Hace escasamente una semana hablábamos de que en Japón ha vuelto a ponerse a la venta a veterana Yamaha SR400, una venerable y sencilla monocilíndrica que vino a Europa como SR500 y que ahora es vista en su país de origen como un objeto de diseño, con el particular “atractivo” de que se arranca a pedal (> ver noticia con vídeo).
Su mecánica no esconde grandes misterios de la técnica y a cambio es sencilla, manipulable y económica. No debe ser muy difícil encontrar en Japón una SR400 “tirada de precio” para que sirva de base perfecta a la hora de emprender un proyecto particular y aventurado como este. Es obra de la gente de >Skull Motor basándose en obvias referencias técnicas, pero partiendo de cero en cuanto a la interpretación concreta de las soluciones y materiales así como la estética, tan increíble como acertadamente retro.
Un proyecto increíble, que aúna técnica innovadora, estilo clásico y piezas de desguace
Decir lo mismo si hablamos del basculante trasero. Para concordar con el estilo frontal, Skull ha tenido la acertada idea de modificar la suspensión posterior eliminando los dos amortiguadores laterales y colocando unos nuevos elementos por delante de la rueda, en posición central.
La carrocería de la Yamaha fue directamente a la basura y optaron por colocar un depósito de Honda Dream 50 con colín-asiento monoplaza realizado a mano para ir a juego, semimanillares bien agachados y un preciso y cromado escape elevado.
¿Qué tal irá? Me temo que no lo podremos saber porque todo está en su idioma y mi japonés está un tanto oxidado (ejem) como para traducir el texto original de >este foro nipón, pero dan ganas de quedarse con la idea y echarle un par de bemoles para replicarlo en el garaje de casa: un proyecto increíble, que aúna técnica innovadora con estilo clásico y piezas de desguace. Bueno, tampoco nos engañemos… sería una auténtica odisea. Skull Motor se merece sin duda un largo y sonoro aplauso.
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