Pocas motos son capaces de trasmitir el “espíritu del buen rollito” como lo hace la Van Van. Sólo verla ya cae simpática; pero si la montas te caerá aun mejor. Cuentas con que su sencillo motor 125 no te llevará a la velocidad del rayo pero te llevará a todas partes consumiendo una miaja. Su peculiar y minimalista carrocería no sabe de guanteras, pero su acogedor asiento es una invitación para cualquier acompañante. Y por supuesto está su espectacular rueda trasera, la característica más distintiva de esta moto. He de confesar que al principio me daba algo de respeto, pero tras un par de días para conocernos mejor la cosa ha llegado al punto de que me gusta un montón el rollo de esta rueda… Lo dicho: buen rollito.

Mi verano Van Van LangreY “postureo”, por supuesto. El maldito palabro aún no lo admite la RAE e igual dentro de un año nadie se acuerda de él, pero todos entendéis de qué va. Parecer el no va más de la moda sale bastante más caro con otras motos, como es el caso de las florecientes Scrambler. Pero al fin y al cabo la filosofía es la misma y puede que si te mueves por ciudad o secundarias tengas más que suficiente con la Suzuki Van Van. Y todavía más si realmente lo tuyo es la naturaleza y para llegar donde te gusta ir tienes buenos caminos de tierra o arena, y en tu mente no está competir profesionalmente en el enduro, sino pasar un rato genial... sin fastidiar la siesta o llenar el bocata de polvo a nadie. ¡Y aunque no creo que los forestales vayan a darte su bendición seguro que se quedan con las ganas!

Por eso he pensado que este verano voy a contar la historia de cómo nos lo montamos con la Van Van. Sinceramente tenía muchas ganas de probar esta moto, pero es tan especial que se merecía una cosa diferente. Estoy en Cantabria, en agosto, y la Suzuki y yo disponemos del entorno perfecto para montárnoslo bien. Algunos días hará sol y otros tocará sacar el chubasquero, pero como en esta tierra hay un plan para cada cielo no pensamos quedarnos mucho en casa… sólo para coger fuerzas.

La historia de la Suzuki Van Van
Mira tú por dónde no estamos ante una moto surgida al calor de la moda, sino de una auténtica clásica actual que se remonta a 1972La historia de la Suzuki Van VanMe la imagino en los tiempos de la psicodelia con sus grandes ruedas y minúsculo depósito. No desentonaría en la portada de un disco de Grateful Dead. 

El motor ha pasado de dos a cuatro tiempos y pieza por pieza no queda nada del modelo original, pero el espíritu sigue siendo el mismo cuarenta años después, cuando los hippies se han convertido en hipsters.
Seguiremos informando...


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