A mediados de los 80 las Ducati parecían dinosaurios comparadas con la última tecnología japonesa. Pero en Italia eran conscientes de ello y los hermanos Castiglioni más que nadie porque desde 1983 llevaban empleando motores y chasis Ducati en sus Cagiva Alazurra. En 1985 compraron la marca de Borgo Panigale e imprimieron frescura inmediata a su catálogo, si bien las miras estaban puestas a más largo plazo: una evolución radical del motor Pantah, conservando la distribución por correas pero con cárter reforzado, refrigeración líquida y culatas de cuatro válvulas.

Este nuevo motor, proyectado por Massimo Bordi, se basaba en la tesis doctoral del ingeniero en 1973 y que no era otra cosa que un motor Desmo de cuatro válvulas. Ducati debía conseguir una moto competitiva al más alto nivel para reverdecer laureles y de paso volver a ganar dinero. Esa moto fue la 851. La Desmoquattro comenzó a gestarse en 1985 y dos años después se presentó por primera vez al público la 851 Strada. La primera versión, con llanta delantera de 16 pulgadas, no despertó el entusiasmo de la crítica. Seguía siendo más torpe y lenta que las japonesas... pero acababa de nacer y todavía tenía mucho recorrido por delante.

La Ducati 851 es sin duda la primera Ducati moderna. Incorporaba básicamente la tecnología que se sigue usando hoy en día y rompía muchos prejuicios del pasado sin perder la esencia. Cuando los japoneses todavía estaban exprimiendo los eficaces carburadores Mikuni y Keihin, Ducati introdujo la inyección electrónica y metió todas estas novedades dentro de un chasis de increible diseño denominado Trellis.

Recuerdo que para mi, recién estrenadas por los suelos mis primeras motos y con más hambre de velocidad que Otilio de bocatas de tornillos, la 851 era un sueño hecho moto. Ducati representaba la rebeldía. Una pequeña pero gloriosa marca que luchaba contra los gigantes japoneses que monopolizaban el mercado de la media y alta cilindrada en todo el mundo. ¡Y además lo hacía con la mitad de cilindros! Esta chulería se merecía un respeto sin importar que el recién nacido campeonato de Superbikes diera una ventaja de 250 centímetros cúbicos a las bicilíndricas sobre las tetra.

Lo cierto es que vibraba con el sonido grave y el retumbar de sus dos grandes pistones y cuando en 1990 Raimond Roche se proclamó campeón del mundo de Superbikes con la 851, vi al igual que muchos otros aficionados que aquel era el primer síntoma del resurgir de las grandes deportivas europeas. Con otras dos victorias consecutivas en 1991 y 1992, Doug Polen confirmó que no había sido casualidad.

La 851 no dejó de evolucionar mejorando suspensiones, ruedas, frenos y finalmente motor. En 1991 se convirtió en 888 al incrementarse la cilindrada pero el diseño permaneció básicamente inalterado hasta 1993, cuando llegó la 916 para relevarla en la dura tarea de contener los furibundos ataques de las mejores deportivas japonesas. Pero eso es ya otra historia...

 

Nombre

Ducati 851

Año

1988

Motor

Dos cilindros en L (90º). Cuatro tiempos. Refrigerado por agua. Distribución desmodrómica , 4 válvulas por cilindro.

Cilindrada

851 cm3

Diámetro x Carrera

92 x 64 mm

Relación de compresión

10,2:1

Alimentación

Inyección electrónica Webber

Potencia máxima

109 cv / 10.000 rpm (86 cv / 9.000 rpm a la rueda trasera)

Par máximo

7,26 kg-m / 7.250 rpm

Transmisión

6 velocidades

Suspensión delantera

Horquilla Marzocchi

Suspensión trasera

Monoamortiguador Marzocchi

Freno delantero

2 discos 280mm y pinzas de 4 pistones Brembo

Freno trasero

Disco 260mm y pinza de dos pistones

Rueda delantera

130/60 VR16

Rueda trasera

160/60 VR16

Peso en seco / orden de marcha

180 kg  / 207 kg

Velocidad máxima

241 km/h