su forma recta, el pequeño grupo óptico y la distancia libre hasta la rueda que da una gran sensación de ligereza. El silencioso discurre por el lado izquierdo y acoge los dos colectores, jugando un papel en su estética y en su carácter porque sin llegar a ser escandaloso, aporta un sonido grave con estimulantes detonaciones al cortar gas.

Sin concesiones

El trabajo sobre el motor de dos cilindros paralelos ha logrado más cubicaje y potencia para dotarla de una enérgica respuesta, sobre todo a bajo y medio régimen. Esto combinado con un peso contenido al máximo gracias a una moto muy efectista pero con lo imprescindible, la hacen ligera y potente, una combinación perfecta cuando queremos una moto para pasar buenos ratos. Y es que la Nuda es básicamente para moverse asiduamente en la ciudad y disfrutar en los alrededores, nada de viajes ni de comodidades para la vida diaria.

Incluso es una moto antipática si te equivocas y no sabes exactamente lo que te estás comprando. Pues es bastante alta y pone a nuestro servicio un asiento incómodo por su dureza. Y esto lo puedes comprobar cuando llevas un buen rato sobre él. Le falta un mullido más acogedor y muestra con descaro la propuesta radical que encarna, con muy pocas concesiones al confort y la utilidad. Ella propone otra cosa...

Potente, ligera...radical

La Nuda nace para divertir a su propietario, para tratar de emocionarle a los mandos gracias a los 105 CV del motor, una parte ciclo puesta a punto para ello y la ergonomía ideal con su manillar ancho y plano. Y es que ofrece mucha confianza tanto en tramos revirados, donde se muestra ágil y milimétricamente precisa como en carretera o autovía con terreno despejado por delante para ir jugándonos los puntos, donde incluso sorprende por su tremenda solidez y aplomo. Y digo que sorprende porque al ir altos y con una suspensión de más recorrido que una deportiva, se suele resentir la estabilidad a muy altas velocidades pero en la Nuda agrada comprobar cómo encara las curvas rápidas de forma decidida y mantiene la trayectoria yendo a fondo sin apreciar el más mínimo balanceo. Eso sí, prepárate para visitar al “fisio” si sueles ir así porque las cervicales van a sufrir un poco porque irás "a tumba abierta", sin nada de protección.

La suspensión es progresiva y admite bien tanto el uso deportivo como el más racional, siempre digiere bien lo que pasa por debajo. El monoamortiguador trasero va anclado directamente al basculante y se puede regular muy fácilmente con la mano desde una rosca con clics. El embrague pasa más bien desapercibido por su buen funcionamiento general, suave y preciso, no está asistido por un sistema antirrebote pero tampoco lo eché en falta.

En el cuadro de instrumentos se pueden seleccionar dos mapas de motor pero lo cierto es que no apreciamos grandes diferencias entre ambos. Mención especial merece el acelerador, muy preciso, que permite controlar perfectamente su fuerte temperamento, algo muy de agradecer circulando por ciudad, donde tampoco apreciamos incómodas vibraciones. En este entorno su altura la hace pasar con facilidad por encima de los espejos de los coches, facilitándonos la vida. Poco más ofrece en clave urbana  porque ni siquiera tiene espacio para llevar los papeles bajo el asiento y esto te obliga a llevarlos todo el día a cuestas.

En la instrumentación encontramos otra de las notas positivas de esta “Husky” pues la información es abundante y el diseño es muy apropiado. Destacan las luces rojas de sobrerrégimen que simulan las del cuentarrevoluciones y se van encendiendo a medida que la aguja entra en ellas. Indicador de marcha engranada, cronómetro, temperatura ambiente, recordatorio de revisiones , velocímero digital...para lo pequeño que es el cuadro, no se echa nada en falta.

Lo cierto es que la Nuda 900 es todo calidad y buenos detalles como el logo en los puños, los discretos intermitentes estilo Rizoma o la singular aleta del guardabarros delantero. Se nota que en la exploración de nuevos horizontes Husqvarna quiere marcar la diferencia y no ha dejado ningún detalle el azar, está todo muy cuidado. Y es que su intención es rivalizar de tú a tú con lo mejor del mercado en este especial segmento naked radical de corte supermotard. No es el estilo de moto ideal para mí, sobre todo porque no llego al suelo a pesar de haber crecido nada más y nada menos que hasta el 1,67 m. Pero quizás a tí si te hagan "tilín" por eso no olvides todo lo bueno que has leído hasta este punto y final.