Lazareth ha creado un T-Max tan especial como potente, dándole sentido al reto que Yamaha le propuso al dejarle libertad total para su “Hypermodified”. Personalmente me gusta más que el creado por Marcus Walz; primero porque es más discreto y segundo por la potencia extra para poder disfrutar de una parte ciclo modificada para aguantar más prestaciones.

Llama mucho la atención lo mires por donde lo mires, sobre todo cuando no ves el escape. Y es que yamaha-tmax-lazareth-hypermodified-4-lateralLazareth se las ha ingeniado para que suene más y mejor que el original pero sin ser escandaloso. Y la solución es original porque ha creado uno nuevo por debajo que se adapta al chasis y lleva incorporado un catalizador en el silencioso. Gracias al turbocompresor el preparador asegura que el sonido es diferente y excitante pero sin llegar a ser tan ruidoso como un escape deportivo.

Pero el motor esconde lo que más me gusta de esta preparación: un 30% más de potencia que roza los 60 CV y convierte a este T-Max es un vehículo de altas prestaciones gracias a la utilización de un turbocompresor. Por eso ha tenido que mejorar aspectos de la parte ciclo como por ejemplo la horquilla que procede de una R1, ahí es nada…El equipo de frenos delantero está formado por una imponente pinza ISR y un disco sobredimensionado.

La carrocería está modificada casi entera pero a primera vista no lo parece porque el preparador ha respetado totalmente las formas originales. Basa el trabajo en una pintura plateada y gris mate que le dan un aire muy especial. Uno de los detalles que también se ha visto obligado a modificar es el velocímetro, al que Lazareth ha tenido que añadir las cifras 200 y 220 km/h para adaptar  su apariencia a sus nuevas capacidades dinámicas.

Otros detalles como los protege-manetas de Rizoma, los pequeños espejos retrovisores o la pantalla más baja también aportan a ésa imagen ultra sofisticada de un T-Max sencillamente impactante.