Si nunca has acudido allí, como era mi caso, lo que más te sorprenderá es la buena respuesta de todos los incondicionales de la marca que acuden en masa, menospreciando tanto el mal tiempo como la cantidad de kilómetros que casi todos deben cubrir para llegar hasta prácticamente la frontera con Francia. La pasión por el boxer, las ganas de salir con los amigos en moto y de disfrutar en pleno pirineo, pueden con todo. Por eso han acudido más de 5.000 personas a lo largo del fin de semana a la 15ª edición de los Motorrad Days que no solo reúne a gente en BMW sino que también atrae a todo tipo de motoristas con ganas de pasarlo bien y en muchas ocasiones de conocer las motos BMW.
Uno de los principales atractivos es poder probar cualquier modelo de BMW, cruzando además la frontera hacia un precioso valle con el que Francia da la bienvenida a los visitantes que llegan por este paso.
Por eso BMW había desplazado hasta allí una gigantesca flota de motos y scooters para que cualquier aficionado o interesado en probar algún modelo de su gama, tuviese la oportunidad de hacerlo bajo la supervisión de los muchos monitores que había para poder hacer salidas de forma constante. Tan solo había que inscribirse en una carpa y elegir turno. Y no todo el mundo acudía para probar la estrella, la R 1200 GS, sino que toda la gama se movía por los aldededores, incluso había salidas hasta con el megascooter eléctrico C Evolution.
También se ofrecía la posibilidad de hacer rutas fuera de asfalto, algo inherente a la genética de BMW, y para ello los visitantes podían reservar una excursión en la escuela Off-road. En total se hicieron durante el fin de semana 2.000 pruebas. El ir y venir de motos era incesante, desde primera hora hasta casi la noche, hiciese sol o cayese la lluvia.
Nosotros fuimos invitados para probar la nueva K 1600 B, una bagger a la alemana impulsada por el motor de seis cilindros que pudimos disfrutar con total libertad por toda la zona. Y también pudimos ver la nueva BMW G 310 GS que tanta expectación ha levantado.
Pero como no solo de montar en moto vive el hombre, por muy motorista que sea, también había una amplia zona de entretenimiento con todo tipo de actividades. Se podía hacer jumping para relajar tensiones, ver las preparaciones que participaban en un concurso -de carácter retro- y alucinar con espectáculos como el del stunt rider Narcís Roca que sin duda era lo más llamativo en cada pase que hacía. Si todavía no has visto a este virtuoso de la moto, debes tratar de hacerlo porque nos hizo flipar hasta con una G 310 R, con la que se marcó auténticas diaburas.
Y para poner el toque femenino en esta especialidad acrobática también estuvo otra stunt rider de gran prestigio, Sarah Lezito. Se ha ganado su excelente reputación a pulso y dejó evidentes muestras de alto nivel que ha alcanzado esta joven francesa.
Y no faltaba la bola de la muerte en la que cada cierto tiempo se jugaban el pellejo dando vueltas unos valientes en la estructura metálica. Sobre todo había que tener cuidado de no acabar tú dentro para darle más emoción al espectáculo porque siempre buscaban a algún o alguna valiente.
Todavía más interesante fue poder charlar con pilotos BMW de la talla de Jordi Torres o Carmelo Morales que también respondieron en una carpa a preguntas de los aficionados.
Ante el desapacible tiempo reinante durante el sábado y el domingo, la existencia de las carpas y los “food trucks” donde aprovisionarse de comida y bebida jugaron un papel fundamental. Pero en ningún momento paró el ritmo ni de gente moviéndose en moto ni de las actividades que una y otra vez iban anunciando por megafonía.
La parte central estaba protagonizada por una enorme carpa que era donde más gente acudía en todo momento y no solo porque hacía más calorcito sino también porque era una muestra de toda la gama dispuesta como si de un concesionario se tratase. Allí podían contemplarse con tranquilidad todas las motos e incluso estaba un cautivador prototipo de moto voladora (que no vuela) denominado 03 y basada en una construcción de Lego.
Con todos estos alicientes, el fin de semana voló de una forma tan interesante como amena y volvimos a casa con ganas de regresar a la edición del próximo año que será la 16ª, haciendo de los BMW Motorrad Days unas de las concentraciones con más solera y éxito del panorama nacional que alguna vez deberías visitar, tengas o no una BMW.
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