Cada día tenemos más debilidad por este tipo de motos, pues representan como pocas su esencia, cautivándonos por ese minimalismo retro.

Roland Sands demuestra una vez más su habilidad al transformar una KTM 525 EXC en esta preciosidad que derrocha estilo en cada detalle. La base es una moto off road pero han rebajado las suspensiones de tal manera y hecho una labor tan minuciosa en la elaboración de la carrocería que nada hace presagiar una procedencia campera, salvo la tonalidad anaranjada tan típica de las motos austriacas.

Esta rareza de aspecto tan ligero va equipada con un motor monocilíndrico que ofrece un buen empuje y de forma instantánea, lo que combinado con su escaso peso debe ser un cóctel dinámico interesante. Sobre todo cuando te clavas su duro asiento monoposto y te agarras a los semimanillares, preparado para sentir cómo el monocilíndrico te catapulta el culo y los 115 kilos excasos de peso de la moto con sus 60 vigorosos caballos.