Conduciendo nuestra moto o scooter nos enfrentamos constantemente a decisiones que afectan a la seguridad. Pueden ser cosas tan aparentemente intrascendentes como decidir dónde colocarse en un semáforo en rojo pero siempre, aunque nos parezca que no revisten importancia, nuestras decisiones en el tráfico pueden tener consecuencias importantes, aunque sólo sea por “azares del destino”.
Vamos a repasar 10 situaciones en las que comportarse de una u otra forma normalmente no va a revestir mayor importancia, pero que en conjunto y tras acumular kilómetros de manillar pueden acabar marcando la diferencia entre ser un motorista afortunado o convertirse en el “pupas” del asfalto… Veámoslas:

2.- A poder ser no pises nunca las rayas blancas: Aunque últimamente se está tomando conciencia del peligro que tiene las resbaladizas pinturas empleadas tradicionalmente para señalizar las calzadas, la sustitución por compuestos menos resbaladizos se realiza progresivamente y en cualquier caso nunca ofrecen el mismo agarre que el contacto directo con el asfalto, especialmente sobre mojado. Evita la pintura siempre que puedas, no sólo al frenar: aunque tu moto o scooter tenga ABS, incluso en seco el resalte de la pintura puede darte un susto al pasar por encima.
3.- Mucho cuidado con los vehículos pesados aparcados delante de cruces y pasos de cebra: lamentablemente no suele estar prohibido aparcar en el entorno de un paso de cebra a los vehículos voluminosos y además muchos conductores no se percatan -o les da igual- del peligro que supone estacionar un vehículo de gran tamaño delante de un cruce o un paso de cebra incluso en doble fila. Algo que debería estar especialmente perseguido y penado por el peligro que conlleva especialmente para las personas, pero también para otros vehículos.

4.- Evita los bordes de la calzada: No solemos darnos cuenta pero las calzadas están diseñadas con una ligera caída hacia las cunetas. Esto es para drenar mejor la lluvia y para que la suciedad tienda a depositarse en los bordes, evitando en lo posible que los vehículos pisen lo que no deben con las ruedas. Si circulas demasiado pegado al arcén, o por el mismo arcén, tienes muchas papeletas de pichar una rueda. Además, en caso de encontrarte en una situación comprometida tendrás menos recursos para maniobrar y la frenada estará condicionada por un firme sucio.
5.- Deja un generoso espacio lateral de seguridad con otros vehículos: Es más peligroso rebasar el vehículo que nos precede cuando en un carril contiguo hay un gran hueco diciendo “cámbiate” que cuando está claro que un coche no cabe entre los que circulan a los lados.
La mayor parte de los accidentes se producen en zonas bien conocidas: evita el exceso de confianza
Es una máxima que no falla. Esto quiere decir que si el coche de delante tiene otro al lado podrás cambiarte tú manteniendo la atención solamente en que no venga nadie por detrás; pero si puede tener la tentación de pasar a otra línea más rápida debes actuar dejando el mayor espacio lateral posible entre el coche precedente y tu motocicleta para evitarlo en caso de que gire el volante repentinamente y sin mirar.6.- Cuidado con los excesos de confianza: la mayor parte de los accidentes se producen en los trayectos cotidianos, en zonas por las que pasamos todos los días y nunca pasa nada. Tendemos a confiar en nuestro conocimiento del terreno y minusvalorar que las condiciones pueden cambiar.

7.- Si el tráfico va más rápido que tú, mantén la línea y el carril: Los scooteres y motocicletas de 125 al igual que los ciclomotores pueden verse un poco justos de prestaciones al circular por vías interurbanas, o incluso por grandes avenidas en las que los vehículos más potentes no respeten los límites de velocidad.
Tener una mano siempre en el freno te ayudará a reaccionar con más agilidad
En estos casos y de cara a procurar la propia seguridad lo más adecuado es circular en la mitad del carril de la derecha. No te ciñas al arcén para evitar estorbar o algún conductor abusará de su tamaño importándole muy poco lo que a ti te pueda pasar: Sobre dos ruedas piensa mal y con que aciertes una vez habrá servido la pena.8.- Una mano siempre en el freno: Tenemos cinco dedos en la mano y con los modernos frenos de disco bastan dos de ellos para activar el freno en caso de emergencia, así que acostúmbrate a circular por ciudad con el índice y el corazón sobre la maneta del freno delantero en las motos de marchas y en caso de un scooter todavía mejor, porque tienes todos los dedos de la mano izquierda disponibles para estar siempre acariciando el mando del freno delantero.

9.- En calles de varios carriles usa los centrales si no vas a cambiar de vía: Ya hemos hablado del peligro que puede haber en los carriles laterales cuando se aproxima un cruce sin visibilidad, pero estos carriles en ciudad esconden muchas otras trampas que debemos evitar en lo posible: puertas que se abren, gente que se adentra en ellos para entrar en un coche, vehículos que se paran en seco porque ven un hueco para aparcar o que salen de él sin mirar… Es muy difícil tener todo controlado si circulamos pegados a los extremos laterales, así que es más fácil la vida en los carriles que alrededor tienen otras líneas de circulación, o en caso de que no sea posible dejar una distancia lateral con el margen de la calzada, siguiendo la máxima que ya hemos apuntado más arriba.
10.- Si alguien tiene prisa déjale pasar: Un conductor acelerado es muy peligroso. Puede tender a no respetar la distancia de seguridad, ir más pendiente de cómo puede escabullirse que de lo que tiene delante o sencillamente transmitir su tensión, haciéndote perder a ti la concentración en el tráfico en general. Eso por no hablar de que tras un conductor estresado se puede esconder un problema que tú no conoces: desde una emergencia hasta una persecución, pasando por infinidad de otras razones. Lo mejor que puedes hacer, especialmente en moto, es apartarte y dejarle seguir… como se suele decir “donde vayas que encuentres la paz que dejas”, y punto. Desde luego no te lo tomes como algo personal ni entres en piques o enfados, simplemente déjale seguir su camino para no convertir en tuyo su problema.